San Pedro Sula, Honduras
Con un ojo cerrado y otro abierto descansan los pacientes hospitalizados en el Mario Rivas. Varios ya han sido víctimas de robos.
El problema de inseguridad en el centro asistencial se agudiza cada vez que los guardias de seguridad van a paro y abandonan los cuidados en las salas.
Enfermos, sus familiares y empleados han expresado que se sienten con temor porque no hay quién vigile el ingreso de las personas.
“A los pacientes les han robado celulares y hasta medicamentos”, comentó una enfermera de la sala de maternidad.
El mismo personal ha tomado como medida de seguridad cerrar con llave algunas salas para evitar ser víctimas de los delincuentes.
Actualmente el hospital cuenta con la presencia de apenas 10 militares, pero estos solo resguardan los portones de entrada y salida.
En otras áreas hay presencia policial, pero se trata de agentes que resguardan a algún paciente.
Gobierno le debe a empresa
Las autoridades del sanatorio informaron que el Gobierno le adeuda desde enero a la empresa prestadora del servicio de seguridad, pero próximamente se cancelará el primer trimestre.
Aunque el Gobierno le debe a la empresa que brinda el servicio los meses que han transcurrido de este año, dicha compañía le adeuda hasta 10 meses de pago a los guardias de seguridad.
Los celadores se apostaron ayer en el parque del sanatorio para, a través de protestas, exigir su salario.
“Este ha sido un gran abuso, se burlan de nosotros. Somos gente pobre que necesitamos nuestro dinero”, dijo un guardia.