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Ocho de cada diez no logra terminar su educación básica en Honduras

  • 31 diciembre 2013 /

Muchos alumnos abandonan las aulas de clases en las zonas rurales en la transición que se da del sexto al séptimo grado.

La precariedad de las zonas rurales en materia educativa se evidencia una vez más en un estudio que revela que solamente dos de cada 10 estudiantes logran completar la educación básica.

Así lo afirma el informe Impacto de las escuelas secundarias alternativas en adolescentes rurales, elaborado por investigadores nacionales e internacionales de la Universidad de California, Berkeley.

El documento afirma que se ha convertido en un verdadero desafío para las autoridades hondureñas revertir esa situación en el menor tiempo posible, considerando que en las regiones rurales del país es donde golpea más fuertemente la pobreza, que a su vez se agudiza por la falta de educación en sus pobladores y viceversa.

“Es un desafío importante para el desarrollo de Honduras aumentar el porcentaje de estudiantes que se matriculan y terminan el tercer ciclo de educación básica (de séptimo a noveno) y educación media en el país (de décimo a doceavo grado)”, dice la investigación.

Sigue detallando que “esta problemática es especialmente aguda en zonas rurales, donde aproximadamente ocho de cada diez jóvenes no finalizan la educación básica (noveno grado) y donde menos de un diez por ciento logra completar su educación media”.

Las personas que logran completar el sexto grado de educación primaria alcanzan el 60% de la totalidad que se matricularon en primero, es decir, en el proceso de educación cuatro de cada diez alumnos abandonan las aulas.

Ese porcentaje se incrementa en la zona urbana, ya que casi el 90% de las personas que comienzan el primer grado concluyen el sexto grado, o sea, nueve de cada diez logran esa meta.

El análisis de esta investigación apunta que uno de los obstáculos que fomenta la no continuación de los estudiantes en el séptimo hasta noveno grado se debe a que “este problema puede ser explicado por la falta de acceso a establecimientos educacionales que imparten esos grados”. Debido a eso, afirman, “el gobierno de Honduras ha emprendido una serie de políticas públicas que promueven el desarrollo de alternativas de educación secundaria a través de alianzas con organizaciones no gubernamentales”, las que deben seguir implementándose.

La doctora Erin Murphy Graham, investigadora y elaboradora de este informe, dice que eso se debe a que el sistema educativo nacional no está respondiendo a los cambios mundiales que faciliten el acceso a la aulas y al aprendizaje.

Honduras, afirma, tiene un sistema tradicional donde el alumno solo copia y memoriza, pero no se le enseña a analizar ni pensar.

Afirmó que el gobierno debe buscar la forma de incentivar a los jóvenes para que sigan estudiando, porque la educación es la luz en el camino, es el motor del desarrollo social y económico.

Dennis Cáceres, de la Dirección de Calidad Educativa de la Secretaría de Educación, estimó que cerca de un 30% de los estudiantes que egresan del sexto grado no ingresan a séptimo.

Es por eso que los Centros de Educación Básica han sido una buena herramienta para hacer que los estudiantes continúen en las escuelas, analizó.

Los centros ofrecen enseñanza de primero a noveno grado, lo que de cierta forma obliga a los padres a mantener a sus hijos en los centros educativos.

La condición socioeconómica del país determina en gran medida el desarrollo o avance en la educación, es decir, si no hay salud, empleo, seguridad y otros, la educación de esa nación no avanzará.