San Pedro Sula, Honduras.
La comisión interventora encargada de manejar el hospital Mario Rivas cumple hoy un mes de trabajar en el rescate del centro asistencial más importante de la región noroccidental; sin embargo, la falta de medicamentos sigue aquejando a los pacientes.
Mejorar la capacidad resolutiva del hospital por medio del diseño, propuesta e implementación de un plan de acción que permita recuperar el nivel de atención del paciente es el objetivo de la intervención, según el titular de la comisión, Merlin Fernández.
El hospital ha estado sumergido mucho tiempo en una situación crítica.
Factores como la presunta relación de empleados con representantes de funerarias, la supuesta desconexión de los aparatos médicos a pacientes graves, el robo de órganos de fallecidos, el alquiler de camillas por los empleados, el cobro de los guardas de seguridad para permitir el ingreso, los asaltos dentro del edificio y el secuestro de algunas áreas del hospital, donde ni las propias autoridades podían circular, influyeron en la intervención del hospital.
La comisión debe mejorar el área de recursos humanos, donde se encontró una mora salarial significativa y el ausentismo de personal.
La falta de medicamento y equipo médico podría ser menos grave con el aumento del presupuesto.
Según Fernández, el presupuesto necesario para que el Rivas funcione sin mayores problemas es de alrededor de 1,250 millones de lempiras, 500 millones más de lo que tiene; de la cantidad con que cuenta, el 65% es para pagar sueldos. No hay dinero para invertir en equipo médico. La reducción de personal no es un opción, ya que una de las necesidades de este centro es el recurso humano.
Los interventores plantean la descentralización como una medida para rescatar al hospital; sin embargo, manifiestan que es un gran reto, ya que se debe tener una capacidad gerencial operativa para manejarlo adecuadamente y tener sistemas de control fuerte.
Gran parte del equipo del Rivas ya se encuentra desfasado. Las donaciones por lo general no se usan, ya que en ocasiones vienen en mal estado o no hay personas que sepan utilizarlas.
El hospital ha adquirido un equipo, por medio del Leonardo Martínez, consistente en dos máquinas de anestesia e incubadoras abiertas que están en revisión para saber si tienen condiciones de ser utilizadas. Para emplearlas se está solicitando la colaboración del Infop.
La comisión ha recomendado que la Policía Militar permanezca los próximos cinco meses y que si en algún momento se instala una empresa de seguridad privada, sea supervisada por una instancia técnica de seguridad del Estado con el fin de verificar que las medidas se estén siguiendo de acuerdo con el plan de seguridad.
Otra deficiencia del centro es la empresa encargada de la limpieza, que no cumple lo pactado en el contrato, principalmente el tratamiento de los desechos peligrosos e infecciosos. Ya se les ha dado un ultimátum a los representantes de esa compañía para que cumpla el contrato; de lo contrario se cancelará.
Al cumplir este primer mes, los interventores recibirán dos importantes visitas: de la primera dama, quien llega al centro con un lote de medicamentos, y de la representante en Honduras de la Organización Panamericana de la Salud para analizar con mayor profundidad junto con el equipo técnico la situación del Mario Rivas.
La comisión interventora encargada de manejar el hospital Mario Rivas cumple hoy un mes de trabajar en el rescate del centro asistencial más importante de la región noroccidental; sin embargo, la falta de medicamentos sigue aquejando a los pacientes.
Mejorar la capacidad resolutiva del hospital por medio del diseño, propuesta e implementación de un plan de acción que permita recuperar el nivel de atención del paciente es el objetivo de la intervención, según el titular de la comisión, Merlin Fernández.
El hospital ha estado sumergido mucho tiempo en una situación crítica.
Factores como la presunta relación de empleados con representantes de funerarias, la supuesta desconexión de los aparatos médicos a pacientes graves, el robo de órganos de fallecidos, el alquiler de camillas por los empleados, el cobro de los guardas de seguridad para permitir el ingreso, los asaltos dentro del edificio y el secuestro de algunas áreas del hospital, donde ni las propias autoridades podían circular, influyeron en la intervención del hospital.
La comisión debe mejorar el área de recursos humanos, donde se encontró una mora salarial significativa y el ausentismo de personal.
La falta de medicamento y equipo médico podría ser menos grave con el aumento del presupuesto.
Según Fernández, el presupuesto necesario para que el Rivas funcione sin mayores problemas es de alrededor de 1,250 millones de lempiras, 500 millones más de lo que tiene; de la cantidad con que cuenta, el 65% es para pagar sueldos. No hay dinero para invertir en equipo médico. La reducción de personal no es un opción, ya que una de las necesidades de este centro es el recurso humano.
Los interventores plantean la descentralización como una medida para rescatar al hospital; sin embargo, manifiestan que es un gran reto, ya que se debe tener una capacidad gerencial operativa para manejarlo adecuadamente y tener sistemas de control fuerte.
Gran parte del equipo del Rivas ya se encuentra desfasado. Las donaciones por lo general no se usan, ya que en ocasiones vienen en mal estado o no hay personas que sepan utilizarlas.
El hospital ha adquirido un equipo, por medio del Leonardo Martínez, consistente en dos máquinas de anestesia e incubadoras abiertas que están en revisión para saber si tienen condiciones de ser utilizadas. Para emplearlas se está solicitando la colaboración del Infop.
La comisión ha recomendado que la Policía Militar permanezca los próximos cinco meses y que si en algún momento se instala una empresa de seguridad privada, sea supervisada por una instancia técnica de seguridad del Estado con el fin de verificar que las medidas se estén siguiendo de acuerdo con el plan de seguridad.
Otra deficiencia del centro es la empresa encargada de la limpieza, que no cumple lo pactado en el contrato, principalmente el tratamiento de los desechos peligrosos e infecciosos. Ya se les ha dado un ultimátum a los representantes de esa compañía para que cumpla el contrato; de lo contrario se cancelará.
Al cumplir este primer mes, los interventores recibirán dos importantes visitas: de la primera dama, quien llega al centro con un lote de medicamentos, y de la representante en Honduras de la Organización Panamericana de la Salud para analizar con mayor profundidad junto con el equipo técnico la situación del Mario Rivas.