Omoa, Honduras
Lamentablemente las playas de Omoa no son ahora las más atractivas para los turistas. Botellas plásticas, desperdicios y otros desechos cubren la arena blanca.
Desde hace varios años las autoridades locales de Omoa han pedido apoyo del Gobierno para la recuperación de las playas que son severamente contaminadas por los desechos que arrastra el río Motagua de Guatemala.
La alcaldía invierte en la limpieza de las zonas turísticas, pero la buena imagen solo dura un día porque en menos de 24 horas aparece más basura.
Los empresarios turísticos pierden cada vez más visitantes. “Todos los días tenemos que hacer limpiezas en el área de nuestros restaurantes, pero a las personas les gusta salir a caminar por la orilla de la playa y cuando regresan vienen decepcionados por la suciedad”, dijo el empresario Tony Vásquez.
El año pasado las autoridades de la Dirección de Evaluación de Control de Contaminantes (Deca), de la Serna, elaboraron un estudio en donde se constató el daño ambiental que sufre el ecosistema, pero hasta el momento no se han tomado acciones para buscar una solución.
Según informes locales del Comité de Emergencia Municipal (Codem), las playas de Omoa están contaminadas por grandes promontorios de residuos sólidos, especialmente de plásticos de diferentes tamaños y contenidos; también se encuentran desechos hospitalarios de productos químicos prohibidos.
Expertos en biología marina y gestión de riesgo lamentan que lo peor y sumamente alarmante son los desechos químicos y médicos, que son lanzados al río Motagua que desembocan en los 18 kilómetros de playa de Omoa y Puerto Cortés.
Moisés Castro, representante del Codem en Omoa, dijo que “en los desechos hospitalarios han encontrado hasta jeringas, bolsas de pintas de sangre y otro tipo de fármacos que son manipulados por los pobladores de la zona. Tememos que nuestros habitantes puedan contagiarse de alguna enfermedad grave, porque no existe ningún control ya que los desechos son arrastrados muchas veces hasta los patios de sus casas”, manifestó.
Las autoridades locales piden a los pobladores tomen sus precauciones y eviten contacto con cualquier tipo de desechos ya que muchos toman la opción de quemarla, y tiene contaminantes fuertes.
El río Motagua recorre 37 municipios del vecino país, entre ellos las dos grandes ciudades de El Progreso y la ciudad de Guatemala, por lo que desde allá se vienen arrastrando desechos de los sistemas de aguas negras y otro tipo de basura que desembocan en las costas de Honduras.
“Hemos encontrado varios animales muertos como peces, tortugas, por lo que nuestra fauna también está en peligro”, aseguró el funcionario.
Otra de las preocupaciones es el daño irreparable a la zona protegida del Parque Nacional Cuyamel, Omoa, el cual está contemplado en el sexto lugar de las 30 maravillas de Honduras.
En el parque hay grandes extensiones de manglares afectados porque la basura forma gruesas capas en las raíces y evita el paso de luz, por lo que los camarones y otras especies que van a desovar se ven amenazadas y emigran a otras zonas.
Vulnerables
El alcalde Ricardo Alvarado dijo que la Municipalidad no tiene capacidad para resolver el problema de la contaminación. “Ahora es un problema de los dos países, hemos buscado soluciones con las autoridades municipales de los municipios aledaños de Guatemala, pero se necesita la intervención del Gobierno para que nuestros municipios recuperen su belleza”.
El municipio de Puerto Cortés también se ve afectado por la basura que desemboca del río Motagua, por lo que las autoridades locales de esa ciudad también se suman a la petición de la recuperación de la belleza natural de sus playas.