Este día quedará resaltado en la historia política hondureña no solo porque el Congreso Nacional se instalaba con diputados que representaban a dos partidos políticos nuevos, sino también por el zafarrancho que armaron los parlamentarios de una de estas instituciones políticas.
Mauricio Oliva Herrera, presidente de la junta directiva provisional del parlamento hondureño, estaba siendo juramentado en su cargo en medio de gritos y un relajo hecho por los diputados del partido Libertad y Refundación (Libre).
Las protestas no se hicieron esperar y cuando Oliva se preparaba para dar su discurso fue interrumpido por los congresistas de Libre, quienes terminaron dañando el micrófono del presidente del Congreso.
La sesión no terminó como se esperaba, sino entre consignas del partido de oposición.