San Pedro Sula, Honduras.
Transitar por la tercera avenida entre la segunda y siete calles se ha vuelto una odisea para los sampedranos. Los vendedores se han tomado las aceras y a diario aparecen más puestos de buhoneros. Durante el fin de semana hay calles que están cerradas y no hay ni siquiera paso para los autos.
La supervisión de los encargados en la Municipalidad parece nula. Sin embargo, la alcaldía dice que ya prepara un plan de acción a fin de evitar más saturación de vendedores durante la temporada navideña. La misma dirigencia de los vendedores considera que dar más permisos agravará el problema porque ya no caben ellos en las calles.
Los comerciantes informales de la ciudad aprovechan diciembre para ubicar hasta dos puestos cada uno en las calles del centro a fin de vender sus productos y agenciarse un dinero extra; pero esto provoca que se obstaculice la libre locomoción de los transeúntes. “Temporalmente se les va a dar un permiso a los vendedores en Navidad, pero será de forma ordenada, no es que va a venir ese montón de salvadoreños o chapines, no va a ser así”, señaló Melvin Ferraro, superintendente.
Ferraro se refería al éxodo de vendedores provenientes de Guatemala, El Salvador y de Tegucigalpa para ubicarse en las calles del centro. El regidor Antonio Rivera no está de acuerdo con que los vendedores ocupen las aceras y principales vías de la ciudad. “Las calles no deberían llenarse. Debe haber un control por parte de la Policía Municipal y Abastos y Mercados”, aseveró.
Claudia Pineda, dirigente de una de las cinco asociaciones de vendedores de San Pedro Sula, considera necesario que las autoridades tomen en cuenta a la dirigencia de vendedores para otorgar esos permisos, que lejos de ser beneficiosos traerán más problemas. “El año pasado se cometió el error de darles permisos a algunos vendedores y siguen en esos espacios que fueron liberados en administraciones anteriores”, acotó.
Transitar por la tercera avenida entre la segunda y siete calles se ha vuelto una odisea para los sampedranos. Los vendedores se han tomado las aceras y a diario aparecen más puestos de buhoneros. Durante el fin de semana hay calles que están cerradas y no hay ni siquiera paso para los autos.
La supervisión de los encargados en la Municipalidad parece nula. Sin embargo, la alcaldía dice que ya prepara un plan de acción a fin de evitar más saturación de vendedores durante la temporada navideña. La misma dirigencia de los vendedores considera que dar más permisos agravará el problema porque ya no caben ellos en las calles.
Los comerciantes informales de la ciudad aprovechan diciembre para ubicar hasta dos puestos cada uno en las calles del centro a fin de vender sus productos y agenciarse un dinero extra; pero esto provoca que se obstaculice la libre locomoción de los transeúntes. “Temporalmente se les va a dar un permiso a los vendedores en Navidad, pero será de forma ordenada, no es que va a venir ese montón de salvadoreños o chapines, no va a ser así”, señaló Melvin Ferraro, superintendente.
Ferraro se refería al éxodo de vendedores provenientes de Guatemala, El Salvador y de Tegucigalpa para ubicarse en las calles del centro. El regidor Antonio Rivera no está de acuerdo con que los vendedores ocupen las aceras y principales vías de la ciudad. “Las calles no deberían llenarse. Debe haber un control por parte de la Policía Municipal y Abastos y Mercados”, aseveró.
Claudia Pineda, dirigente de una de las cinco asociaciones de vendedores de San Pedro Sula, considera necesario que las autoridades tomen en cuenta a la dirigencia de vendedores para otorgar esos permisos, que lejos de ser beneficiosos traerán más problemas. “El año pasado se cometió el error de darles permisos a algunos vendedores y siguen en esos espacios que fueron liberados en administraciones anteriores”, acotó.