Las autoridades policiales y militares de Honduras intensificaron el lunes por la mañana la Operación Jaula que iniciaron el viernes para frenar la violencia en Chamelecón, zona conflictiva de San Pedro Sula al norte del país.
El operativo consiste en la instalación de retenes en 18 puntos de control en la zona, patrullajes a pie y en vehiculos. Participan en el operativo 700 efectivos.
La operación se realiza desde los últimos atentados en los buses de Chamelecón, en donde miles de personas que abordan los buses grandes o rapitidos, repudian el terror que se vive en el recorrido.
Varios muertos se han reportado por enfrentamientos entre maras o represalias por el no pago del impuesto de guerra, lo que tiene en zozobra a los pobladores del sector que no tienen otra opción que seguir arriesgando sus vidas.
'Tenemos que subirnos a los buses porque no hay otra forma de llegar a nuestros trabajos o salir al centro de la ciudad, ya han muerto personas inocentes por disparos en los buses', expresó una pobladora del sector.
Las autoridades de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) han hecho saturaciones en Chamelecón pero la delincuencia en el rubro del transporte no ha parado.
Jorge Rodríguez, subjefe policial de Chamelecón, dijo que tienen operativos móviles o permanentes en los puntos más conflictivos para dar seguridad a los pobladores.
'No hemos recibido denuncias de extorsión sin embargo se hacen investigaciones y de momento los buses dan el servicio con normalidad', agregó el jefe Policías.