Morazán, Yoro. Las lágrimas no cesan en los rostros de los padres y hermanos de Frelin Humberto Márquez Hernández (3). Cada rincón de la humilde vivienda les recuerda al pequeño que era la alegría de aquel hogar y de quien ahora solo quedan la ropita y los inseparables juguetes: un viejo caballito de plástico y un carrito de madera que su padre le construyó.
En esta vivienda en la colonia España de este municipio, las horas pasan lentamente, acentuando aún más el dolor y la herida que jamás sanará.
“Ojalá esto fuera una pesadilla”, dice Delmys Yolanda Hernández, madre del pequeño, quien la madrugada del pasado martes descubrió el cuerpo desmembrado de su hijo enfrente de su vivienda.
El abominable asesinato de Frelin ha dejado a la colonia España como un pueblo fantasma. Los padres tratan de que sus hijos se mantengan en sus casas y cuando salen lo hacen en grupos por el temor de que el dantesco hecho se repita.
“Este dolor nos está matando. Se nos fue la alegría. Allí están sus juguetes, ya no lo veremos jugar. Si alguien quería hacerme algo, me lo hubieran hecho, pero no a él, que comenzaba a vivir”, lamentaba en medio del dolor José Márquez, padre del menor.
Las investigaciones
Un equipo de agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) inspeccionó varias viviendas de parientes del menor ubicadas en la misma colonia, incluyendo la de Martín Deras (60), abuelo materno del infante.
Un fuente policial confió que cuatro parientes del niño son los principales sospechosos del vil asesinato de Frelin. Detalló que de la casa del anciano decomisaron un hacha y un palo con manchas de supuesta sangre. Eso será confirmado con pruebas de laboratorio.
En las paredes de concreto de la casa hay manchas del mismo color.
El abuelo del pequeño dijo que le daba pena que la Policía lo tomara como sospechoso del asesinato de su nieto. “Me dijeron que soy sospechoso del crimen. Soy inocente y les pido a las autoridades que aclaren la muerte de mi Frelin. No tengo nada que esconder”, expresó.
El pequeño desapareció la mañana del pasado domingo cuando jugaba en el patio de su casa y esperaba a su madre, quien se preparaba para asistir a misa.
La madrugada del martes, el cuerpo desmembrado del niño fue dejado enfrente de la vivienda de sus padres. Se presume que el menor sufrió abuso sexual y lo estrangularon, aunque esto no ha sido confirmado por las autoridades.
“El día que desapareció el niño yo estaba en mi casa, que queda frente a la de los papás de Frelin, pero no vi nada. Las puertas de mi casa están abiertas para cualquier investigación que quieran hacer”.
Sobre las manchas rojas encontradas en la pared, dijo que eran de garrapatas de los perros, a las que ellos mataban, pero su nuera Rosa Rivera, que habita bajo el mismo techo, expresó que era de sopa de frijoles. Las manchas se asemejan a las yemas de los dedos de una mano.
Autoridades del Ministerio Público manifestaron ayer que si es necesario pedirán apoyo de investigadores internacionales para aclarar la muerte del pequeño, que ha provocado consternación y repudio en los hondureños.
“Hemos destacado un equipo de fiscales e investigadores con alta experiencia en homicidios. Hay un grupo entrelazado de las Fiscalías de Yoro y San Pedro Sula. Se están agotando varias tesis de investigación”, informó el director de Fiscalías Roberto Ramírez Aldana.
“Es muy posible que pidamos asistencia técnica internacional en un punto específico. No vamos a dar más interioridades porque las líneas de investigación están en pleno desarrollo”, agregó.
Enemistades familiares
José Márquez, padre del pequeño, confirmó que entre él y la familia de su mujer existen problemas desde el año pasado, cuando este descubrió a uno de sus cuñados (hermano de Delmis Hernández) intentando violar a una de sus hijas.
“Quería abusar de mi pequeña. Lo saqué a empujones y desde ese momento quedó molesto conmigo. Con eso no estoy acusando a nadie. Serán las autoridades que investigarán”, expresó. El destrozado padre clamó por que las autoridades encuentren rápido a la persona que asesinó salvajemente a su pequeño.