Tegucigalpa, Honduras
Ya comenzaron las negociaciones para la firma del nuevo programa económico con la llegada de la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las conversaciones con funcionarios públicos, representantes del sector privado y de la sociedad civil se extenderán durante dos semanas.
La misión técnica viene encabezada por Lisandro á brego, quien lidera un equipo de cuatro expertos en temas económicos. En Tegucigalpa se unirá el representante residente del FMI, Mario Dehesa Dávila.
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El Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández ha considerado prioridad la negociación y firma de un acuerdo con el FMI, ya que le abriría las puertas a un préstamo por 170 millones de dólares en concepto de apoyo presupuestario.
Las autoridades gubernamentales -principalmente el presidente del Banco Central de Honduras y el secretario de Finanzas, Marlon Tábora y Wilfredo Cerrato, respectivamente- han dejado entrever su optimismo por alcanzar un arreglo con el Fondo Monetario.
No obstante, los citados funcionarios, quienes ocupan los cargos de gobernador propietario y suplente de Honduras en la asamblea del FMI, son conscientes que la Carta de Intenciones está sujeta al cumplimiento de una serie de metas indicativas y reformas estructurales durante la vigencia del programa.
El acuerdo “stand by” con el Fondo Monetario estará condicionado a la estabilización de las finanzas públicas en el corto, mediano y largo plazo.
El déficit fiscal y la situación económica de la Enee son los temas más significativos en las negociaciones; aunque no son los únicos compromisos.
Sin embargo, el Gobierno de Honduras comenzó a finales del año pasado con la aprobación de una serie de reformas estructurales para mejorar la administración de empresas públicas como la Enee, Hondutel y la Empresa Nacional Portuaria; así como la promulgación de un nuevo “paquetazo” fiscal, que se espera que tenga un impacto de 10,000 millones de lempiras en las recaudaciones tributarias.
Las negociaciones con el FMI están precedidas de un ambiente de optimismo en diversos sectores de la sociedad hondureña, quienes aseguran a que el Gobierno ha cumplido con las condiciones para alcanzar el arreglo.
Confianza
Horas antes de la primera reunión de trabajo con la misión técnica, el presidente del BCH y coordinador del Gabinete Económico, Marlon Tábora, analizó la relación con el Fondo Monetario y -sobre todo- las negociaciones para firmar un programa “stand by” en el transcurso del año.
“Se ha venido trabajando durante ocho meses para firmar la Carta de Intenciones al final del proceso”, respondió el funcionario con un tono de mucho optimismo. Subrayó que “si no fuera viable, ellos (la misión técnica) no vendrían al país”.
Ante la consulta de este medio de comunicación de 1 a 10 qué posibilidades hay de lograr un arreglo con el FMI, el entrevistado respondió: “9”.
Tábora dijo que hay que recuperar la credibilidad del Gobierno de Honduras, promover la confianza y un clima de inversión favorable. “Estamos optimistas, pero reconocemos los grandes retos que hay”, declaró el entrevistado.
El presidente del BCH sostiene que el Gobierno tiene que salir adelante con el proceso de negociación con el Fondo Monetario y en ese sentido es importante la colaboración de diversos sectores para que el país salga adelante.
Carta de Intenciones
El programa económico está sujeto al cumplimiento de una serie de metas indicativas y reformas estructurales que deben alcanzarse durante la vigencia de la Carta de Intenciones.
Una de las metas indicativas más importantes es el déficit fiscal del sector público, el que la administración del presidente Hernández tiene la obligación de reducirlo durante su gestión.
Un documento preparado por la Unidad de Planeamiento, Evaluación y Gestión de la Secretaría de Finanzas, denominado “Lineamientos de política presupuestaria 2015-2018”, revela que el déficit de la administración central bajaría de -5.2% a -3.3% del PIB durante el período 2014-2017. Para el sector público se reduciría de -5.6% a -1.9% del PIB.
De acuerdo con el coordinador del Gabinete Económico, las cifras por ahora son supuestos y hasta que no se concluya el proceso de negociación cualquier dato es especulación.
Se le consultó al funcionario sobre la vigencia del programa , respondiendo que “es parte de la negociación”.
El último acuerdo que negoció Honduras fue por 18 meses, o sea del 1 de octubre de 2010 al 31 de marzo de 2012.