Tegucigalpa, Honduras.
La Iglesia Católica de Honduras llamó a los feligreses a no confiar en falsos profetas y denunciar las injusticias.
El sacerdote Carlos Rubio, vicario de la catedral metropolitana San Miguel Arcángel, dijo en su homilía que no hay que confiar en falsos profetas que dictan las palabras que quieren los gobernantes.
“Los profetas falsos son los que dicen las palabras que los gobernantes o el pueblo quieren oír, esos prosperan; los profetas verdaderos, los que siguen la voz de su conciencia y anuncian lo que Dios quiere que anuncie, no se les ve populares y a menudo acaban mal”.
Pidió ser fiel a la vocación y recordar que Jesús fue el más claro ejemplo de las injusticias del mundo. “Los que a lo largo de la historia han tenido que denunciar las injusticias no son bien vistos”, manifestó el presbítero. Además, muchos sufren persecuciones.
“Los profetas verdaderos, los que siguen la voz de su conciencia y anuncian lo que Dios quiere que anuncien no suelen ser populares y a menudo acaban mal. Entonces y ahora. Jesús es el ejemplo más claro para nosotros”, insistió.
La Iglesia Católica de Honduras llamó a los feligreses a no confiar en falsos profetas y denunciar las injusticias.
El sacerdote Carlos Rubio, vicario de la catedral metropolitana San Miguel Arcángel, dijo en su homilía que no hay que confiar en falsos profetas que dictan las palabras que quieren los gobernantes.
“Los profetas falsos son los que dicen las palabras que los gobernantes o el pueblo quieren oír, esos prosperan; los profetas verdaderos, los que siguen la voz de su conciencia y anuncian lo que Dios quiere que anuncie, no se les ve populares y a menudo acaban mal”.
Pidió ser fiel a la vocación y recordar que Jesús fue el más claro ejemplo de las injusticias del mundo. “Los que a lo largo de la historia han tenido que denunciar las injusticias no son bien vistos”, manifestó el presbítero. Además, muchos sufren persecuciones.
“Los profetas verdaderos, los que siguen la voz de su conciencia y anuncian lo que Dios quiere que anuncien no suelen ser populares y a menudo acaban mal. Entonces y ahora. Jesús es el ejemplo más claro para nosotros”, insistió.