El crimen organizado aprovecha la pobreza y que las leyes de Honduras impiden imputar penalmente a menores de edad para reclutar y entrenar en técnicas de ataque y el uso de armas a niños pobres o en situación de abandono, según un estudio dado a conocer hoy por la organización Casa Alianza.
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'La necesidad de suplir carencias económicas es aprovechada por los grupos criminales para ofrecerles (a los niños y jóvenes) la posibilidad de salir de la pobreza de una forma aparentemente fácil y en el menor tiempo posible', señala el estudio 'Niñez y juventud en las redes del crimen organizado en Tegucigalpa'.
El informe fue elaborado por el Observatorio de Derechos de niñas, niños y jóvenes de Honduras de la organización humanitaria Casa Alianza, con apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Uno de los representantes del Observatorio de Casa Alianza, Gerardo Rivera, dijo a Efe que la niñez de Honduras está siendo utilizada por el crimen organizado como 'instrumento de generación de violencia y para cometer ilícitos como robos, sicariato, extorsión, tráfico y venta de drogas, tráfico y venta de armas'.
Aunque no hay estadísticas oficiales, Rivera advirtió la presencia cada vez mayor de menores entre los 10 y 18 años que integran bandas delincuenciales.
El informe señala que la marginalidad, la exclusión social y la desintegración familiar son también factores condicionantes, aunque no determinantes, para que los niños y jóvenes ingresen a bandas criminales.
'Estos grupos hábilmente identifican las carencias de los niños y se aprovechan y les ofrecen lo que no tienen en los hogares', enfatizó el experto de Casa Alianza.
Los niños de bajos recursos económicos o en situación de abandono familiar son 'los más vulnerables' al reclutamiento forzado de grupos del crimen organizado, que también aprovechan que las leyes de Honduras -donde hay más de 3,5 millones de infantes- impiden imputar penalmente a menores de edad, agregó.
'Los delincuentes están usando a niños para cometer una serie de ilícitos', debido a que la legislación hondureña impide que los hechos cometidos por éstos puedan ser procesados como delitos penales, subrayó Rivera.
El informe señala que de un total de 120 niños y jóvenes encuestados por Casa Alianza, el 44 % considera que las actividades delictivas que más ingresos les genera, de forma rápida y fácil, son la venta de drogas, el robo y la extorsión.
Además, vender o transportar drogas y armas, obtener marihuana y alcohol, y cobrar extorsiones, son algunas de las actividades que la niñez hondureña ve con mayor facilidad de realizar en Tegucigalpa.
Según Rivera, son tantas las carencias afectivas, económicas y de atención que padecen miles de niños en Honduras que por unos cuantos lempiras (moneda local) o un poco de falso cariño se convierten en presa fácil de los grupos delincuenciales, y por ello instó a las autoridades a garantizar la seguridad y bienestar de los infantes vulnerables.
Honduras es azotada por una ola de violencia que a diario causa un promedio de 15 muertes y hace figurar a esta nación centroamericana como una de las más violentas del mundo, según organismos locales e internacionales. EFE