Tegucigalpa. Para Roger Noriega, exembajador de Estados Unidos en la Organización de los Estados Americanos (OEA), Honduras se encuentra en un evidente “estado de sitio”.
El diplomático hace un análisis para el American Enterprice Institute sobre la precaria situación que enfrenta Honduras en el combate a la narcoactividad, violencia y crimen, pero sobre todo del indeble sistema democrático, el Estado de derecho y las elecciones presidenciales que se aproximan en el país .
Noriega analiza que después de la férrea lucha que se ha librado (por parte de Estados Unidos) contra los carteles de la droga que operan en Colombia y México, estos se están trasladando a América Central.
Políticos y militares narcos
En esta región han buscado la nación más débil en la aplicación de la ley, donde además están los políticos más corruptos, y bajo ese escenario -afirma Noriega- Honduras “es un objetivo prioritario”.
A eso se debe sumar, según su apreciación, la gran responsabilidad que tuvo la administración del expresidente Manuel Zelaya, a quien lo señala de haber creado “un ambiente acogedor” para la violencia y el crimen organizado, especialmente para los narcotraficantes.
Noriega señala que Honduras se encuentra en una lucha desigual. “Los organismos e instituciones encargados de hacer cumplir la ley están mal equipados para resistir la embestida. Estas bandas multimillonarias (del narcotráfico) están haciendo causa común con algunos políticos locales”, señala el exembajador.
Noriega destaca además que ese fue un “libro de jugadas” que ya se aplicó (por parte de los narcotraficantes) en la Venezuela del extinto presidente Hugo Chávez Frías, quien -según Noriega- permitió y fue partícipe del nacimiento de un “narcoestado” en Venezuela.
“Al igual que Chávez, caudillos (de la región, Honduras incluida) están utilizando el proceso democrático para buscar el poder, debilitar las instituciones, y socavar el imperio de la ley y así generar turbulencia en los países para que se adapte el narcotráfico”, sostiene.
Noriega advierte que “en Honduras, para empeorar las cosas, hay activistas de izquierda en el exterior, en apoyo al derrocado expresidente Manuel Zelaya, monaguillo de Chávez, que están librando una campaña pública que busca bloquear cualquier ayuda de Estados Unidos para ayudar al Gobierno hondureño a combatir los carteles de la droga”.
Noriega se pregunta si “esa campaña pública de activistas de izquierda en Honduras se trata de defender los derechos humanos, o es una estrategia política para hacer ingobernable el país y allanar el camino para la victoria de la esposa (Xiomara Castro) de Manuel Zelaya en las elecciones presidenciales en noviembre”.
Irónicamente -advierte Noriega- si eso pasa “en lugar de paliar el ‘mal’ que se cometió cuando Zelaya fue depuesto... una victoria de (Xiomara) Zelaya puede poner al país en el camino hacia una radical reforma constitucional que pone al país a disposición de los narcotraficantes”.
En ese sentido Noriega demanda que “es imperativo que las autoridades de Estados Unidos apoyen enérgicamente la democracia, el imperio de la ley y los programas antidrogas en Honduras”.