Tegucigalpa, Honduras.
Las plantas térmicas que estaban inoperativas comenzaron a trabajar desde el viernes pasado en horas del mediodía, lo que ha dado una disponibilidad de 671 megavatios adicionales para atenuar los racionamientos, confirmó ayer Leonardo Deras, subgerente técnico de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee).
“Las plantas comenzaron a operar desde el viernes a mediodía y tienen una disponibilidad de 671 MW, por lo que desde el viernes no hemos hecho racionamientos”, aseguró a LA PRENSA el funcionario.
Al mismo tiempo indicó que la Enee ha estado comprando a Guatemala aproximadamente 70 megavatios en el día y 30 megas en la noche para cubrir la demanda energética del país en horas de mayor demanda.
Esta situación de calamidad energética se debe a tres razones: poca agua para la generación de energía hidroeléctrica, mayor demanda de energía en el país y debido a que algunas platas térmicas habían paralizado sus operaciones.
Pero, según Deras, esta situación de crisis ha ido mejorando, ya que el clima está favoreciendo, la población está ahorrando energía y las plantas térmicas están en plena operación.
Expuso que hay un buen pronóstico para la generación de energía eólica, pues las condiciones climatológicas han mejorado, aunque no descartó los racionamientos hasta que comiencen fuertemente las lluvias.
“Tenemos una reducción real de la demanda que va a tener un máximo de 1,230 megavatios”, manifestó.
Recuperación de mora
Una de las acciones que ayudaría a la Enee es la recuperación de la mora y robo de energía.
Se estima que hay un 32% de pérdidas, y si se recuperara esta mora y se redujera en un 15%, la empresa obtendría unos 13 millones de lempiras diarios, es decir, unos 4,800 millones de lempiras anuales.
En la medición según la estructura tarifaría, se brinda subsidio a quienes consumen menos de 300 kilovatios, pero hay quienes alteran los medidores, principalmente en colonias residenciales lo que le ocasiona millonarias pérdidas a la estatal eléctrica.
La Enee suministra ahora el 83 % de la demanda eléctrica del país, la que al inicio de 2010 dependía en un 70% de las plantas termoeléctricas, empresas que a partir de la crisis energética de 1994 se consolidaron como las principales productoras de energía en Honduras. Actualmente, la disponibilidad de energía térmica alcanza aproximadamente un 55.5% y la renovable un 44.5%. Honduras consume de 1,200 a 1,600 MW de energía eléctrica, de estos, el 62% proviene de las termoeléctricas.
En esta planificación de cambio de matriz energética se integran los pequeños y medianos proyectos de energía renovable, aprobados por el Congreso Nacional.
A estos proyectos de generación de energía limpia se les suma las hidroeléctricas Los Llanitos y Jicatuyo, la reparación y repotenciación de la represa General Francisco Morazán o El Cajón, las cuales no se hacen efectivas todavía y provoca la fuga del líquido.
Para Ramón Nájera, presidente de la Comisión de Energía del Congreso Nacional, la solución al problema energético está en la siembra de palma africana y la caña de azúcar.
“Si se siembra un millón de hectáreas de palma africana y cien mil hectáreas de caña de azúcar, con eso resolvemos varios problemas, como el energético, los combustibles, la falta de empleo y bajaría la delincuencia”, indicó.
Dijo que con la medida anterior se recuperaría la inversión en el país; pero falta voluntad de los hondureños para emprender esta iniciativa.
Las plantas térmicas que estaban inoperativas comenzaron a trabajar desde el viernes pasado en horas del mediodía, lo que ha dado una disponibilidad de 671 megavatios adicionales para atenuar los racionamientos, confirmó ayer Leonardo Deras, subgerente técnico de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee).
“Las plantas comenzaron a operar desde el viernes a mediodía y tienen una disponibilidad de 671 MW, por lo que desde el viernes no hemos hecho racionamientos”, aseguró a LA PRENSA el funcionario.
Al mismo tiempo indicó que la Enee ha estado comprando a Guatemala aproximadamente 70 megavatios en el día y 30 megas en la noche para cubrir la demanda energética del país en horas de mayor demanda.
Esta situación de calamidad energética se debe a tres razones: poca agua para la generación de energía hidroeléctrica, mayor demanda de energía en el país y debido a que algunas platas térmicas habían paralizado sus operaciones.
Pero, según Deras, esta situación de crisis ha ido mejorando, ya que el clima está favoreciendo, la población está ahorrando energía y las plantas térmicas están en plena operación.
Expuso que hay un buen pronóstico para la generación de energía eólica, pues las condiciones climatológicas han mejorado, aunque no descartó los racionamientos hasta que comiencen fuertemente las lluvias.
“Tenemos una reducción real de la demanda que va a tener un máximo de 1,230 megavatios”, manifestó.
Recuperación de mora
Una de las acciones que ayudaría a la Enee es la recuperación de la mora y robo de energía.
Se estima que hay un 32% de pérdidas, y si se recuperara esta mora y se redujera en un 15%, la empresa obtendría unos 13 millones de lempiras diarios, es decir, unos 4,800 millones de lempiras anuales.
En la medición según la estructura tarifaría, se brinda subsidio a quienes consumen menos de 300 kilovatios, pero hay quienes alteran los medidores, principalmente en colonias residenciales lo que le ocasiona millonarias pérdidas a la estatal eléctrica.
La Enee suministra ahora el 83 % de la demanda eléctrica del país, la que al inicio de 2010 dependía en un 70% de las plantas termoeléctricas, empresas que a partir de la crisis energética de 1994 se consolidaron como las principales productoras de energía en Honduras. Actualmente, la disponibilidad de energía térmica alcanza aproximadamente un 55.5% y la renovable un 44.5%. Honduras consume de 1,200 a 1,600 MW de energía eléctrica, de estos, el 62% proviene de las termoeléctricas.
En esta planificación de cambio de matriz energética se integran los pequeños y medianos proyectos de energía renovable, aprobados por el Congreso Nacional.
A estos proyectos de generación de energía limpia se les suma las hidroeléctricas Los Llanitos y Jicatuyo, la reparación y repotenciación de la represa General Francisco Morazán o El Cajón, las cuales no se hacen efectivas todavía y provoca la fuga del líquido.
Para Ramón Nájera, presidente de la Comisión de Energía del Congreso Nacional, la solución al problema energético está en la siembra de palma africana y la caña de azúcar.
“Si se siembra un millón de hectáreas de palma africana y cien mil hectáreas de caña de azúcar, con eso resolvemos varios problemas, como el energético, los combustibles, la falta de empleo y bajaría la delincuencia”, indicó.
Dijo que con la medida anterior se recuperaría la inversión en el país; pero falta voluntad de los hondureños para emprender esta iniciativa.