Un desesperado Donald Trump intenta levantar cabeza tras una desastrosa semana en la que las denuncias por acoso sexual se multiplicaron en su contra y le dieron un duro golpe a su campaña por la Presidencia de EUA.
El magnate advirtió ayer sobre un posible fraude electoral en las “amañadas” elecciones de noviembre, pese a que su compañero de fórmula, Mike Pence, quiso rebajar la retórica y aseguró que los dos aceptarán el resultado de los comicios.
“Las encuestas tienen poco margen, pero podrán creer que perdí una gran cantidad de mujeres votantes a raíz de hechos inventados que jamás ocurrieron. ¡Los medios amañan la elección!”, escribió Trump en Twitter.
El republicano tildó a Clinton y su equipo como secretaria de Estado “la corrupta y su pandilla” a la vez que la acusó de estar dopada en su último debate y exigió que se someta a un examen de drogas.
Desde que Clinton comenzó a ganar ventaja en los sondeos, Trump repite que las elecciones están arregladas, a pesar de que, en el primer debate presidencial, dijo que respetaría el resultado de las urnas. A fines de septiembre se retractó y dijo “Vamos a ver qué ocurre.”
Ante las tensiones que han generado las declaraciones de Trump, incluso dentro del propio Partido Republicano, su candidato a vicepresidente, Mike Pence, intentó moderar su discurso. “Por supuesto que aceptaremos la voluntad del pueblo estadounidense”, prometió.
El voto femenino
Acorralado en los sondeos, Trump se muestra cada vez más agresivo. Y es que la última encuesta nacional NBC/Wall Street Journal, publicada ayer, le da una ventaja de 11 puntos a Clinton con un 48% de la intención de voto, contra 37% para Trump. Otro sondeo debería preocupar aún más al republicano: la encuesta “CBS News Battleground Tracker”, que mide la relación de fuerza en una decena de estados claves y que muestra un claro cambio en el voto femenino en favor de Clinton.
Según este estudio, 70% de las mujeres estadounidenses creen que Trump no respeta a las mujeres. El candidato republicano buscará reinvindicarse con sus simpatizantes el próximo miércoles, en el último debate presidencial que será en Las Vegas, Nevada.