Tegucigalpa, Honduras.
Los más de 1,300 casos de la fiebre chikungunya registrados en El Salvador han puesto en alerta a las autoridades de Salud de Honduras.
En el país aún no se reportan casos, pero desde ya se está trabajando en vigilancia en la frontera para evitar que el virus se propague.
Epidemiólogos de la zona norte han confirmado que están tomando muestras de todos los casos de fiebre que llegan a los centros asistenciales para llevar un control.
Debido a que la enfermedad es transmitida por un zancudo (aedes albopictus) -al igual que el dengue-, la principal recomendación para la prevención es destruir los criaderos de zancudo.“Tenemos el vector y si está en el ambiente, solo es de esperar porque tarde o temprano va a entrar. Hay hondureños entrando y saliendo del El Salvador todos los días, eso representa un riesgo”, explicó Delia Tecero, epidemióloga de la Región Departamental de Salud de Cortés.
Además de ser transmitida por un zancudo, los síntomas son similares. La particularidad de la fiebre chikungunya es que causa fuertes dolores articulares que pueden adolecer por un largo periodo al enfermo.
“ La diferencia con el dengue es que si es leve, en dos semanas va a estar bien, si es grave presentará signos de alarma como vómito, dolor abdominal y sangrado, Pero en el caso de la chikungunya, el problema grave es que puede presentar dolores articulares después del cuadro febril y las personas tienen dificultades hasta para caminar y hacer sus actividades diarias”, informó la experta. Dijo que de ahí el nombre de la fiebre chikungunya, que significa doblarse.
Los mosquitos suelen picar durante todo el periodo diurno, aunque su actividad puede ser máxima al principio de la mañana y al final de la tarde. Ambas especies pican al aire libre, pero el Aegypti también puede hacerlo en ambientes interiores.
La enfermedad suele aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura de un mosquito infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre 2 y 12 días.
No hay tratamiento
Las autoridades de Salud trabajan para la prevención, pues lo alarmante, de haber un brote de esta enfermedad, es que no hay tratamiento.
La misma Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma en su página que “no hay comercializada ninguna vacuna contra el virus chikungunya”.
“No hay un medicamento específico para tratarla, al igual que el dengue se busca mantener al paciente hidratado”, dijo Luisa María Pineda, epidemióloga del hospital Mario Rivas.
Señaló que la semana anterior los epidemiólogos del país recibieron una capacitación para el manejo integrado de esta fiebre. “Se está trabajando en la estrategia de la vigilancia. Aunque no hemos recibido casos con cuadros clínicos sospechosos, eso no quiere decir que no estemos en riesgo teniendo casos tan cerca”, afirmó.
La epidemióloga dejó clara la mejor forma de evitar que el virus haga casa en Honduras.
“Si eliminamos los criaderos, el virus no va a poder crecer y si entra, no se desarrollará. Si no hay criaderos de zancudo en casa, en el barrio, no habría dengue ni chikungunya”, manifestó la epidemióloga.
“Las recomendaciones son las mismas que damos para prevenir el dengue. Hacer su mayor esfuerzo en la limpieza de sus casas, revisar los recipientes que contengan agua, lavar sus pilas, revisar sus patios y los solares baldíos.
Se basa en limpieza el poder detener y controlar el dengue y la chikungunya”, indicó Pineda.
Aunque la fiebre chikungunya puede confundirse con dengue y malaria, hay exámenes para dar un diagnóstico.
“El problema son aquellos pacientes que nos vienen con síndromes febriles y los exámenes salen negativos de dengue y malaria porque para diagnosticar la fiebre chikungunya no tenemos reactivos”, afirmó la epidemióloga del Mario Rivas.
El proceso
Los epidemiólogos recomiendan a las personas con cuadros de fiebre acudir a los centros de salud u hospitales y no automedicarse.
El primer paso es investigar si se trata de dengue, si las pruebas salen negativas, se practican exámenes para descartar sarampión y rubéola. También se investiga malaria, leptospirosis y de no encontrar ningún virus se mandan a hacer estudios al Centro de Atlanta, en Estados Unidos, para conocer la causa de la fiebre. En el país hay más de 20 epidemiólogos vigilando el comportamiento de estas enfermedades. “Hemos estado preparándonos desde inicio de año porque la fiebre chikungunya es una enfermedad más dentro de las dolencias febriles que el país vigila”, dijo Tercero.
Aunque la enfermedad es originaria de África, se ha propagado de forma acelerada.
Ya hay casos en El Salvador, Guatemala, Venezuela y Panamá.
Los más de 1,300 casos de la fiebre chikungunya registrados en El Salvador han puesto en alerta a las autoridades de Salud de Honduras.
En el país aún no se reportan casos, pero desde ya se está trabajando en vigilancia en la frontera para evitar que el virus se propague.
Epidemiólogos de la zona norte han confirmado que están tomando muestras de todos los casos de fiebre que llegan a los centros asistenciales para llevar un control.
Debido a que la enfermedad es transmitida por un zancudo (aedes albopictus) -al igual que el dengue-, la principal recomendación para la prevención es destruir los criaderos de zancudo.“Tenemos el vector y si está en el ambiente, solo es de esperar porque tarde o temprano va a entrar. Hay hondureños entrando y saliendo del El Salvador todos los días, eso representa un riesgo”, explicó Delia Tecero, epidemióloga de la Región Departamental de Salud de Cortés.
Además de ser transmitida por un zancudo, los síntomas son similares. La particularidad de la fiebre chikungunya es que causa fuertes dolores articulares que pueden adolecer por un largo periodo al enfermo.
“ La diferencia con el dengue es que si es leve, en dos semanas va a estar bien, si es grave presentará signos de alarma como vómito, dolor abdominal y sangrado, Pero en el caso de la chikungunya, el problema grave es que puede presentar dolores articulares después del cuadro febril y las personas tienen dificultades hasta para caminar y hacer sus actividades diarias”, informó la experta. Dijo que de ahí el nombre de la fiebre chikungunya, que significa doblarse.
Los mosquitos suelen picar durante todo el periodo diurno, aunque su actividad puede ser máxima al principio de la mañana y al final de la tarde. Ambas especies pican al aire libre, pero el Aegypti también puede hacerlo en ambientes interiores.
La enfermedad suele aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura de un mosquito infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre 2 y 12 días.
No hay tratamiento
Las autoridades de Salud trabajan para la prevención, pues lo alarmante, de haber un brote de esta enfermedad, es que no hay tratamiento.
La misma Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma en su página que “no hay comercializada ninguna vacuna contra el virus chikungunya”.
“No hay un medicamento específico para tratarla, al igual que el dengue se busca mantener al paciente hidratado”, dijo Luisa María Pineda, epidemióloga del hospital Mario Rivas.
Señaló que la semana anterior los epidemiólogos del país recibieron una capacitación para el manejo integrado de esta fiebre. “Se está trabajando en la estrategia de la vigilancia. Aunque no hemos recibido casos con cuadros clínicos sospechosos, eso no quiere decir que no estemos en riesgo teniendo casos tan cerca”, afirmó.
La epidemióloga dejó clara la mejor forma de evitar que el virus haga casa en Honduras.
“Si eliminamos los criaderos, el virus no va a poder crecer y si entra, no se desarrollará. Si no hay criaderos de zancudo en casa, en el barrio, no habría dengue ni chikungunya”, manifestó la epidemióloga.
“Las recomendaciones son las mismas que damos para prevenir el dengue. Hacer su mayor esfuerzo en la limpieza de sus casas, revisar los recipientes que contengan agua, lavar sus pilas, revisar sus patios y los solares baldíos.
Se basa en limpieza el poder detener y controlar el dengue y la chikungunya”, indicó Pineda.
Aunque la fiebre chikungunya puede confundirse con dengue y malaria, hay exámenes para dar un diagnóstico.
“El problema son aquellos pacientes que nos vienen con síndromes febriles y los exámenes salen negativos de dengue y malaria porque para diagnosticar la fiebre chikungunya no tenemos reactivos”, afirmó la epidemióloga del Mario Rivas.
El proceso
Los epidemiólogos recomiendan a las personas con cuadros de fiebre acudir a los centros de salud u hospitales y no automedicarse.
El primer paso es investigar si se trata de dengue, si las pruebas salen negativas, se practican exámenes para descartar sarampión y rubéola. También se investiga malaria, leptospirosis y de no encontrar ningún virus se mandan a hacer estudios al Centro de Atlanta, en Estados Unidos, para conocer la causa de la fiebre. En el país hay más de 20 epidemiólogos vigilando el comportamiento de estas enfermedades. “Hemos estado preparándonos desde inicio de año porque la fiebre chikungunya es una enfermedad más dentro de las dolencias febriles que el país vigila”, dijo Tercero.
Aunque la enfermedad es originaria de África, se ha propagado de forma acelerada.
Ya hay casos en El Salvador, Guatemala, Venezuela y Panamá.