Salas colapsadas y hasta la cancelación de cirugías electivas pediátricas en el hospital Mario Rivas son el resultado de la aplicación de la ley del Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (Ihnfa) sin previa preparación.
El nuevo reglamento indica que tanto niños de cero años hasta adolescentes de 18 deben ser asistidos en el mismo departamento y por pediatras.
La normativa ha obligado a abrir las puertas a jóvenes, en espacios que ya estaban limitados para infantes.
Para el caso, en emergencia de pediatría las atenciones se han incrementado 40%, al igual que en cirugía. Mientras en la sala de hospitalización ha aumentado un 20%.
“Tenemos mayor demanda, menos espacio y cada día menos recursos”, expresó Jorge Villacorta, jefe de pediatría.
Con la llegada de un adolescente herido de bala se ha limitado el espacio de un niño con otro padecimiento.
Improvisación
Desde enero pasado, las autoridades del Ihnfa notificaron a la dirección del Mario Rivas que la atención de adolescentes y niños tenía que ser integrada.
Sin tiempo para preparación y de forma improvisada ahora se han instalado jóvenes de 18 años en camas para niños.
Hace aproximadamente un mes se hizo un acuerdo interno y se remitió un documento al Ihnfa en Tegucigalpa solicitando regular las atenciones, pero aún no hay respuesta.
“El paciente adolescente es casi un adulto en relación a dosis e insumos. El servicio de pediatría ya estaba colapsado antes de que se nos ordenara que teníamos que atender a todos los adolescentes, ahora es peor”, comentó Villacorta.
Otro problema en el servicio pediátrico es que no posee salas diferenciales, es decir niños y niñas permanecen hospitalizados junto a los adolescentes.
“No hay condiciones óptimas para atender a todos. Nosotros no negamos nuestra responsabilidad como pediatras de asistirlos porque estamos formados para eso, el problema es que no tenemos los espacios donde ubicarlos, no hay enfermeras ni insumos”, afirmó el especialista.
Agregó que el espacio en pediatría es el mismo que en los últimos 25 años. Solo hay 78 cupos que se dividen entre lactantes, preescolares, escolares y ahora adolescentes.
De estos espacios, 66 camas son para problemas médicos y 12 para casos quirúrgicos.
Canceladas cirugías
Juan Craniotis, jefe del servicio de cirugía pediátrica, informó que cancelaron las cirugías electivas desde ayer.
“Solo hay dos cirujanos y uno a medias desde 1991, porque la plaza es media. Se ha ido incrementando la cantidad de pacientes que acuden a los servicios y no los recursos de cirugía”, comentó Craniotis.
Por ejemplo, las apendicitis tienen un repunte de incidencias entre los 8 años los 17 años, dijo. Antes de la ley se intervenían en cirugía de pediatría a menores de 13 años y medio.
“Antes eran atendidos en cirugía general, donde está la estructura, cuartos diferenciados para masculino y femenino, hoy se mezclan con niños y niñas.
Hemos tenido que cancelar la colocación de un catéter para un niño que necesita la quimioterapia, para atender adolescentes accidentados o apuñalados”, lamentó Craniotis.
De las 12 camas para el área de cirugía, ocho estaban ocupadas ayer por jóvenes de entre 15 y 18 años, algunos con heridas de bala.
“En la sala de recuperación no hay espacio y tenemos pacientes con emergencia esperando ser operados. No sabemos ni dónde ponerlos, todos los que necesitan cirugías electivas, que necesitan biopsias, no se van a poder hacer hasta que se resuelva este problema. Si hay una emergencia tenemos que cancelar todo lo demás”.
Reporte de incidencias
Desde que los adolescentes son asistidos junto a niños se ha registrado una serie de incidencias de riesgo.
En poder de las autoridades del Mario Rivas hay un reporte del personal de anestesia del área de pediatría donde indica que dos adolescentes de 16 y 14 años amanecieron en la misma cama, sin ropa interior y abrazados.
“No podemos dar fe si hubo contacto físico sexual, tenemos esos reportes por escrito y hay un sinnúmero de situaciones que no siempre se reportan”, manifestó Craniotis.
Informó que ya han surgido casos en los que jóvenes miembros de pandillas han amenazado al personal y a familiares de los pacientes.
“Hay también muchachas de 17 años con dos hijos que vienen con sus parejas y están a la par de niños de cinco años que están escuchando vocabulario inapropiado”.
Ante estos acontecimientos el jefe del área, Jorge Villacorta señaló que “desde el momento en que el Ihnfa nos impuso esa normativa nosotros emitimos un documento en el cual nos responsabilizamos por la atención, pero cualquier situación de riesgo de algún muchacho u otros implicados, es responsabilidad de la Secretaría de Salud porque no tiene las condiciones”.