La esposa del candidato presidencial republicano Donald Trump, Melania, se enorgulleció en un discurso de su carácter de inmigrante y se comprometió a trabajar como 'defensora de las mujeres y los niños'.
'La gente me pregunta a menudo, ¿qué tipo de primera dama serías? Sería un privilegio poder servir a nuestro país', dijo Melania Trump en la localidad de unos 3,500 habitantes de Berwyn, en el estado clave de Pensilvania.
'Seré una defensora de las mujeres y los niños', aseguró la esposa de Trump, que ha justificado su ausencia de la campaña por asegurar que quería cuidar de su hijo de diez años, Barron.
Melania, de 46 años, recordó su infancia en Eslovenia y dijo que allí 'América (Estados Unidos) era la palabra para definir la libertad y la oportunidad', y 'significaba que si podías soñar con ello, podías convertirte en ello'.
'Soy una inmigrante, y nadie valora las libertades y oportunidades de Estados Unidos más que yo', aseguró.
Donald Trump y su esposa Melania Trump.
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La exmodelo describió la que sería su principal iniciativa si llegara a ser primera dama, de la que ya ha hablado en otras ocasiones: su voluntad de combatir los 'insultos y palabras mezquinas' que generan acoso en las redes sociales para los niños y adolescentes.
'Es terrible cuando (el acoso) pasa en el patio de una escuela, y es completamente inaceptable cuando lo hace alguien sin nombre, que se esconde en Internet. Tenemos que encontrar formas mejores de honrar y apoyar la bondad básica de nuestros niños, sobre todo en las redes sociales', afirmó.
Su discurso fue el primero desde el que ofreció en la convención republicana, que le mereció numerosas críticas tras descubrirse que algunos fragmentos eran muy similares a otra intervención ofrecida por la actual primera dama, Michelle Obama. EFE