El colapso de 17 fuentes de agua de 24 existentes en la montaña Mico Quemado y que en su momento abastecieron a miles de progreseños ha llevado a las fuerzas vivas de este municipio a exigir al Gobierno la asignación de militares para proteger la reserva y conservar las existentes.
En 2011 y con el fin de que las Fuerzas Armadas resguardaran los bosque en el país, el Congreso Nacional aprobó el programa Batallones Verdes que consiste en instalar postas de vigilancia y control en esas reservas forestales, entre estas el Mico Quemado, pero eso aún no inicia.
La tala y quemas en el pulmón natural de El Progreso que además abarca a los municipios de Santa Rita y El Negrito son un problema de varios años. Organizaciones ambientalistas y la Municipalidad han ejecutado algunas acciones para frenar el daño, pero eso sigue como un cáncer que no tiene cura.
Ante la amenaza de quedarse sin agua en la Perla del Ulúa, la fundación La Hora del Planeta se reunió con el gobernador de Yoro, Gabriel Rubí, al que luego de plantear el problema le entregaron un documento donde solicitan al Gobierno envíe soldados para conservar la montaña.
Elías Nazar, coordinador del grupo, dijo: “Ya es hora que las entidades del Estado hagan algo para parar la destrucción en la montaña”.
Zulay Rivas, titular del Departamento Municipal Ambiental (Dema), manifestó que es una necesidad la presencia de los militares, “esto es delicado y hay que combatirlo enviando a la cárcel a los responsables”.
