San Pedro Sula, Honduras
Cuatro sampedranos lograron traspasar las fronteras con su aplicación tecnológica Movitext, que hace posible enviar mensajes a grandes cantidades de usuarios de dispositivos móviles de forma simultánea.
Desde su apertura hasta ahora, el programa desarrollado por Gustavo Flores, Jorge Baide, Rodil Rivera y Manuel Bardales, ha enviado seis millones de mensajes en Honduras y países centroamericanos como Costa Rica, Panamá y Guatemala.
Han trabajado con 68 empresas a nivel nacional y actualmente brindan el servicio de mensajería a más de seis empresas como Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), Compañía Financiera Sociedad Anónima (Cofisa), Diunsa, una agencia de cobros, Cooperativa Mixto Sula, entre otras.
El pasado domingo 4 de mayo la aplicación tecnológica se utilizó en las elecciones de Panamá, cuando uno de los candidatos políticos utilizó el programa de mensajitos para publicitarse, el cual llegó a 1.2 millones de pobladores.
Los emprendedores, de entre 22 y 28 años, dicen que este contrato se dio gracias a la conexión que hicieron con un asesor político durante una visita a Costa Rica, quien los recomendó para publicitar la candidatura del político panameño.
Cómo empezaron
Estos cuatro jóvenes abandonaron las empresas donde laboraban hace más de seis años para crear una aplicación tecnológica que les permitiera autosostenerse y abrirse paso en el mercado de la informática.
Sabían que constituir una microempresa no sería fácil, sobre todo porque en la realización de sus ideas se dieron cuenta que los métodos didácticos aprendidos en la universidad estaban desfasados.
Para que sus planes estuvieran acorde con la actualidad, tuvieron que volverse autodidactas. Compraron libros que alimentaron aún más sus conocimientos y les dieron una nueva visión a su creatividad.
Comenzaron a compartir sus ideas en 2008, ya en 2010 decidieron fundar la microempresa que vendiera la aplicación de Movitext basada en Internet para envío masivo de mensajes publicitarios, para cobros, cotizaciones de mercado y notificaciones de remesas, entre otras posibilidades, a la cual llamaron Public.
El programa que hasta ahora ha sido rentable, posibilita a las empresas a enviar hasta un millón de mensajes a grandes cantidades de usuarios de dispositivos móviles de forma simultánea.
Para seguir este sueño los universitarios dejaron sus empleos. El primero en hacerlo fue Manuel Bardales, luego le siguió Gustavo Flores y los demás integrantes.
Comenzaron trabajando en sus casas por más de un año hasta que su economía les permitió rentar un local y montar la oficina en la residencial El Barrial de esta ciudad.
Aunque ellos dicen “vivir de los mensajes”, están buscando añadir dos nuevos productos tecnológicos para ofrecer más posibilidades de innovaciones a los hondureños.
En esa búsqueda han tomado a bien proponer entre los cuatro 50 ideas de negocios, de las cuales aún les falta analizar las últimas diez para escoger dos.
Además han tenido acercamientos con autoridades del Gobierno para un posible asesoramiento a corto plazo en temas de información tecnológica.
Adicional al trabajo que desempeñan en Public, este grupo de programadores busca involucrar a más jóvenes talentosos a la creación de aplicaciones tecnológicas que ayuden a mejorar la ciudad, por medio de eventos como Tedx y Hackathon.
El primer evento coordinado por ellos fue el Tedx, que en sus siglas en inglés significa Tecnología, Entretenimiento y Diseño, el cual se realizó en julio del año pasado y contó con 13 grupos de jóvenes que por medio de expositores entendidos en el tema pudieron expandir sus ideas para crear ambiciosos proyectos de arte y cultura.
Con el éxito que tuvo este primer evento, decidieron realizar en noviembre de ese mismo año el primer hackathon en San Pedro Sula con la ayuda de una organización de Washington, Estados Unidos.
Un hackathon es un término usado en las comunidades hacker para referirse a un encuentro de programadores cuyo objetivo es el desarrollo colaborativo de software.
El tema del evento era “Ayuda a los inmigrantes hondureños en Estados Unidos”. De nueve proyectos el que resultó ganador trataba de una tarjeta consumible de puntos para que los parientes hondureños pudieran utilizarla luego de las compras hechas por sus familiares ilegales.
El premio fue de mil dólares, hasta ahora ninguno de los tres proyectos ganadores se ha puesto en marcha.
En abril de este año se realizó siempre bajo la coordinación de los socios de Public y esta vez con ayuda de Usaid, el segundo Hackathon, donde resultaron ganadores un grupo de cuatro jóvenes que crearon una aplicación para teléfonos inteligentes que permite bloquear las llamadas de extorsionadores.