Debido a la baja cantidad de estudiantes matriculados, la jornada nocturna de muchos centros de educación media está a punto de desaparecer.
Heriberto Flores, director del instituto Hibueras de Comayagüela, dijo que hace tres años tenían cerca de 700 estudiantes.
“El año anterior teníamos cerca de 350 y creemos que este año que comienza la cifra disminuirá”, lamentó.
La inseguridad es uno de los factores que han hecho caer la matrícula de los estudiantes en la jornada nocturna.
“El año pasado nos mataron tres muchachos; dos de ellos eran excelencia académica.
Es lamentable lo que está pasando. Debido a eso, muchos han desertado para evitar que los maten”, dijo el director del Hibueras.
Daniel Figueroa, subdirector de la jornada nocturna de ese instituto, analizó que muchos han optado por cambiarse al sistema de educación a distancia o educación por radio que ofrecen otros centros educativos.
“La máxima dificultad es la inseguridad. A muchos los asaltan y los matan y eso nos ha generado un problema porque debemos reordenar la oferta académica”.
El Hibueras cerró el año anterior cerca de 10 secciones: de 35 bajó a 25. Eso denota la gravedad del problema.
Hay unos 27 docentes en la jornada nocturna, pero “tendremos que ver cómo reubicamos a varios de ellos”.
Figueroa dijo que conoce experiencias de otras instituciones educativas que les proporcionan transporte a los estudiantes, pero incluso así están desertando de la jornada nocturna.
Caso de San Pedro Sula
Sigue el cierre de la jornada nocturna en varios colegios públicos y privados de San Pedro Sula. En Choloma, La Pradera, Chamelecón y Rivera Hernández, los docentes decidieron dejar de impartir clases por el peligro y se produjo una deserción masiva por la ola de asaltos, extorsiones y amenazas contra los alumnos.
Ahora, el temor aflora en otras jornadas por los grupos delictivos que quieren controlar las operaciones en los colegios y escuelas.
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