La visita a Honduras del subsecretario de Estado de EUA para Antinarcóticos y Seguridad, William Brownfield, los pasados días 11 y 12, ha dejado un nuevo ofrecimiento de Washington con el país centroamericano de seguir cooperando para combatir el narcotráfico y el crimen organizado.
El alto cargo de la Casa Blanca dijo que traía 'buenas noticias en mucho sentido', como la de que 'Honduras y Estados Unidos hemos colaborado, estamos colaborando y vamos a seguir colaborando en este esfuerzo tan complicado pero tan importante durante los años que vienen'.
Brownfield no precisó detalles sobre el diálogo que celebró con el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, de quien dijo que 'ha mostrado interés y deseo para más colaboración en algunas áreas específicas'.
'Vamos a tratar de producir los recursos necesarios, al final de todo tengo yo un número limitado de fondos ofrecidos por mi Congreso Nacional. Yo puedo dividir el paquete de fondos y recursos disponibles en la manera deseada por el gobierno y el presidente de Honduras, pero lo que no puedo hacer es crecer o expandir el paquete de recursos', indicó el diplomático.
Sin embargo, el exministro hondureño de Seguridad y diputado del gobernante Partido Nacional, Oscar Álvarez, dijo horas antes de la reunión entre Brownfield y Hernández que el legislativo pediría a Estados Unidos apoyo a Honduras para reparar helicópteros, aviones y equipo para combatir el narcotráfico.
En aviación, Honduras ha dejado de ser poderosa en Centroamérica porque la mayor parte del armamento del que dispone 'es viejo, por eso se ha venido practicando un canibalismo, reparando un helicóptero o un avión con piezas de otro por falta de repuestos', dijo a Efe un oficial de la Fuerza Aérea en Tegucigalpa.
A mediados de los años 80 del siglo pasado Honduras adquirió una flota de aparatos como diez casa F5-E y dos F5-F estadounidenses, otras 'Tucanos' brasileños para entrenamiento, pero que pueden ser artillados, y de cazas 'C-101' españoles.
También se hizo de varios helicópteros 'Bell' y cuatro 'Hércules' C-130 de carga, estos últimos usados.
Pero de toda esa flota, que se sumó a varios caza 'A-37' de los que unos pocos siguen volando, la mayoría están parados por falta de repuestos y otros 'fuera de inventario porque ya dieron su vida útil y sale mejor comprar nuevos, como algunos Tucano', añadió la misma fuente.
La petición que según Oscar Álvarez se le haría a EUA para reparar aviones y helicópteros se plantea en momentos en que Washington no ha ocultado su reserva por una reciente ley aprobada por el Parlamento hondureño que faculta a las fuerzas del país centroamericano a derribar avionetas sospechosas de llevar drogas.
Los aparatos serían derribados si no acatan la instrucción de descender a tierra tras varios requerimientos de la Fuerza Aérea Hondureña, según la nueva ley.
Sobre el eventual derribo de avionetas, Brownfield dijo que cada país tiene sus leyes, pero que 'nadie quiere ver derribados aviones o avionetas de inocentes'.
'En otras palabras, nadie quiere errores en ese sentido. Esos son dos puntos de coincidencia bastante importantes (con Tegucigalpa)', subrayó el diplomático estadounidense, que visitó Honduras dentro de una gira que además le llevó a Guatemala.
Brownfield también dijo que en lo que respecta a los vuelos de avionetas del narcotráfico sobre el espacio aéreo hondureño, ha habido 'una reducción de más de 80 %' y que en ese sentido su informe 'es bastante positivo'.
'Hay mucho menos tránsito aéreo de droga ilícita por Honduras hoy que hace dos o tres años, pero el problema no ha desaparecido. La entrada del producto por mar es un problema mayor y eso hasta cierto punto es el desafío para los gobiernos hondureño y estadounidense para atacar durante el año 2014', acotó.
Honduras, cuyas autoridades se incautaron en enero pasado de dos toneladas de cocaína en un contenedor que venía en un barco procedente de Colombia, se ha quejado en los últimos años de que Estados Unidos no está haciendo lo suficiente para ayudar a Centroamérica en el combate al narcotráfico.
Un mensaje en ese mismo sentido lo expresó el presidente Juan Orlando Hernández al asumir el poder, el 27 de enero pasado, cuando invitó al jefe de la Casa Blanca, Barack Obama, y el Congreso de EUA a que brinden más ayuda para combatir el flagelo de las drogas.
Hernández dijo al tomar posesión que mientras Honduras y el resto de Centroamérica ponen 'los muertos' en la lucha contra el narcotráfico, para Estados Unidos el problema de la droga es solamente un tema de salud.
Brownfield es el primer alto funcionario de la Administración Obama que ha venido a Tegucigalpa a pocos días de haber asumido el nuevo presidente del país centroamericano, quien desde su campaña política ha venido reiterando que hará 'lo que tenga que hacer' para devolverle la 'paz y seguridad' a los hondureños.
Honduras vive una delincuencia y violencia criminal que a diario deja un promedio de 20 muertes y, según las autoridades, el crimen organizado, el narcotráfico y las pandillas armadas son responsables en gran medida de tanta criminalidad en el país.
Para Estados Unidos, según lo que indicó Brownfield, 'lo importante es usar los recursos en la manera más efectiva que sea posible'.
Además, 'la solución es seguir trabajando y colaborando regionalmente e internacionalmente', dijo Brownfield, quien se fue entre la duda y la esperanza de muchos hondureños que a diario viven el temor de la violencia que sacude a su país y de escuchar falsas promesas de gobiernos pasados para combatir ese flagelo. EFE