¿Puede un vehículo que parece una mezcla de un remolque y un Prius, el auto híbrido de Toyota, mejorar la aviación comercial y la calidad del aire?
Los aviones queman mucho combustible al usar sus motores para desplazarse entre terminales y pistas, lo que aumenta las emisiones contaminantes y les cuesta a las aerolíneas dinero en gasolina y mantenimiento. El sector aéreo intenta desarrollar alternativas con energía eléctrica. Para los pasajeros, esto podría significar recorridos más cortos y silenciosos hasta el final de la pista antes del despegue.
Un remolque eléctrico que puede ser controlado por el capitán desde la cabina se está probando en esta ciudad.
Lufthansa espera comenzar a implementarlo en vuelos de pasajeros este año. Llamado TaxiBot, se desliza debajo de la rueda de la nariz de un avión y lo remolca, conducido por el piloto que controla la rueda de la nariz como si la aeronave se estuviera desplazando por tierra con la potencia de sus motores. Una empresa nueva de aviación está probando un tipo de llanta motorizada para desplazar el avión en tierra. Y un emprendimiento conjunto entre dos grandes firmas aeroespaciales, Honeywell y Safran, está probando otro sistema de ruedas motorizadas para aviones
de un pasillo. “Estamos viendo una ofensiva de iniciativas verdes”, dice el subdirector de Honeywell, Brian Wenig.
Lufthansa está probando el TaxiBot desde mayo en el Aeropuerto Internacional de Fráncfort.
El vehículo, desarrollado por Israel Aerospace Industries, se parece a los tractores que llevan y traen a los
aviones hacia y desde las puertas de embarque. Pero el TaxiBot realmente es un remolque robótico para aeronaves.
Tiene un conductor de seguridad abordo que realiza el acoplamiento con el avión.
El remolque avanza hasta la rueda de la nariz y la levanta del suelo. Los dos paran con los frenos del avión. Y cada remolque tiene su propio sistema de navegación, conoce el aeropuerto y puede ayudar a guiar a los aviones, desacelerando automáticamente cuando se aproxima a una curva cerrada para que haya menos desgaste en los frenos.
El TaxiBot, que costará por lo menos US$1 millón en su versión más pequeña y quizás el doble para un modelo más grande capaz de remolcar aviones jumbo, tiene la ventaja de estar completamente separado de la nave. No hay motores ni equipos para instalar en aviones que agreguen peso y aumenten el consumo de combustible. El tiempo promedio de desplazamiento por tierra en Fráncfort es de 10 a 12 minutos. Gerhard
Baumgarten, director de marketing de la división de ingeniería de Lufthansa, afirma que el ahorro neto
de usar el TaxiBot para trasladar un Boeing 737 a una zona cerca del final de la pista es de unos 132 litros de combustible de avión, que cuesta más de US$100 a los precios actuales.
Para un superjumbo Airbus A380 que se desplaza 10 minutos, TaxiBot reduciría 95% de su consumo de combustible, o un ahorro neto en cada despegue de cerca de 492 litros de combustible a un costo de unos US$400.
Con esto, las aerolíneas también ahorrarían en mantenimiento, ya que el cuidado de los motores se programa según sus horas de uso. Los frenos también se gastarían menos.
Por su parte, Honeywell y Safran afirman que su Electric Green Taxiing System, o EGTS, debería estar listo para entrar en servicio en 2017. El sistema ya cuenta con el respaldo de Airbus y Air France que se sumaron como socios al proyecto, pero debe atravesar muchas pruebas y obtener certificaciones de los reguladores.
EGTS usa motores eléctricos montados sobre las principales ruedas de aterrizaje debajo del centro de un avión. Los motores pueden retirar el avión de puertas de embarque y llevarlo al final de una pista mientras el piloto usa el
timón del avión para maniobrar. Más allá de los beneficios medioambientales, el sistema aceleraría las partidas, ya que los aviones y los pasajeros no tendrían que esperar que remolques se desacoplen y se retiren.