Tres hondureños migrantes se salvaron de morir o quedar mutilados cuando después de ser víctimas de asalto por pandilleros fueron lanzados de la “Bestia”.
Los catrachos han pasado varios incidentes a manos de los delincuentes que se aprovechan de ellos.
El hondureño Carlos Matute dijo que salieron de madrugada desde la estación de trenes en Medias Aguas hacia Piedras Blancas; trayecto considerado punto rojo por la operación de diferentes bandas.
Los hondureños fueron sorprendidos por un grupo de pandilleros, quienes les robaron todo el dinero y luego los tiraron del tren cuando iba en movimiento.
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“Tuvimos suerte de no caer en las vías, nos robaron el dinero y además atentaron contra nuestras vidas”, agregó Matute.
Los tres paisanos caminaron varios kilómetros hasta llegar al albergue El Buen Samaritano, en Medias aguas, donde recibieron un poco de alimento y agua. A diario cientos de migrantes son víctimas de las bandas que sacan provecho de los humildes ciudadanos que se sacrifican alejándose de sus familias para buscar un mejor futuro.
Ofrecen seguridad
Javier Baxin Seba, oficial de la Secretaría de Seguridad de la policía estatal, dijo que la mayor parte de migrantes que llegan a Medias Aguas han hecho escala en Ixtepec.
“Tenemos instrucciones de Gobernación de darles seguridad a los migrantes y para tener más acto de presencia hay una nueva estación estatal de donde a diario salimos a los recorridos en las zonas donde se cometen los asaltos”, expresó el oficial. La soledad del pueblo y el trayecto férreo se prestan para que las bandas no sean detectadas por las autoridades. Según los pobladores el mes pasado, en un asalto de tren, cuatro hombres fueron lanzados del techo de los vagones, lo que provocó la muerte de un hondureño y los otros tres salieron heridos.
“Les advertimos a los centroamericanos que no pasen de las vías porque después de ahí nosotros no respondemos, lo que hacemos es regresarlos a los albergues para que esperen el siguiente tren”, explicó Baxin Seba.
En la comunidad de Medias Aguas la Policía tiene prohibido a los negocios que vendan bebidas alcohólicas a los migrantes porque muchos que han subido a los trenes en estado de ebriedad sufren accidentes.
“Cada vez que llega un grupo de migrantes les damos las instrucciones de có mo deben comportarse para mantener la tranquilidad de la comunidad”, agregó el jefe policial.
Cuando los migrantes suben al tren y van mujeres y niños, los hombres hacen una rueda para darles protección y evitar que se caigan.