A 44 días de las elecciones presidenciales, la Conferencia Episcopal de Honduras le pidió este miércoles al pueblo hondureño que el próximo 24 de noviembre acuda masivamente a las urnas “sin condicionar ni malversar su voto ni por sobornos, ni por presiones o amenazas, ni por simple costumbre”.
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A 44 días de las elecciones presidenciales, la Conferencia Episcopal de Honduras le pidió este miércoles al pueblo hondureño que el próximo 24 de noviembre acuda masivamente a las urnas “sin condicionar ni malversar su voto ni por sobornos, ni por presiones o amenazas, ni por simple costumbre”.
Los obispos católicos reunidos ayer en asamblea ordinaria en esta capital hicieron sus reflexiones con motivo de los comicios generales.
En un comunicado oficial, los prelados exhortan al electorado a que “esté vigilante y dispuesto a detectar y denunciar cualquier fraude o práctica ilegal que pueda alterar la transparencia y el resultado de los comicios”.
A continuación, los puntos textuales de la reflexión de los obispos:
I. NUESTRAS INTENCIONES
1. Los obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras, reunidos en asamblea ordinaria, dirigimos este mensaje en primer lugar a todas las comunidades católicas de nuestras diócesis y, también, a toda la población hondureña, movidos por el deseo de que estas elecciones generales del 24 de noviembre de 2013 sean un paso en firme para el fortalecimiento de instituciones políticas que garanticen una convivencia justa, libre y promotora de la dignidad de cada uno.
2. El 11 de octubre de 2012 publicamos la carta pastoral titulada “Reflexiones con motivo del actual proceso electoral en Honduras”.
II. UNA MIRADA CARGADA DE ESPERANZA
3. En estos momentos, y junto a la mayoría de la población, quisiéramos poder despejar tantas dudas: ¿Habrá elecciones transparentes? ¿Se desarrollarán en paz y sin violencia? ¿Nos ayudarán a salir de la crisis que envuelve al país? ¿Serán aceptados los resultados?, etcétera.
A pesar de estas incertidumbres, vemos ciertos signos, que podríamos considerar positivos, en la sociedad civil, en los partidos políticos, en las instituciones. Signos de que, aun cuando sigue influyendo el peso de algunos políticos incorregibles, la confrontación, el descrédito del adversario, el fraude, el engaño y la manipulación de los sencillos van dejando paso a la sensatez y madurez política. Consideremos algunos de estos signos:
4. El Tribunal Supremo Electoral (TSE), aun dando muestras de ciertas debilidades internas, mantiene una actividad permanente de consulta y búsqueda para establecer los mejores mecanismos que le permitan anticiparse a cualquier escenario que pueda poner en entredicho los resultados en los comicios electorales.
5. Los candidatos presidenciales han mostrado madurez política al suscribir, el pasado 20 de agosto, ante las autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y del Registro Nacional de las Personas (RNP) un “pacto político ético” que los obliga a respetar los resultados de los próximos comicios.
6. Diferentes instituciones internacionales han manifestado su interés en enviar observadores para monitorear el proceso electoral. También diversas organizaciones de la sociedad civil hondureña se preparan para ejercer las funciones de observación y auditoría social.
7. Miembros de la Iglesia Católica están presentes en todas esas plataformas; y también, a través de los propios cauces tanto personal como comunitariamente, la Iglesia Católica se suma al esfuerzo para que las elecciones sean transparentes.
III. NUESTRA VISIÓN PASTORAL
8. Miramos con profundo dolor y compasión el grave deterioro de la salud, de la enseñanza, del trabajo, de la seguridad. Urgimos a todos los candidatos a mostrar su cercanía al sufrimiento que ese deterioro genera y a presentar propuestas claras, con presupuestos creíbles para cambiar estas situaciones. La conquista del poder no debe ser para abusar de él, sino para usarlo en bien de toda la colectividad.
9. El papa Juan Pablo II afirmó: “En el ejercicio del poder político es fundamental aquel espíritu de servicio que, unido a la necesaria competencia y eficiencia, es el único capaz de hacer “transparente” o “limpia” la actividad de los hombres políticos, como justamente, además, la gente exige”. (Christifideles laici, 42).
10. Creemos muy necesario, en este momento de la historia de Honduras, que estos comicios sean, según la expresión popular, una auténtica “fiesta cívica”, para que podamos transitar de la celebración de las elecciones generales a la celebración de la vida en la que la dignidad de la persona y sus derechos sea respetada, y en la que el bien común se imponga como criterio ético y operativo de toda forma de gobierno.
11. Es todo el pueblo hondureño, no solo los partidos políticos, quien debe recuperar su soberanía y su protagonismo en la vida pública y en la vida política.
12. En nuestra anterior carta pastoral acerca del proceso electoral hacíamos énfasis en lo inadecuado y negativo que resulta el abstencionismo.
IV. NUESTRAS PROPUESTAS
13. Pedimos a todas las personas con derecho de ejercer el sufragio que lo hagan conscientemente, es decir, con conocimiento de la realidad, habiéndose informado sobre las candidaturas y después de haber reflexionado y orado sobre lo que más le conviene a Honduras.
14. Confiamos en que el pueblo sabrá escoger a sus representantes entre los candidatos y candidatas de probada integridad, que viven y defienden los principios democráticos, los valores éticos de sinceridad, laboriosidad, honradez, transparencia, respeto de las opiniones ajenas y claro compromiso por el bien común, especialmente de la población empobrecida y marginada.
15. Les pedimos también, por el bien de Honduras, que voten libremente, es decir, sin condicionar ni malversar su voto ni por sobornos, ni por presiones o amenazas, ni por simple costumbre. Que voten por quienes muestren un mejor conocimiento y cercanía a la realidad, por quienes dediquen más tiempo y energía a explicar sus propuestas, habiendo dado pruebas de su honestidad y compromiso con la justicia, así como de respeto al sistema democrático.
16. Exhortamos al electorado a que esté vigilante y dispuesto a detectar y denunciar cualquier fraude o práctica ilegal que pueda alterar la transparencia y el resultado de los comicios.
17. Exhortamos a las comunidades cristianas a que aprovechen esta oportunidad que nos ofrecen las elecciones para dar un verdadero testimonio de participación, de conciliación, de unidad y de respeto, por encima de los colores políticos.
V. NUESTRA CONFIANZA EN EL FUTURO
18. Confiamos en que el proceso electoral bien realizado y con elevada participación ciudadana dé paso a una reorganización social y política que permita “la elaboración de un proyecto nacional incluyente al servicio de una democracia pluralista, participativa, justa, responsable, respetuosa de la dignidad humana, dialogante, promotora del bien común y defensora de los derechos humanos.
19. La participación en la construcción de una sociedad justa y solidaria es tarea permanente.
20. Confiamos en que si se logra un proceso electoral basado en los valores que hemos mencionado, es más factible que, a nivel internacional, se corrija la imagen que muchas naciones tienen de Honduras como país violento e ingobernable.
21. Pedimos con fe al Señor que ilumine nuestras mentes y corazones para que actuemos honrada y dignamente ante un acontecimiento que es vital para nuestra patria. Que el Señor nos dé el sentido de la responsabilidad para actuar pensando, sobre todo, en un futuro digno, seguro y pacífico para los niños y jóvenes que tienen derecho a recibir la mejor herencia posible: una Honduras reconciliada y en paz.
Santa María de Suyapa interceda por Honduras ante su Hijo y nos bendiga con su maternal protección.
Comayagüela, 9 de octubre de 2013
CONFERENCIA EPISCOPAL DE HONDURAS