Santiago, Chile.
La socialista Michelle Bachelet asume hoy un nuevo mandato en Chile a contrarreloj, en su carrera por derrotar la alta desigualdad que exhibe el país a través de profundas reformas que los chilenos aguardan con altas expectativas.
Para este nuevo mandato de cuatro años la líder socialista se impuso metas ambiciosas: concretar en los primeros 100 días 50 medidas, entre ellas, enviar al Congreso una gran reforma educacional y una tributaria que busca recaudar unos 8,200 millones de dólares (3% del PIB).
También delinear las bases del cambio a la Constitución que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Pero es en la reforma educacional donde miles de familias y estudiantes que no tienen hoy la posibilidad de estudiar gratis en la universidad o deben pagar altísimos aranceles tienen cifradas sus mayores expectativas.
En seis años Bachelet comprometió la gratuidad a nivel universitario y acabar con el lucro en los colegios que reciben subvención estatal y donde estudian la mayoría de los escolares chilenos.
Tarea pendiente
Sus compromisos acogen los reclamos de miles de estudiantes que exigen en las calles desde 2011 educación pública gratuita y de calidad para acabar con el caro y segregado sistema legado por Pinochet, que asegura calidad según los recursos de cada familia.
“Hoy en Chile hay un tremendo acuerdo de que es fundamental hacer una reforma a la educación que asegure una educación de calidad, que no segregue y que ponga fin al lucro”, dijo Bachelet a pocos días de asumir por segunda vez.
Factor Venezuela
Bachelet, que ya gobernó Chile entre 2006 y 2010, será investida en una solemne ceremonia en el Congreso a la que asistirán los presidentes de Ecuador, Bolivia, Perú, Paraguay, México, Colombia, Argentina, Brasil y Venezuela, entre otros, además del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
La presencia en Santiago del mandatario venezolano Nicolás Maduro, quien enfrenta masivas protestas estudiantiles y de la oposición, ha tensionado los días previos a la coalición que respalda a Bachelet, que incluye a socialistas, demócratacristianos y comunistas.
Mientras los demócratacristianos han pedido condenar la violencia en Venezuela, los comunistas le han prestado apoyo al gobierno de Maduro.
En Santiago, también, Maduro se encontrará con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien calificó de “alarmante” la situación que vive ese país y acusó al gobierno venezolano de “distraer a su pueblo” y de “inventar conspiraciones falsas y extravagantes sobre Estados Unidos”.
Sus declaraciones fueron consideradas una “agresión” por el presidente Maduro.
Altas expectativas
Pediatra, separada y madre de tres hijos, Bachelet (62 años) se convirtió en 2006 en la primera mujer en ocupar la Presidencia de Chile y también en la primera en resultar reelecta tras imponerse en segunda vuelta a la derechista Evelyn Matthei, con un 62% de los sufragios.
Las altas expectativas que generó su inmenso triunfo electoral son para analistas el principal escollo con el que deberá lidiar.
“Todos los gobiernos tienen una luna de miel que dura unos 90 días. Pero el problema es que Bachelet es reelecta y la gente no le va a perdonar los errores por su experiencia”, advirtió el analista de la Universidad Diego Portales, Mauricio Morales. AFP