Damasco.
Con el apoyo de Estados Unidos, la fuerza kurdo-árabe arrancó ayer una gran ofensiva para reconquistar Raqqa, ‘capital’ de facto del Estado Islámico (Isis) en Siria, acrecentando así la presión contra los yihadistas, atacados también en su feudo de Mosul, en Irak.
Mosul y Raqa son las dos últimas grandes ciudades todavía bajo control del Isis, que ya perdió gran parte de los territorios conquistados desde 2014 en Siria e Irak.
“Comenzó la gran batalla para la liberación de Raqa y su provincia”, anunció Jihan Sheij Ahmad, portavoz de la ofensiva, en la ciudad de Ain Issa, 50 km al norte de Raqqa, en manos del Isis desde hace dos años y medio.
Washington, que dirige la coalición internacional antiyihadista, confirmó el inicio de las operaciones para “aislar” Raqqa, paso previo a su “liberación”.
Pero el secretario de Defensa, Ashton Carter, advirtió en un comunicado que “como en Mosul, la batalla de Raqqa no será fácil y el trabajo será duro”.
La ofensiva, bautizada Cólera del Éufrates, se ejecuta bajo el mando de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), alianza anti-Isis dominada por combatientes kurdos y que incluye también a milicianos árabes.
La ofensiva apunta a liberar Raqqa “de las fuerzas del terrorismo mundial”.
Con el apoyo de Estados Unidos, la fuerza kurdo-árabe arrancó ayer una gran ofensiva para reconquistar Raqqa, ‘capital’ de facto del Estado Islámico (Isis) en Siria, acrecentando así la presión contra los yihadistas, atacados también en su feudo de Mosul, en Irak.
Mosul y Raqa son las dos últimas grandes ciudades todavía bajo control del Isis, que ya perdió gran parte de los territorios conquistados desde 2014 en Siria e Irak.
“Comenzó la gran batalla para la liberación de Raqa y su provincia”, anunció Jihan Sheij Ahmad, portavoz de la ofensiva, en la ciudad de Ain Issa, 50 km al norte de Raqqa, en manos del Isis desde hace dos años y medio.
Washington, que dirige la coalición internacional antiyihadista, confirmó el inicio de las operaciones para “aislar” Raqqa, paso previo a su “liberación”.
Pero el secretario de Defensa, Ashton Carter, advirtió en un comunicado que “como en Mosul, la batalla de Raqqa no será fácil y el trabajo será duro”.
La ofensiva, bautizada Cólera del Éufrates, se ejecuta bajo el mando de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), alianza anti-Isis dominada por combatientes kurdos y que incluye también a milicianos árabes.
La ofensiva apunta a liberar Raqqa “de las fuerzas del terrorismo mundial”.
