Tegucigalpa. El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, aseguró ayer que Honduras “vulnera” un acuerdo para mantener la paz en el golfo de Fonseca (Pacífico) al haber celebrado un acto de soberanía en la isla Conejo.
El gobernante salvadoreño declaró a los periodistas tras un acto oficial que no descarta una reunión con su homólogo de Honduras, Porfirio Lobo, para abordar nuevamente el asunto de la isla Conejo.
Las autoridades salvadoreñas enviaron una “nota de protesta” al Gobierno de Honduras reactivando la tensión entre ambas naciones.
En el documento El Salvador rechaza un casi acostumbrado acto que realizaron las Fuerzas Armadas hondureñas en la isla, en donde el pasado sábado fue izado el Pabellón Nacional en el marco del Día de la Bandera.
El acto fue realizado por militares y autoridades de la Secretaría de Defensa al conmemorase además el inicio de las fiestas patrias en ocasión al 192 aniversario de independencia.
Este fue el tercer año consecutivo que Honduras conmemora el Día de la Bandera en la isla, que pertenece al departamento de Valle y que el fin de semana fue escenario del espíritu patriótico que caracteriza a los hondureños.
Serán prudentes
Ambos países reclaman la isla Conejo, que es un peñón de menos de un kilómetro cuadrado, aunque no fue parte del centenario contencioso terrestre y marítimo bilateral que fue dirimido por la Corte Internacional de Justicia de La Haya en 1992.
Funes aseveró que su Gobierno será “prudente”, no ordenará “presencia militar en la zona” y esperará a ver si lo sucedido fue “un hecho aislado” de parte de las Fuerzas Armadas de Honduras.
La Cancillería salvadoreña señaló en un comunicado, sin precisar la fecha, que, “en el referido acto, las autoridades militares entregaron el pabellón hondureño al militar al mando de la ocupación de facto de la referida isla salvadoreña”. “No me atrevería por ahora a calificar (ese acto como) una provocación, quiero ser un poco más prudente”, dijo Funes. “Además, tendríamos que ver si es un hecho aislado, donde es la Fuerza Armada hondureña la que toma la iniciativa, si tiene o no tiene el consentimiento del presidente Lobo; por eso es que prefiero esperar”, agregó.
“Dependiendo de la respuesta que tengamos del Gobierno de Honduras, así veremos si procedo a tener una reunión bilateral con el presidente Lobo para que este tipo de situaciones no creen una situación de inestabilidad en la región del golfo”, manifestó.
Recordó que El Salvador, Honduras y Nicaragua, el tercer país ribereño, firmaron el 30 de marzo de 2012 en San Salvador una declaración para “hacer de la zona del golfo de Fonseca una zona de paz, una zona de convivencia pacífica, una zona de estabilidad y desarrollo económico y social”.
Funes señaló que acciones como la realizada por militares hondureños en la isla Conejo “contradicen el espíritu de esa declaración”.
“La verdad que lo único que han hecho es izar la bandera, no hay tampoco una presencia militar ofensiva; pero el acto en sí mismo vulnera el espíritu de esta Declaración de San Salvador”, insistió el mandatario salvadoreño.
Funes comentó que el acto en la isla Conejo podría buscar “remover el sentimiento nacionalista hondureño” en el marco de la campaña para las elecciones de noviembre próximo en Honduras, aunque matizó que “esta es una valoración política personal”.
Honduras rechaza protesta
Anoche, a través de un comunicado de prensa, la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras respondió al reclamo de El Salvador
Mireya Agüero, ministra de Relaciones Exteriores de Honduras, expresó en una carta dirigida a Jaime Miranda Flamenco, canciller salvadoreño: “Cumplo con el deber de expresarle el rechazo a su protesta, porque además de que Honduras ejerce y ha ejercido soberanía continua y pacífica sobre dicha isla inmemorialmente, conviene aclarar lo siguiente: La Isla Conejo no estuvo en disputa en la Corte Internacional de Justicia durante la controversia terrestre, insular y marítima El Salvador-Honduras”.
En el mismo documento la canciller hondureña agregó: “El Gobierno de Honduras ha rechazado las nuevas pretensiones de El Salvador sobre la Isla Conejo y por este medio vuelve a rechazarlas por infundadas y artificiosas”, indicó Agüero.