Tegucigalpa, Honduras.
Un día diferente se vivió ayer en la capital de Honduras luego de permanecer sitiada por los seguidores de la Alianza de Oposición, quienes en muchos barrios y colonias causaron pánico con sus protestas violentas.
El primer día después del toque de queda los capitalinos aprovecharon para ir a sus centros de trabajo aunque la mayoría salió a hacer compras a supermercados, mercaditos y pulperías.
También aprovecharon para abastecerse de combustible por lo que las gasolineras estuvieron abarrotadas.
Pocos centros comerciales abrieron así como tiendas de servicio. La banca permaneció cerrada con excepción de algunas agencias que prestaron el servicio a la población.
Quedaron a disposición los cajeros automáticos en los que se produjeron grandes filas de usuarios.
Desde muy temprano miembros de la Policía Nacional acud44444ieron en grupos a limpiar las principales calles, avenidas y bulevares que sirvieron de campos de batalla entre los seguidores de Salvador Nasralla y Manuel Zelaya junto a las fuerzas del orden. Grupos de ciudadanos también se organizaron de manera voluntaria para preparar alimentos para miembros del Ejército de Honduras que están resguardando la capital en el toque de queda.
Protestas.
“Solo esperamos que el Tribunal se pronuncie pronto. Debemos retornar a la normalidad gane quien gane. Mi hijo tiene una semana de no ir a clases y yo he trabajado a medias”, señaló una capitalina mientras compraba en un supermercado.
De acuerdo al reporte policial, al menos unas 70 vías, entre ellas calles y bulevares fueron utilizadas anoche por personas encapuchadas, simpatizantes de la Alianza de Oposición integrada por los partido Libertad y Refundación ( Libre) y el Partido Innovación y Unidad ( Pinu).
Un día diferente se vivió ayer en la capital de Honduras luego de permanecer sitiada por los seguidores de la Alianza de Oposición, quienes en muchos barrios y colonias causaron pánico con sus protestas violentas.
El primer día después del toque de queda los capitalinos aprovecharon para ir a sus centros de trabajo aunque la mayoría salió a hacer compras a supermercados, mercaditos y pulperías.
También aprovecharon para abastecerse de combustible por lo que las gasolineras estuvieron abarrotadas.
Pocos centros comerciales abrieron así como tiendas de servicio. La banca permaneció cerrada con excepción de algunas agencias que prestaron el servicio a la población.
Quedaron a disposición los cajeros automáticos en los que se produjeron grandes filas de usuarios.
Desde muy temprano miembros de la Policía Nacional acud44444ieron en grupos a limpiar las principales calles, avenidas y bulevares que sirvieron de campos de batalla entre los seguidores de Salvador Nasralla y Manuel Zelaya junto a las fuerzas del orden. Grupos de ciudadanos también se organizaron de manera voluntaria para preparar alimentos para miembros del Ejército de Honduras que están resguardando la capital en el toque de queda.
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“Solo esperamos que el Tribunal se pronuncie pronto. Debemos retornar a la normalidad gane quien gane. Mi hijo tiene una semana de no ir a clases y yo he trabajado a medias”, señaló una capitalina mientras compraba en un supermercado.
De acuerdo al reporte policial, al menos unas 70 vías, entre ellas calles y bulevares fueron utilizadas anoche por personas encapuchadas, simpatizantes de la Alianza de Oposición integrada por los partido Libertad y Refundación ( Libre) y el Partido Innovación y Unidad ( Pinu).