San Pedro Sula, Honduras
Los financistas de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi) trabajaron ayer en varias instituciones bancarias del país para verificar las 64 cuentas a plazo fijo, en lempiras y dólares, y cuentas de cheques que le fueron aseguradas a la red denominada Los Cachiros.
La actividad permitirá a los especialistas establecer el monto real depositado en cada una de las cuentas para proceder al traspaso de esos fondos a favor del Estado.
La operación se realizó después de los allanamientos del jueves a propiedades de los hermanos Devis Leonel y Javier Eriberto Rivera Maradiaga, señalados por el departamento del Tesoro de Estados Unidos como los líderes de la banda ligada al narcotráfico y lavado de activos denominada Los Cachiros. En el informe de EUA también señalan a sus padres Santos Isidro Rivera Cardona y Esperanza Maradiaga; a sus hermanos Maira y Santos Rivera y a un supuesto socio nicaragüense, Bismarck Lira Girón.
Con esta organización Estados Unidos liga a las empresas Minera Mi Esperanza, S.A.; Ecoparque y Zoológico Joya Grande; Ganaderos Agricultores del Norte, S. de R.L.; Palma del Bajo Aguán (Palbasa) y la inmobiliaria Rivera Maradiaga, ubicadas en Tocoa y Bonito Oriental, en Colón y Santa Cruz de Yojoa, Cortés.
En Colón y Santa Cruz de Yojoa se realizó ayer el inventario de los siete bienes inmuebles allanados el jueves: a la empresa Ganaderos y Agricultores del Norte, Transporte Brisas del Aguán y del Norte, Palbasa y Servicios Especiales de Seguridad (Sesco).
Además continuaron con las acciones en el hotel Posada del Rey, hotel El Encanto y en el Zoológico Joya Grande.
“Los equipos han continuado su labor con el inventario de todos los bienes incautados. Es una labor extensa que al final nos va a permitir dar un valor real a todos los bienes que según la investigación están vinculados con esa organización”, informó Humberto Palacios Moya, director de la Oabi.
Para hoy, las acciones de la Fiscalía Especial contra el Crimen Organizado se enfocarán en otras ciudades para realizar la privación de dominio de otros bienes ligados a la red.
Joya Grande
La incertidumbre de los 80 empleados que laboran en el Ecoparque y Zoológico Joya Grande se desvaneció ayer, luego de que el personal de la Oabi los reuniera para explicarles que todos continúan en sus labores y conservan la antigüedad de sus puestos.
La incautación de este bien creó dudas, el temor de si continuaría funcionando y cuál sería el futuro de los 300 animales que se encuentran en este lugar. La preocupación se extendió, incluso, a las redes sociales.
“Todo está normal. Solo se ha dado un cambio en la administración, pero el personal, cuidado y manejo del parque siguen iguales. La Oabi ha tomado el control y se ha reunido con los empleados para explicarles el proceso que se lleva a cabo”, explicó Palacios.
Los grupos de turistas que tenían reservación llegaron ayer al parque, el personal los atendió y los guió en el recorrido de las 40 manzanas que componen el área del zoológico. Eran docentes de Chamelecón, en San Pedro Sula, que celebraron el Día del Maestro visitando el centro turístico.
Las reservaciones que con antelación se realizaron para visitar Joya Grande se mantienen vigentes y para hoy esperan a 372 turistas que disfrutarán de las instalaciones el fin de semana.
Los animales
La acción judicial creó preocupación, pero ayer se constató que el cuidado, alimentación e higiene de las 58 especies han sido mantenidos por el personal especializado.
Los empleados siguen cumpliendo sus labores diarias. Durante el recorrido de ayer hubo alarma por el estado de salud de una llama, lo que hizo que la veterinaria cambiara su agenda y se trasladara de inmediato a la clínica para atender al animal.
El almacén de medicamentos está abastecido con todo lo necesario para las atenciones.
“Si algo garantiza que la calidad de atención no va a decaer, es el compromiso y la entrega que cada uno de nosotros les da a los animales para que nada les falte. Prueba de ello es que hemos logrado en este zoológico reproducir especies y eso es algo que no se logra si no se tienen condiciones adecuadas y buen manejo porque nuestra prioridad son los animales”, explicó María Díaz.
El parque tiene una extensión de 400 manzanas, 40 de las cuales están destinadas al área del zoológico y 100 al canopy, dos de las mayores atracciones del sitio. El parque es autosostenible, por lo que los empleados tienen el reto de continuar la administración con el fin de generar recursos para que la calidad del centro no disminuya y siga siendo el más visitado del país. “Tenemos que generar recursos. Sabemos que esta situación provoca dudas y los primeros días causará una baja en las visitas, pero estamos preparados para salir adelante”, explicó el administrador del centro, Medardo Altamirano.
Los precios y promociones se mantienen normales, como se promocionaban hasta antes de la acción judicial, confirmaron los empleados del lugar.