Es la única mujer del Partido Liberal que buscará el 12 de marzo la candidatura única a la presidencia de Honduras en las elecciones internas.
Experimentada y con una capacidad probada en instituciones como la presidencia del Banco Central de Honduras, Gabriela Núñez lleva una agitada campaña bajo su movimiento denominado Nuevo Liberalismo, con el cual busca impulsar un plan de gobierno en el que resalta la generación de empleo para los hondureños.
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Hemos construido un movimiento con apertura a jóvenes, mujeres y líderes con méritos que el partido tenía, pero a los que no se les había reconocido su espacio. Es una gran oportunidad para revitalizar y potenciar la estructura del partido y ha sido bueno sacar esas figuras en las planillas y las papeletas para todos los cargos de elección.
Son únicamente una medición de tendencia para ver el posicionamiento y el crecimiento que está teniendo el liderazgo en nuestro caso.
Hemos salido en primera posición, con tendencia a crecer y con un buen margen ante los otros hermanos liberales gracias a una estrategia que nos garantiza un triunfo arrollador el 12 de marzo para luego pasar a la unidad que exige el Partido Liberal.
Es una mezcla de estrategia, de trabajo y luchar. Si no se hace así no se llega a la meta que es ganar. Sin duda alguna, mi servicio público de muchos años en instituciones en el área económica, así como mi lucha dentro del Partido Liberal me han llevado a conocer a la dirigencia y las bases. Mi recorrido con el partido sin ninguna falla, tanto en momentos alegres como difíciles, hacen que las bases nos reconozcan y respalden la propuesta de esperanza y un nuevo camino para Honduras.
Por la crisis en la que se encuentra nuestro país, los problemas que enfrenta la familia hondureña, los problemas esencialmente de tipo económico en los que no hay empleo, donde en muchas familias apenas una persona trabaja o hay una que salió a Estados Unidos o España para buscar el sustento de los que quedan aquí. También por la desigualdad social que cada vez se ensancha más y que radica en la falta de empleo.
El tema fiscal sigue siendo un problema, los riesgos están en los institutos de pensiones y la Empresa Nacional de Energía Eléctrica. El Gobierno, aun con todo el esfuerzo, no ha logrado generar ahorro público para poder invertir en infraestructura productiva y social y siempre tiene que recurrir a endeudamiento y a la carga tributaria que ya no la aguanta más el pueblo. En microeconomía, a la gente no le llegan los beneficios, y siempre va a haber descontento mientras no se resuelva eso.
Hay que resolver la generación de oportunidades de empleo y hacer que a la gente le rinda el dinero. Mi Gobierno sería amigable a la inversión, confiable y responsable en el gasto y con políticas claras, con participación de todos porque Honduras tiene todo para salir adelante.
Los costos de hacer negocio en Honduras son tan altos que ya no permiten generar oportunidades de empleo. Hay que empezar por una revisión de las estructuras tributarias enfocadas en mejorar los negocios y los ingresos de la gente. Ya no se puede hablar de costos e impuestos en dólares, especialmente en combustibles, servicios, transporte, alquileres, ya que por la devaluación no dejan espacio para ahorrar y todo se encarece. Si generamos confianza y eficacia habrá espacios para más empleos, no a medio tiempo o temporales, sino sostenibles para que la gente tenga para su alimentación, salud y educación.
Hay que seguir y profundizar con la depuración policial para que la gente no le tenga miedo a pedir auxilio o colaboración al policía. Hoy por hoy son pocos los policías que se ven en las calles, pero se escucha al Gobierno decir que hay una gran cantidad, más con la Policía Militar, pero no son visibles. El servicio público de las Fuerzas Armadas debe ser visible en los mercados, terminales o centros educativos adonde los riesgos por la violencia están creciendo.
Es la oportunidad de que el Partido Liberal vuelva al poder y que sea conducido por una mujer que tiene conciencia social, conocimiento, deseos de resolver los problemas de la economía, y no en cuatro años, sino en los primeros dos años. Quiero demostrar que cuando hay voluntad esos problemas se pueden resolver y hacer que a la gente le rinda más el dinero.
Yo creo que la sociedad está preparada. Las mujeres hemos luchado abriendo espacios desde hace 60 años cuando se le dio por primera vez a la mujer el derecho a votar y ser electa. Claro, no solo nos deben calificar por género, sino por capacidad, experiencia, tenacidad y la perseverancia.
Soy una persona que además de estar en la política preserva sus principios profesionales. Nunca hemos tenido un presidente economista y la experiencia que me ha dado estar en la administración pública no es la misma a la de estar en otros sectores y es más compleja. Significa resguardar los recursos del Estado, administrar con base en una serie de normas de contratación, presupuesto o procedimientos institucionales, y eso es una escuela.
A pocos días significa que la contienda sea en paz, respeto y moderación a pesar de las diferencias normales entre unos y otros. Hemos sido un partido democrático en lo interno, los candidatos tienen espacio de participación, de trabajo político y de lucha, no como en otros donde los candidatos ya están casi definidos. Esperamos la unidad una vez que el 12 de marzo salgamos electos.
Para mí, los grandes electores del Partido Liberal, en el nuevo liberalismo, pasan a ser las bases, la dirigencia a la que nunca se ha escuchado ni se le ha tomado en cuenta su opinión y participación. Por eso le exigimos al Central Ejecutivo que pidiera al TSE que pusiera una urna adicional y alterna para la elección de lo que sería el nuevo presidente del partido; pero eso quedó en la sordera. Vamos a continuar en un sistema que no les da ese derecho a los liberales para que ejerzan la elección de sus autoridades.
Por eso digo, para mí los grandes electores del nuevo liberalismo son las bases, la gente que me acompaña en las planillas, los otros no me están apoyando; pero no estoy reclamando porque cuando a mí me llamaron a servir lo hice pensando en mi país y siempre estoy dando la cara por mi partido. Vamos a dar una gran lección que el liberalismo genuino se respeta.
Es una institución con principios universales, como la justicia social, la libertad de expresión, el derecho a la propiedad privada, a la vida, a no concentrar el poder sino a trasladarlo a las autoridades municipales, y esos tantos valores no pueden quedar en el pasado y lo que hay que hacer es divulgar y cultivar esos valores en el pueblo hondureño. El Partido Liberal ha logrado 126 años en épocas difíciles y en las alegrías en las que ha gobernado para dar grandes aportes al desarrollo del país
Haremos una lucha de dignidad y criticaremos lo que no ha sido bien manejado; pero el Partido Liberal es fuerte, vigoroso y tenemos la capacidad de unirlo y tolerar las diferentes fuerzas internas.
Me parece que se ha manejado esto en los extremos y el partido debe corregir eso, nuestra posición debe ser analizada y dar respuestas integrales para respetar los principios del liberalismo.
Algunas son de apoyar, en algunas falta una salida más integral.
No es de ganar o perder. Vuelvo al tema de las bases del partido y esa es una decisión de ellos. Las alianzas son válidas siempre que se respeten los principios y sea el partido el que asuma el liderazgo.
No hay que ir al extremo. Honduras necesita un camino de armonía para entender su problemática y las salidas, de lo contrario siempre estaremos en la división y en la confrontación y la gente está cansada de que las cosas se manejen de esa manera.