El rescate de 11 mineros soterrados en una mina artesanal en la comunidad de San Juan Arriba, en El Corpus, Choluteca, se convirtió ayer en una labor titánica y en una carrera contra el tiempo porque los trabajadores cumplieron anoche más de 24 horas de estar sepultados por toneladas de tierra y piedras.
Equipos de socorro trabajaron incansablemente todo el día y al caer la noche para remover toneladas de tierra y piedra con sus manos, mientras los angustiosos gritos de los obreros eran la prueba de que continuaban con vida.
Una incesante lluvia acompañada de truenos obstaculizó las labores de rescate de los 11 mineros. Los trabajos de búsqueda tuvieron que suspenderse al filo de las siete de la noche por la falta de luz y el riesgo para los rescatistas de trabajar en esas condiciones. El desprendimiento de material rocoso tuvo lugar el miércoles a las 2:00 pm y de inmediato decenas de rescatistas del Cuerpo de Bomberos fueron movilizados a la zona para ayudar en las labores de búsqueda y rescate.
La mina se encuentra a una hora de la ciudad de Choluteca, al pie de un acantilado rocoso de unos 30 metros de altura, en una región montañosa en el municipio de El Corpus, una zona pobre donde la minería emplea unas 5,000 personas y es la principal fuente de ingresos.
Al sitio del percance se hizo presente el titular del Poder Ejecutivo, Juan Orlando Hernández, quien giró instrucciones para que se hiciera todo lo humanamente posible para rescatar con vida a los mineros y se prestase ayuda a sus familias. Hernández estuvo acompañado por el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva.
Al filo de la cinco de la tarde, las autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) informaron que ocho de los 11 mineros habían sido rescatados, lo que desató la alegría de los familiares, amigos y curiosos; sin embargo, minutos después se aclaró que se trataba de una falsa alarma.
El titular de Copeco, Moisés Alvarado, admitió: “Tuvimos una premura al confiar en datos que nos daba el Cuerpo de Bomberos. Pedimos disculpas”.
El funcionario fue designado como portavoz ante la prensa para el caso de los atrapados en la mina.
Alvarado dio la información del falso rescate poco tiempo después de la llegada al lugar del presidenteHernández, quien lamentó a través de la red social Twitter que se tratara de una falsa noticia.
“Lamento la falsa noticia y pido disculpas, la falta de comunicación en la zona hizo que los cuerpos de socorro nos dieran falsa información”, indicó Hernández.
“La esperanza no la podemos perder, los invito a pedirle a Dios por estos compatriotas. Lamento nuevamente la mala información”. Bomberos de las ciudades vecinas de Choluteca, Nacaome y San Lorenzo, así como de Tegucigalpa, se sumaron a las labores de rescate. También participan elementos de la Policía y el Ejército.
Los bomberos y geólogos desplazados hasta la zona recaban información con los mineros de la zona para que den información sobre el sitio donde se produjo el accidente.
Señales de vida
La incertidumbre reinó en el lugar luego de la falsa noticia, aunque las labores continuaron hasta que comenzó a caer la noche en la agreste montaña.
La búsqueda de los mineros atrapados fue intensa, ya que todos los puntos y las bocaminas fueron inspeccionadas con la esperanza de detectar un ruido a lo interno de los túneles que permitiese llegar hasta el resto de los obreros sepultados.
En el caso de tres de ellos se logró establecer el punto donde se encuentran atrapados; sin embargo, los ocho restantes se supone que están a mayor profundidad del túnel y todavía ayer no se tenía una pista clara de dónde pueden encontrarse.
Kevin Maradiaga, uno de los pobladores que colaboran en las labores de rescate, dijo que la falsa alarma surgió porque supuestamente vieron los brazos alzados de los mineros que sobresalían de las rocas, pero luego se comprobó que fue un espejismo.“Buscamos en toda la zona. La gente dijo que vieron los brazos alzados de los mineros, pero cuando recorrimos el punto vimos que no había nadie; todo había sido una falsa alarma. Los compañeros siguen en el interior de la mina y ya no sabemos si siguen vivos” dijo.
Explosión y derrumbe
Las causas del derrumbe no están claras todavía. Algunos testigos aseguraron que una explosión antecedió al alud y otros dijeron que la debilidad del terreno provocó el deslizamiento.
Marvin Zepeda, uno de los 35 mineros, logró salir sano y salvo de bocamina; aseguró que todo ocurrió en cuestión de segundos y apenas tuvieron tiempo para salir del túnel.
“Eran las tres de la tarde y en el subterráneo trabajamos 35 compañeros. De repente sentimos que el cerro se venía encima. Cuando vimos que las piedras nos caían salimos corriendo. Lastimosamente, nuestros compañeros no tuvieron la misma suerte; la tierra les cerró el paso y en el acceso a la mina una enorme roca los dejo atrapados”, relató el joven.
Dijo que regresaron para ayudar a sus compañeros, pero apenas lograron escuchar algunos gritos y sonidos que hacían los mineros atrapados para indicar que estaban vivos.
Para los voluntarios, el tiempo que tomará rescatar a los mineros es impredecible, ya que de acuerdo con el suelo y en la medida que lo permitan las condiciones climatológicas, las labores pueden llevar horas o días.
Enorme roca impide paso
Sergio Madrid, un oficial del Cuerpo de Bomberos que se integró al llamado de auxilio con otros 35 rescatistas especializados, explicó que una enorme roca impide el paso hacia los mineros.
“Hay una grieta de entrada que mide como un metro y tiene una profundidad de unos 30 metros, pero donde hemos detectado las primeras tres personas hay una roca que impide el acceso.
No la podemos taladrar, pero queremos socavar unos tres metros de tierra para tener la posibilidad de recuperar esas personas”, dijo.
Las evaluaciones son constantes en la zona para que el proceso de rescate no afecte a los mineros soterrados.
El titular de Copeco dijo que varios países, entre ellos México, Guatemala y El Salvador, han ofrecidos equipos especializados para colaborar en las tareas de rescate de los 11 mineros.
Obreros ganan hasta 500 lempiras por jornada de trabajo
Unas cinco mil personas dependen de la actividad minera en el municipio de El Corpus.
Los buscadores de oro y otros metales preciosos llevan más de 12 años dependiendo del trabajo en la mina localizada en lo alto del cerro en la comunidad de San Juan de Arriba, en el municipio de El Corpus, Choluteca.
La noticia de la existencia de oro en el yacimiento rocoso despertó el interés de los pobladores, incluso para el dueño de la propiedad que vendió por partes la montaña a dos hermanos que tomaron posesión para explotarla.
El trabajo escasea en la zona y la oportunidad de obtener un empleo despertó el interés de los pobladores de varias aldeas de Choluteca, que ante la buena paga ofrecida por sacar la broza se sumaron a trabajar en turnos corridos de 24 horas o de medio tiempo para generar ingresos para sus familias.
Cada día, los pobladores generan entre 300 y 500 lempiras por jornada de trabajo, por lo que pronto la cantidad de trabajadores se elevó a 5,000 hombres y menores de edad que a diario hacen de esta actividad su medio de sustento. Desde las aldeas El Corpus, San Judas, La Laguna, Agua Fría, Zapotal y Linda Vista llegan los trabajadores a realizar sus labores no importando el peligro que ello representa.
La topografía del yacimiento no lleva un patrón lógico, como las minas que son autorizadas. Esta mina tiene una forma vertical de la cresta hacia el fondo de la montaña, es decir, unos 150 a 180 metros de profundidad.
Hay algunas secciones donde los trabajadores abren para extraer el mineral, entonces es un modelo bastante irregular que carece de mapa para establecer en qué puntos pueden encontrarse los mineros”, dijo Óscar Triminio, del Cuerpo de Bomberos.