Tegucigalpa, Honduras
Las nuevas fuentes de generación de energía con recursos renovables, específicamente con biomasa, biogás o biocombustibles, ya no serán una alternativa viable para reducir el multimillonario gasto estatal en compra de electricidad a las plantas de generación térmica, según se desprende de una reforma efectuada por el Congreso Nacional a la Ley de Producción y Consumo de Biocombustibles.
De acuerdo a esta modificación, la electricidad producida en base a estos recursos renovables tendrá un costo más alto al que se ofrece actualmente en el mercado energético nacional y a futuro impactará en el bolsillo de los hondureños.
Así quedó plasmado en una “colita” o “fe de errata” que aprobaron los diputados al decreto de reformas de la citada legislación en mayo pasado.
El 13 de enero de 2014, el anterior Congreso Nacional aprobó el decreto 295-2013 que reformó la Ley de Biocombustibles, contenida en el decreto legislativo 144-2007 del 20 de noviembre de 2017, como parte de una batería de iniciativas de ley dictaminadas y refrendas a la velocidad del rayo por los legisladores salientes.
Esta reforma estableció una serie de disposiciones e incentivos económicos a la generación de energía eléctrica renovable a base de biogás y biomasa de origen forestal, aguas residuales, residuos orgánicos originados en plantas agroindustriales, biomasas de origen agropecuario y urbano y la originada en cultivos energéticos.
“Fe de errata”
Tales modificaciones a la legislación se publicaron en la edición número 33,403 del diario oficial La Gaceta del 11 de abril de 2014, pero sorpresiva e inexplicablemente los legisladores entrantes aprobaron a principios de mayo del presente año una “fe de errata” que establece una serie de adiciones al decreto 295-2013.
Uno de los incisos adicionados contempla un sobreprecio de 0.046 centavos de dólar al kilovatio hora de la energía generada a partir de biomasa forestal procedente de bosques bajo manejo forestal y de plantaciones forestales, lo que representa un valor adicional al precio base de incentivo a la energía renovable establecido en el decreto 70-2007.
Se estipula que dicho ajuste al valor del kilovatio hora se aplicará “únicamente” dentro de los primeros 15 años contados a partir de la fecha de inicio de operación comercial de las plantas de generación y para “aquellos proyectos que no hayan iniciado su operación comercial en el momento de la entrada en vigencia del decreto de reforma y adición”.
También se aplicará el mismo ajuste al valor del kilovatio hora generado a partir de la biomasa procedente del tratamiento de aguas residuales y de los residuos orgánicos originados en plantas agroindustriales, del proceso de biomasas de origen agropecuario y urbano, y de la biomasa de cultivos energéticos, según consta en la fe de errata.
Por otro lado, la legislación obliga a la Enee a comprar a los generadores renovables la producción de electricidad en base a biogás o biomasa, lo que para los expertos tendrá un impacto en las finanzas de la institución y además contradice la política de reducir el gasto y dependencia en la compra de energía sucia.
“La generación de energía eléctrica a partir de biomasa forestal o biogás producido en el país tiene la prioridad en los procesos de compra de energía que requiera la Enee y esta disposición es de carácter obligatorio para la Empresa y para las demás autoridades competentes y, aplicable en todo el territorio nacional a partir de la vigencia legal del presente decreto en adelante”, cita uno de los artículos.
La reforma y posterior adición a la ley pasó desapercibida para los periodistas que cubren el Congreso Nacional.
Mezcla de combustibles
En lo concerniente al uso y consumo de biocombustibles, el decreto en referencia establece que las materias primas y biomasas para la producción de biocombustibles y los biocombustibles nacionales, tendrán prioridad en su uso a los que se importen del exterior.
Para el caso se establecen condiciones especiales de mercado para los biocombustibles como el bioetanol y el biodiésel.
En el primer caso la ley faculta la mezcla de bioetanol anhidro con 99.5% de pureza, como aditivo combustible oxigenante con las gasolinas importadas para su uso en todo el territorio nacional, en un porcentaje de hasta un 5% en 2012, 10% en 2015 y hasta 20% en 2020. Por otro lado, se autoriza la mezcla de biodiésel como aditivo combustible, con el diésel importado por Honduras hasta un 5% en 2012, 10% en 2015 y, hasta 20% en 2020.
El impacto en la energía
El espectro eléctrico nacional actualmente presenta una composición en la generación de electricidad de 52% proveniente de las plantas térmicas y 48% de fuentes renovables.
A pesar de que la energía generada por biocombustibles y biomasa proveniente de recursos forestales es aún incipiente, este rubro posee enorme potencial y en pocos años podría convertirse en una de las principales fuentes de producción energética.
Por ahora en el norte del país existe una importante producción de electricidad en base a bagazo de caña y otras cortezas de origen vegetal y se proyecta el desarrollo de dos grandes proyectos de este mismo tipo en Olancho a través de Alianzas Público Privadas (APP) y que también se beneficiarían de los incentivos contenidos en esta normativa.
Una fuente del sector energético confió a LA PRENSA que con esta reforma a la Ley de Producción y Consumo de Biocombustibles, el kilovatio hora tendrá un costo mayor y en el futuro generará un impacto en los consumidores de electricidad, ya que prácticamente el kilovatio se pagará a un precio similar o mayor al que ofrecen actualmente los generadores térmicos.
Hasta el año pasado el valor del kilovatio hora de energía limpia o producida en base a recursos renovables se promediaba en 11.4 centavos de dólar; sin embargo, con este incremento de 0.046 centavos de dólar más, el costo de la energía incrementará en 0.16 centavos de dólar.
A esos 0.16 centavos se le agregan un porcentaje del 10% de incentivo a la ley y otros estímulos que al final dejan un costo global de 0.19 centavos de dólar por kilovatio producido.
“Esto es letal para el consumidor final y se pagará más cara que la energía térmica”, dijo la fuente, tras explicar que el costo del kilovatio hora producido por las plantas térmicas es de 0.18 centavos de dólar en promedio.
Adicionalmente la generación de energía renovable goza de una compensación por concepto de inflación, o sea que a ese precio se le hace un ajuste anual escalonado del 1.5% por un período de 10 años.
La ley aparentemente es positiva porque busca compensar el costo adicional que van teniendo las materias primas y los repuestos de las plantas de generación, pero al final ineludiblemente eso se reflejará en el precio de la tarifa de energía que llega al consumidor final.
“La reforma a la ley dice que los generadores van a tener un precio base más el costo marginal de corto plazo que establece la ley, sumado a los 0.046 centavos que establece la reforma, entonces si al costo marginal de hoy que es de 11.4 centavos se le agrega 0.046 centavos, el valor será de 0.16 centavos el kilovatio hora”, explicó el experto que pidió se omitiese su nombre.
Añadió que la Ley de Incentivos Renovables establece un estímulo de 10% sobre el costo base, es decir, 0.016 centavos más, lo que suma un total de 17.6 centavos, pero a eso se le suma también el costo de la potencia, que es la capacidad que aporta la planta a la Enee o el denominado cargo fijo, que es de 0.02 centavos de dólar, lo que al final da un valor global de 0.19 centavos el kilovatio hora.
Este valor es mucho más alto que el que actualmente paga la Enee por suministro de electricidad, por ejemplo, a la Empresa de Energía Renovable S.A. de C.V. (Enersa) que anda por el orden de 0.13 y 0.14 centavos de dólar el kilovatio hora y que llega alcanzar los 0.15 centavos con los cargos fijos al precio actual del combustible.
El experto consideró que esta reforma contradice la política gubernamental de diversificar la matriz energética y de negociar precios competitivos para la industria y la población.
“Hay que buscar un balance porque ahora de entrada vamos a tener un precio más alto como si se produjese con las plantas térmicas más grandes”.
En conclusión reiteró que la medida aprobada tiene dedicatoria para los generadores de energía en base a biocombustibles y biomasa y será perniciosa para los consumidores de energía por el diferencial de precios, ya que tendrán que pagar un costo mayor por la energía generada con dichas fuentes renovables.
“Deberían buscarse proyectos que abaraten los costos, pero cuando se dice que el precio va a ser 0.046 centavos más caro que las demás renovables, entonces cuál es el beneficio que se ofrece al consumidor final”.
Comisión defiende proyecto
El presidente de la Comisión de Energía del Poder Legislativo, Óscar Ramón Nájera, defendió las reformas a la ley y dijo que contrario a lo que señalan los detractores será de mucho beneficio para el pueblo hondureño.
“En el pie de errata que hicimos nosotros precisamente se hicieron unas correcciones y eran para mejorar algunas condiciones de la ley, porque siempre hay personas inescrupulosas que quieren meter la mano, pero ya se corrigieron y la ley tiene todos los incentivos necesarios para que vengan los inversionistas a mejorar las condiciones de los biocombustibles a través del etanol y del biodiésel”, dijo.
Explicó que la ley contempla el agregado de bioetanol y biodiésel a los combustibles fósiles que se adquieren en el país en una proporción de 5% hasta 20% en 20 años de forma gradual, con lo cual se espera potenciar la agricultura y la agroindustria y generar un ahorro significativo para el país en la factura petrolera.
Justificó que las reformas a la Ley de Producción y Consumo de Combustibles aprobada en enero pasado por el anterior Congreso Nacional, contenía varias incongruencias y por ese motivo se le hizo la fe de errata.
“Esto le da seguridad al Estado, le da seguridad al Pueblo hondureño de que hoy vamos a tener una mezcla donde no solo se va a consumir 100% petróleo, sino que ahora se va consumir un 5, un 10, un 15 y un 20% de productos naturales a través de la caña de azúcar, la palma africana y otros productos ricos en biomasa como los desechos del pino, de la bagazo de la caña y la estopa”, acotó.
Sobre la modificación que hicieron los diputados al costo del kilovatio hora generado en base a biomasa, biogás y biocombustibles, el legislador nacionalista adujo que este valor se va a ir reduciendo en la medida que se vaya aumentando la mezcla de combustibles con estos recursos y adicionalmente se reduzca la importación de derivados del petróleo.
Nájera argumentó que hay regiones del país en las que actualmente se paga el costo del kilovatio hora a más de 0.49 centavos y “nuestra aspiración mayor es llegar a rangos como está en la Ley de Energía Renovable, de 0.08 y 0.09 centavos de dólar, a esos precios aspiramos llegar, pero tenemos que cambiar la matriz energética en rangos de 95% de energía renovable y 5% de origen fósil”.