Las autoridades de Estados Unidos y Honduras tienen problemas para identificar a niños de dos y tres años entre los miles de migrantes que llegaron a territorio norteamericano en una oleada sin precedentes a causa de la violencia en Centroamérica, informaron este sábado fuentes oficiales.
'Incluso vienen niños de dos y tres años, que ni siquiera pueden decir su nombre. ¿Cómo vamos a investigar quién es su papá, quién es su mamá? ¿Con quién lo vamos a reunificar?', deploró Ana Bulnes, cónsul de Honduras en McAllen, en el estado de Texas, en declaraciones a la estación local HRN.
La cancillería y las autoridades consulares hondureñas reaccionaron alarmadas esta semana cuando confirmaron que más de 60.000 niños habían sido detenidos y albergados con migrantes adultos. También hay niños salvadoreños y guatemaltecos.
Los jóvenes que entran a Estados Unidos --en promedio de 60 a 70 cada día-- y que cruzan ilegalmente la frontera a través de México alegan que huyen de la violencia de la que son víctimas en sus comunidades por pandillas o que tratan de unirse a sus padres en Estados Unidos.
'Como ha habido sobrepoblación de los albergues, se han habilitado bases militares que están funcionando en estos momentos como albergues', indicó la cónsul.
Bulnes relató que los niños ingresan con un pariente o un amigo pero se separan de ellos al entrar a Estados Unidos, donde son detenidos por las autoridades migratorias. Sin embargo, no pueden estar más de ocho horas en esos albergues, que son instalaciones para adultos.
'Están muy bien acondicionados esos albergues; el problema es ¿a quién se le van a entregar estos niños, que están acogidos bajo los tratados internacionales de Viena y tratamientos especiales como refugiados?', lamentó.
Añadió que las autoridades migratorias están distribuyendo a los menores en otros albergues que ofrezcan facilidades en diferentes zonas de Estados Unidos, no solo en Texas.
El consulado hondureño y las autoridades migratorias estadounidenses verifican en conjunto los datos y tratan de localizar a sus padres o a un pariente cercano para entregarlos, agregó Bulnes, quien explicó que el proceso puede durar entre siete días y tres meses.
De acuerdo con el Comité de Migrantes Retornados, un ente autónomo adscrito a la cancillería, alrededor de un millón de hondureños vive en Estados Unidos, la mayoría indocumentados que envían remesas por más de 3.000 millones de dólares anuales, y cerca de 250 personas salen de Honduras diariamente en busca del 'sueño americano'. AFP