San Pedro Sula, Honduras
El nuevo plan de ordenamiento territorial a 20 años revela que en San Pedro Sula se necesitan al menos seis subestaciones más de bomberos debido al crecimiento poblacional y a la entrada en funcionamiento del canal seco.
Actualmente hay seis subestaciones en el barrio Los Andes y las colonias Fesitranh, Montefresco, Calpules, Cofradía, Chamelecón y la principal en Prado Alto, las cuales ya resultan insuficientes para dar respuesta a más de un millón de sampedranos.
Las deficiencias de la institución son muchas. Hay necesidad de más elementos, en cada una hay tres apagafuegos cuando deberían haber siete. Solamente en la central de Prado Alto hay ambulancias, en las subestaciones no.
Ante el crecimiento poblacional y las llamadas que se reciben se proyectan seis subestaciones: en las colonias Villa Olímpica, Céleo Gonzales, Rivera Hernández, El Ocotillo, Villa Florencia y La Fraternidad. Cada una equipada con unidades de rescate, salvamento y ambulancia para emergencias.
Son urgentes
Danilo Flores, comandante del Cuerpo de Bomberos en San Pedro Sula, se refirió a la importancia que construyan estas subestaciones lo más pronto posible, ya que reciben muchas llamadas de emergencia en su mayoría por recargas en los sistemas eléctricos, o están obsoletos o por pegues clandestinos, y tardan en cubrir por las distancias.
“Recibimos llamadas de algunos sectores donde a la estación más cercana se le dificulta llegar, por ejemplo a El Ocotillo y la Rivera Hernández, porque tiene que acudir la unidad que está en Calpules, eso se dificulta a veces con el tráfico vehicular, principalmente en las horas pico”, señaló.
Solo en el sector Rivera Hernández residen más de 120 mil personas y hay más de 60 colonias. El plan de ordenamiento también contempla que la subestación de la Fesitranh se convierta en estación piloto, mientras se construyen las seis subestaciones.
Basándose en la experiencia adquirida se prevé que al entrar en funcionamiento el canal seco, el impacto y por ende el incremento de la demanda del servicio y los riesgos sean mayores, ya que se espera el paso de diferentes unidades de equipo pesado que transportan materiales peligrosos. Por eso las seis subestaciones están orientadas a la de San Pedro Sula.
Flores informó que está por llegar en los próximos días una unidad para el control de materiales peligrosos ya pensando en los vehículos que van a pasar con el canal seco. El regidor y comisionado municipal de bomberos, José Jaar, también aseguró que previniendo las emergencias que se puedan presentar por el canal seco adquirirán unidades especiales para materiales inflamables, que se repartirán entre la subestación de la Fesitranh y la estación de Prado Alto.
“Si Dios lo permite en uno o dos meses estamos comenzando con el plan de desarrollo y la construcción de las subestaciones”. Reiteró que mientras se inicia la construcción de las subestaciones, la Fesitranh se convertirá en estación piloto y tendrá equipo altamente sofisticado y las unidades de emergencia que se necesitan.
Gastos
Las autoridades bomberiles están a la espera que se cumplan estos puntos del plan de ordenamiento aprobado el domingo en cabildo abierto, sobre todo porque la subestación de la Fesitranh al igual que las demás no tienen lo necesario para cubrir un siniestro de grandes proporciones.
En referencia a esto, el comandante Flores explicó que aunque haya deficiencias en las subestaciones, si contaran con los fondos de la tasa bomberil podrían cubrir todas las necesidades y construir más de seis subestaciones.
“Según el Tribunal Superior de Cuentas que hizo la auditoría de cinco años, la Corporación Municipal nos debe más de 125 millones de lempiras en transferencias que no hicieron al Cuerpo de Bomberos”, señaló Flores.
La Municipalidad siempre ha manejado los fondos de la tasa bomberil por lo que los apagafuegos desconocen la cantidad exacta de lo que reciben y los gastos que acarrean mensualmente, ya que lo único que les pasa la Corporación son 50 mil lempiras mensuales por concepto de alimentación para el personal de 24 horas.
El mantenimiento de una sola subestación puede sobrepasar los 200 mil lempiras mensuales.
Actualmente una comisión adhoc realiza un estudio y entregará un informe de cuánto ingresa a las arcas municipales por esta tasa.
La estación más grande de bomberos es la de Prado Alto y su mantenimiento cuesta unos cuatro millones de lempiras al año, abarca el equipamiento de mobiliario y mantenimiento de unidades.
El mantenimiento de los vehículos viejos puede costar hasta 40 mil lempiras.