El grupo de los principales países ricos presentó un nuevo modelo de intercambio automático de información financiera, que pretende atacar mejor la billonaria evasión fiscal en el mundo. Los partidarios de actuaciones de transparencia financiera más estrictas saludaron la medida, anunciada el jueves 13 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), conformada por 34 países del Norte industrial y el Sur en desarrollo. Pero los activistas que luchan contra la pobreza advierten que los países en desarrollo no fueron incluidos en las negociaciones del nuevo estándar global único sobre intercambio automático de información.
En efecto, aún no está claro cómo incluirá el estándar a las naciones más pobres, pese a que los países en desarrollo son los más afectados del mundo por la evasión fiscal. “Esto es un verdadero cambio. La globalización del sistema financiero mundial ha hecho que sea cada vez más sencillo para las personas llevar a cabo, mantener y manejar inversiones fuera de sus países de origen”, afirmó el secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, al lanzar el modelo. “Este nuevo estándar sobre el intercambio automático de información aumentará la cooperación tributaria internacional, lo que pone a los gobiernos en mayor igualdad de circunstancias, al tiempo que buscan proteger la integridad de sus sistemas fiscales y luchan contra la evasión de impuestos”, indicó desde su sede en París.
La nueva propuesta surge en un momento de creciente descontento de la población, en particular tras la crisis financiera mundial, estallada en 2008. Se calcula que las empresas y las personas ricas ocultan alrededor de $20 billones en el extranjero para evadir impuestos en el país de origen. Esa sensación de descontento coincide con las crecientes restricciones al gasto público, la nueva aplicación de impopulares medidas de austeridad y los funcionarios que buscan la manera de aumentar el flujo de la renta nacional. La OCDE elaboró el nuevo estándar a pedido del Grupo de los 20 (G20) países desarrollados y emergentes, que se presentará en la reunión ministerial del G20 el 22 y el 23 de este mes en Sidney, Australia. La norma fue adoptada provisionalmente en la cumbre del G20 celebrada en septiembre en Rusia. De aprobarse, la medida implicaría cambios radicales en la transparencia financiera mundial, cuyos partidarios sostienen que ocurrió a una velocidad sorprendente. “Hace apenas cinco años nadie hablaba del tema, la mayoría de la gente decía que era una utopía”, declaró Heather Lowe, directora de asuntos gubernamentales del observatorio Global Financial Integrity (GFI), con sede en Washington. “Es fantástico que ahora todo el mundo reconozca que el intercambio automático de información fiscal es necesario para tapar las lagunas del sistema financiero internacional que permiten ocultar fondos ilícitos”, señaló. La norma de la OCDE tendría como resultado que los países que participan compartan automáticamente información sobre cuentas bancarias, ganancias y otros intereses generados en el extranjero. Anteriormente, los gobiernos debían solicitar esa información y a menudo era un proceso engorroso que podía estancarse fácilmente. (IPS. HOY)