Miles de opositores hondureños, encabezados por el expresidente Manuel Zelaya, protestaron este lunes durante la toma de posesión del presidente Juan Orlando Hernández, en Tegucigalpa, constataron periodistas de la AFP.
Los manifestantes -unos 5.000 según los organizadores- marcharon desde la Universidad Pedagógica Nacional hasta el Estadio Nacional (centro), donde se celebraba la ceremonia de toma de posesión, para repudiar a Hernández, al que acusan de haber ganado los comicios de manera fraudulenta.
Un nutrido contingente de policías y militares impidió, sin embargo, el paso a los manifestantes, convocados por los izquierdistas Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y del Partido Libertad y Refundación (Libre) de Zelaya.
'Queremos pasar', 'dictadura', protestaban a gritos los manifestantes frente al cordón de seguridad, donde policías y militares estacionaron una tanqueta de chorros de agua a presión para intimidar a los zelayistas.
'Tenemos instrucciones de que los diputados pueden pasar, pero los demás no', le comunicó un oficial a Zelaya, cuando llegó al lugar con sus seguidores.
Ante la imposibilidad de continuar con su protesta, Zelaya se subió junto a otros dirigentes opositores a un vehículo descapotado, desde donde acusó al nuevo gobierno de reprimir la libertad de expresión.
Hoy 'se está montando en Honduras una nueva esclavitud, un gobierno que reprime la libertad de expresión, un gobierno despótico', denunció el derrocado exmandatario en medio de la ovación de sus simpatizantes.
Hernández, del Partido Nacional (PN, derecha) ganó con 36,8% de los votos las elecciones del pasado 24 de noviembre a la esposa de Zelaya y candidata de Libre, Xiomara Castro, con 28,79% de los sufragios, quien denunció un fraude electoral ante la Corte Suprema de Justicia, mediante un recurso de amparo que fue desestimado.
En las elecciones, el partido de gobierno obtuvo 48 diputados, Libre 37, el Partido Liberal (PL, derecha) 27, Partido Anticorrupción (PAC) 13 y tres de igual número de partidos minoritarios.
Libre fue fundado en 2011 por simpatizantes de Zelaya, obreros, campesinos, maestros, estudiantes y otras agrupaciones de izquierda, que junto con el FNRP encabezaron por más de cien días las protestas que se dieron en Honduras, tras la expulsión de Zelaya del poder, el 28 de junio del 2009.
Zelaya, quien llegó al poder por el PL, fue derrocado por una alianza cívico militar, debido a giro que estaba dando su gobierno hacia la izquierda.