Tegucigalpa. Estados Unidos está “dispuesto” a trabajar con Honduras en el nuevo aeropuerto de Comayagua, que se edificará en la base militar Enrique Soto Cano, adonde opera la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo norteamericana.
En esos términos se pronunció la embajada estadounidense acreditada en Tegucigalpa, luego de la adjudicación del contrato de construcción y operación del nuevo aeropuerto que se pretende edificar mediante una inversión superior a los dos mil millones de lempiras.
“Los Estados Unidos son conscientes de la decisión de Honduras para construir un nuevo aeropuerto en Palmerola. Ni el gobierno de Estados Unidos ni empresas de Estados Unidos están involucrados en el proyecto”, dijo la embajada norteamericana.
El proyecto fue adjudicado la semana anterior a la firma Servicios Aeroportuarios Integrados S.A. (Saisa) del Grupo Terra (actual administrador de los aeropuertos), como único oferente mediante concurso internacional.
La empresa ofertó el cobro de 46.50 de dólar (957 lempiras) por tasa aeroportuaria y aceptó los términos del cofinanciamiento del Estado, fijados en 30 millones de dólares, es decir, más de 600 millones de lempiras.
“El Gobierno de los Estados Unidos y la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo están dispuestos a trabajar estrechamente con las autoridades hondureñas de la Base Soto Cano y con la empresa privada a la que le otorgaron el contrato de construcción del aeropuerto para asegurar que las actividades de la base y el aeropuerto comercial sean coordinadas eficazmente”.
La Fuerza de Tarea Conjunta Bravo realiza y apoya operaciones conjuntas, interinstitucionales, intergubernamentales y multinacionales para contrarrestar el narcoterrorismo, proveer asistencia humanitaria y alivio de desastres, y promover la seguridad regional, la estabilidad y la cooperación.
Además, el destacamento desarrolla numerosos entrenamientos de preparación médica cada año y en los últimos seis meses de 2013, el elemento médico de la Fuerza Bravo se asoció con la Secretaría de Salud y militares hondureños para proporcionar atención médica a más de 3,500 hondureños.
