Tegucigalpa, Honduras.
La insistencia de no cumplir la ley llevó a las celdas policiales a casi un centenar de personas que se negaron a cumplir con lo establecido en el decreto PCM- 2017 que desde la noche del viernes restringe la garantía constitucional de la libre circulación.
La medida fue tomada por el Consejo de Ministros para salvaguardar la vida de la ciudadanía y evitar que los simpatizantes de la Alianza de Oposición sigan provocando daños en instalaciones públicas y privadas, y al mismo tiempo evitar saqueos en los comercios.
Jair Meza, portavoz de la Policía Nacional, declaró que, al entrar en vigencia la restricción de libre circulación o toque de queda, agentes policiales y efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado empezaron a aplicar el decreto.
Informó que a nivel nacional se reportaron más de 100 detenidos por no respetar el decreto, quienes fueron trasladados a sedes policiales y a las 6:00 de la mañana fueron dejados en libertad.
“Es importante que la ciudadanía recuerde que el decreto que limita la circulación empieza a las 6:00 de la tarde y hasta las 6:00 de la mañana, y eso se está aplicando a nivel nacional”, aseguró.
En mochilas cargan bombas “molotov”
Informes policiales establecen que en la colonia El Pedregal, en Comayagüela, se requirió a cuatro jóvenes, pertenecientes al Partido Libre, a quienes al hacerles un registro personal se les encontró en posesión de bombas caseras, conocidas como 'molotov'.
Los sujetos fueron puestos a la orden del Ministerio Publico por los delitos de asociación ilícita y portación y fabricación de artefactos explosivos en perjuicio de la población y el Estado de Honduras.
Por otra parte, en el departamento de Olancho se detuvo a Remberto Adalid Torres Córdova (27), José Renato Banegas (18), Rigoberto José Ártica Castro (21) y Melvin Javier Rodas (34).
En la ciudad de Tocoa (Colón) se detuvo a Marco Tulio Figueroa Ortiz (32), José Wilfredo Cabrera Rodríguez (32), Alex Edgardo Marquina Banegas (43), Alexis Isaac Rosales Martínez (28), Alex Omar Montes Rosales (26) y Moisés Alfredo Hernández Bonilla (23).
Investigaciones revelan que los integrantes de maras y pandillas son los que suministran armas de alto poder, droga y bebidas alcohólicas al resto de manifestantes, quienes se han encargado de provocar daños millonarios y saqueos en comercios en todo el país.
Según las investigaciones policiales, el propósito de armar a los que participan en el saqueo de negocios es que puedan enfrentarse con miembros de la Policía y del Ejército, que son los encargados de proteger a la población hondureña de estos grupos vandálicos.