Si bien queda mucho por conquistar, el proyecto de una plaza de la cultura en San Pedro Sula está en marcha y mañana miércoles se hará un acto simbólico, un corte de cintas, como un primer paso.
Desde hace dos años el Club Rotario busca cristalizar las aspiraciones de una plaza de la cultura en la ciudad.
La Municipalidad otorgó el usufructo del predio por tres años a los rotarios; se trata de las viejas instalaciones adonde funcionó hace casi dos décadas el instituto José Trinidad Reyes en el barrio Los Andes.
La organización trabajó durante este tiempo en el diseño y buscando asesoramiento internacional para la elaboración de los planos.
“Si bien la Municipalidad colabora con el proyecto, lo ejecutará la comunidad a través del club, nosotros somos los ejecutores”, dijo Víctor Manuel Rodríguez, presidente del Club Rotario.
La ciudad no tiene una biblioteca acorde a los estándares mundiales, que de acuerdo con su densidad de población tendría que tener al menos 36,500 ejemplares. Es por esto que los rotarios incentivan a la comunidad a colaborar.
“No importa el valor del aporte, pueden ser cinco, 100 lempiras o 500 mil, el proyecto nos va a beneficiar a todos”, agregó César Elvir, presidente del comité de la plaza de la cultura.
El proyecto
La infraestructura del antiguo edificio, donde luego del Reyes funcionó el Intae (Instituto Tecnológico en Administración de Empresas), conservará el diseño arquitectónico exterior.
Las instalaciones serán acondicionadas para albergar una moderna biblioteca pública, una sala de arte y un auditorio.
Desde la pasada administración se procura construir una plaza con tales características.
La primera etapa del ambicioso proyecto tiene un costo de 30 millones de lempiras.
La biblioteca tendrá además de los textos, 120 estaciones con acceso a Internet, una videoteca, fonoteca, tecnología para reproducir material multimedia e islas de juegos para niños.
Hasta el momento tienen el 10% del presupuesto y el Gobierno prometió un aporte de ocho millones de lempiras.
Reconocidos arquitectos trabajaron en el innovador y ecológico diseño, pensado para que sea amigable con el ambiente.
La administración estará a cargo de una fundación que tendrá una junta directiva conformada por 10 miembros, cinco de ellos representarán a la comunidad -aportantes afines al proyecto-, la Municipalidad -designará un miembro- y el resto serán representantes de la fundación y de rotarios.
Los fondos son recaudados por medio de cuentas en bancos y alcancías que se centralizarán en un fideicomiso; los rotarios entregarán el presupuesto y el banco se encargará de sufragar los fondos.
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