La relatora especial de la ONU sobre Violencia contra las Mujeres, Rashida Manjoo, dijo hoy en Tegucigalpa que esa problemática 'está propagada' y 'es sistemática' en Honduras al estar vinculada a la situación económica y social.
Manjoo concluyó este lunes una visita de ocho días a Honduras para analizar las principales manifestaciones de violencia perpetradas contra mujeres y niñas, así como las estrategias y programas creados en el país para prevenir las agresiones por razones de género.
En una rueda de prensa en Tegucigalpa, la relatora especial sostuvo que en Honduras la violencia contra las mujeres 'está propagada, es sistemática y su impacto se manifiesta de numerosas formas', como la agresión intrafamiliar y el tráfico de personas.
Agregó que durante su visita al país centroamericano tomó nota de 'un sinnúmero de preocupaciones en relación a los altos niveles de violencia doméstica, feminicidio y violencia sexual'.
Los asesinatos de mujeres en Honduras aumentaron un 263,4 % entre 2005 y 2013, y el 95 % de los casos está impune, señaló la relatora de la ONU, sin dar cifras anuales.
Añadió que la violencia doméstica 'sigue siendo la causa principal de los crímenes que se denuncian' en Honduras, donde cifras oficiales señalan que cada 13 horas hay un asesinato de una mujer.
El tráfico de personas para fines de explotación sexual es otra manifestación de la violencia contra la mujer que se 'está 'infrareportando' en Honduras debido a la naturaleza oculta del delito y también por la prevalencia del crimen organizado', subrayó Manjoo.
La relatora de la ONU expresó su preocupación por la violencia que sufren las mujeres y niñas indígenas y afrohondureñas, así como las personas lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersex (LGBTI).
Entre los 'desafíos' detectados, la experta de la ONU indicó que es importante reconocer que la violencia contra las féminas 'es una violación de derechos humanos que está arraigada en múltiples formas de discriminación y desigualdad transversales y que está sumamente vinculada a la situación social y económica de las mujeres'.
Entre otros desafíos, Manjoo señaló la falta de aplicación efectiva de la legislación, la discriminación en el sistema judicial, las inconsistencias en la interpretación y la aplicación de la norma, y la falta de acceso a servicios que promuevan la seguridad y atiendan la prevención de futuros actos de violencia.
La falta de medidas para 'colmar las necesidades de emponderamiento de las mujeres' es un factor que 'contribuye a la inseguridad y al miedo continuo' e impide eliminar las diferentes formas de violencia contra las féminas en el país, apuntó.
El Estado de Honduras 'tiene la responsabilidad de actuar con debida diligencia para eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niños', resaltó.
Esa responsabilidad incluye 'la protección, la prevención, la investigación, la sanción y el suministro de recursos efectivos incluyendo medidas de resarcimiento', señaló la funcionaria de la ONU.
Tras visitar un centro penitenciario y un albergue para adolescentes, Manjoo dijo que en Honduras 'no se atienden suficientemente las causas estructurales y de raíz del encarcelamiento, la violencia vivida durante el mismo y las consecuencias del encarcelamiento de mujeres'.
Las principales causas de encarcelamiento de féminas en Honduras están asociadas con 'pandillas, extorsión y actividades relacionadas al narcotráfico', precisó.
Manjoo cuestionó 'los altos niveles de cinismo en cuanto al funcionamiento y la capacidad de las instituciones' hondureñas encargadas de promover y proteger los derechos humanos de las mujeres.
La relatora expresó su 'preocupación' por la prohibición del aborto y la contracepción de emergencia, pues 'tiene un impacto negativo en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y niñas hondureñas', según dijo.
Tras compartir este lunes sus hallazgos preliminares, Manjoo tiene previsto presentar oficialmente su informe ante la ONU en junio de 2015.