El mercado laboral hondureño tiene todo el potencial para sostener con mano de obra el crecimiento del país. Sin embargo, se trata de un potencial que en buena medida se encuentra inexplotado por cuanto no cuenta todavía con todas las condiciones necesarias para reducir los elevados niveles de desempleo entre la población en edad de trabajar. Por otra parte, algunos pasos se han dado ya, metas han sido trazadas y este 2014 puede ser el año en el que Honduras comience a recuperar el grado de crecimiento económico que registró en los años previos a la crisis financiera de 2008.
Este 1 de mayo que se celebra el Día del Trabajador, LA PRENSA presenta una radiografía sobre la situación actual del desempleo en Honduras.
Las estadísticas
De acuerdo con las cifras que recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 6.7 millones de hondureños en edad de trabajar, de los cuales, 3.6 millones son económicamente activos, es decir, tienen un trabajo o se han autoempleado.
De estos, un poco más del 34% trabaja en labores agrícolas, casi 15% se ocupa en la actividad comercial y de ventas, mientras que el 13% lo hace en la industria textil, de la construcción o en la mecánica.
Un 11% trabaja en el sector servicios, 8% son profesionales y técnicos, mientras que el resto lo hace en actividades tan variadas como el rubro del transporte o en el sector administrativo, según refiere el INE.
El potencial
“Una de las mayores potencialidades del país es que tenemos suficiente mano de obra para sostener un crecimiento y por eso es importante el desarrollo de proyectos que absorban grandes cantidades de mano de obra porque tenemos una disposición suficiente para duplicar o triplicar la actividad económica que actualmente tenemos”, asegura el empresario Óscar Galeano.
No obstante, la falta de inversiones impide en gran parte desarrollar ese potencial.
“Hasta el momento no ha habido ninguna respuesta en cuanto a crear condiciones para crear más empleo.
Esperamos que lo más pronto posible se vea el empleo en el país y el fortalecimiento de las empresas para que haya más empleo, porque ahorita no tenemos. Cualquier cantidad de gente está desempleada. No ha bajado mucho el índice que teníamos el año anterior y eso significa que no ha habido un empleo masivo”, lamenta Hilario Espinoza, secretario general de la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH).
Las estadísticas oficiales estiman que la tasa de desempleo se ubica en casi 4%, lo que representa un aproximado de 144,000 personas, cantidad que, en vista de cifras cercanas al millón reportadas en los meses posteriores al estallido de la crisis financiera y política del período 2008-2009, parece ser conservador.
Hay que reconocer; sin embargo, que la situación ha mejorado desde entonces y conviene también tomar en cuenta que en las estadísticas oficiales no figuran personas que, aunque está en edad de trabajar, no necesariamente lo hace por diversas razones, entre las que destaca el caso de quienes estudian a tiempo completo y un buen número de mujeres que son amas de casa.
Acaso más apremiante que la tasa de desempleo abierto, sea el fenómeno del subempleo, que se refiere a aquellas personas que aunque tienen trabajo, no gozan de lo que se considera un salario digno y tampoco cuentan con beneficios o prestaciones sociales.
El INE calcula que el subempleo evidente o visible afecta al 11.7% de la población económicamente activa, lo que equivale a más de 420,000 personas; pero más grave aún es el caso del subempleo invisible, que según el mismo cálculo, afecta al 40% de quienes trabajan, lo que representa alrededor de 1.4 millones de personas.
A este respecto, Carlos Madero, ministro de la Secretaría de Trabajo, el problema se relaciona con el alto grado de informalidad que impera en muchas empresas, sobre todo en el sector de los micro y pequeños negocios, junto con una baja de productividad.
“Mientras no aumentemos la productividad del sector privado, reduciremos el rango de informalidad para combatir el subempleo, que es un problema, incluso más grave que el desempleo”, dice el ministro.
“Con chamba vivís mejor”
El Gobierno actual ha dado algunos pasos que de alguna manera han contribuido a cambiar la situación.
“El Presidente Hernández tiene muy clara su política de empleo y la creación de puestos de trabajo. De hecho el programa ‘Con chamba vivís mejor’ se ha vuelto el más intensivo en la creación y generación de puestos de trabajo”, afirma Madero.
El funcionario agrega que hasta ahora el programa ha logrado la creación de 8,365 nuevas plazas de trabajo.
Las metas de la actual administración son ambiciosas: crear 25,000 empleos por año de aquí a 2018, aunado a la creación de 50,000 empleos adicionales como producto del fortalecimiento de otros programas como el que permite la contratación de trabajadores por hora, para un gran total de 150,000 nuevos empleos en los próximos cuatro años.
Factor femenino
De los 3.6 millones de hondureños que se contabilizan en las estadísticas, aproximadamente 47% son mujeres, un género que cada vez se abre más y nuevos espacios en el mercado laboral.
“La mujer, al igual que el hombre, tiene la capacidad de desarrollar cualquier actividad. Lógicamente, aquellas que requieran una fuerza física, las excluye un tanto, pero en términos generales, la mujer tiene la capacidad, los conocimientos, las habilidades como para competir con el sexo masculino”, dice Galeano.
Madero reconoce que “en la estructura del mercado laboral hondureño, el tema de género sigue pendiente”, y añade que hay “un factor cultural y aspectos de discriminación en ciertas actividades en las que se piensa que son para hombres y no se da espacio a las mujeres. Esto pasa en industrias como la construcción que se ha concebido para manos de obras masculina pero poco a poco el mercado laboral hondureño tendrá que ir cambiando esa matriz”.
Cuestiones salariales
Los trabajadores siempre reivindican mejores salarios, pero para sus patronos, no siempre resulta fácil llenar esas aspiraciones.
Esto es muy cierto en el gremio de la micro, pequeña y mediana empresa (mipyme), sector particularmente vulnerable que con frecuencia se encuentra en aprietos a la hora de cumplir con las disposiciones salariales.
“Solo nosotros sabemos cómo nos afectan los salarios mínimos, porque la mayoría de nuestras empresas son familiares y hay empresas que no tienen demasiada fuerza”, dice Edwin Soriano, presidente de la Asociación de Pequeñas Empresas del Valle de Sula (Apevas). El dirigente apunta que a menudo, las mipymes tratan de compensar los salarios relativamente bajos de sus trabajadores de otras maneras. “Lo que estamos haciendo es ofrecer bonificaciones cuando tenemos buenas ventas. Otras empresas están utilizando el medio tiempo e incluso, otros se han atrevido a utilizar el trabajo por hora”, dice Soriano.
Lo que se necesita
Las fuentes consultadas coinciden en afirmar que el mercado hondureño ofrece mano de obra de buena calidad, pero que esta tiene que seguir capacitándose a fin de mejorar sus posibilidades de contratación y el acceso a mejores salarios.
Pero se necesitan otras cosas.
“Lo que se necesita es la promoción como política de Estado para promover el empleo en Honduras y eliminar un montón de trámites engorrosos para poder poner una empresa y que haya mayor inversión en el país que genere empleo”, señala Espinoza quien dice además que junto con la reducción de la inseguridad, es necesario “dejar de desprestigiar al país” con las publicaciones de hechos de violencia. En el plano laboral, sugiere Espinoza, los incentivos al trabajador en la forma de bonos por producción u otros beneficios, motivan al trabajador a ser más productivo.
“Tiene que ser un esfuerzo permanente, pero no solo del Gobierno, debe ser de la empresa privada, de los trabajadores y de todas aquellas instituciones involucradas en sacar adelante el país”, resume Galeano lo que hace falta por hacer.