La majestuosidad de los mayas lo construyeron en una zona inundada de vegetación que les servía en su estrategia para cubrirse de los enemigos, dijo el arqueólogo Ramos.
Las excavaciones y los estudios comenzaron hace más de seis años y los resultados han sorprendido a los arqueólogos, pues han encontrado edificios de alta calidad que, según ellos, podrían ser los de mejor detalle en todo Copán. Alrededor de 14 edificios han sido descubiertos y reconstruidos por conservadores que esperan presentárselos en un mes a los turistas.
Estructura 10
El arqueólogo Jorge Ramos le explicó a LA PRENSA que unos cuatro años habrían tardado los constructores de aquella época, aproximadamente unos 600 años después de Cristo, en levantar las viviendas. Se estima que 20 obreros las tallaron en piedra usando una mezcla de arena, mortero de cal, arcilla y pegamento extraído del cablote. Su talento queda evidenciado, pues adornaban estos edificios con mascarones en forma de animales.
Una de las estructuras que más han llamado la atención es la número 10, calificada como la mayor y más perfecta obra escultural de los artesanos de ese tiempo. Se trata de la imagen de un jaguar que simboliza autoridad para los reyes. Esta es una de las sorpresas que esperan a los turistas el próximo mes. “Para los cabecillas mayas, un complejo como Rastrojón, además de defensa, les daba autoridad. Según su perspectiva, intimidaría a cualquier visitante inesperado”, agregó.
Pasaron los años y Rastrojón sufrió alteraciones provocadas por las fallas geológicas. Según el arqueólogo hondureño, los movimientos sísmicos ocasionaron deslaves que deterioraron su seguridad y los obligaron a abandonar la fortaleza. “Aunque otros pobladores del valle reciclaron materiales de los edificios, también fueron amenazados y en pocos días la majestuosidad quedó abandonada y arrastrada por el lodo.
Rastrojón tiene una importancia enorme en la identidad de los hondureños, nos abre otra puerta a nuestra historia. Nos muestra la inteligencia de las autoridades y su potencial artístico”, explica Ramos.
Agrega que este complejo “les dejará muchas lecciones a los hondureños y extranjeros. Primero por sus formas de edificar. Los mayas se dieron cuenta de que no debían construir en sitios con fallas geológicas. Esto les pesó porque finalmente no se dieron cuenta de en qué momento los iba a perjudicar. Segundo, tenemos que aprender a conservar porque si no desconocemos nuestra identidad”.
El arqueólogo invita a visitarlo porque Copán Ruinas toma una forma más completa a partir de aquí. “Debemos tomar en cuenta que ya se conoce el Parque Arqueológico de Copán Ruinas, donde estaba la ciudad, pero Rastrojón está en la entrada. La vista del valle aquí es excepcional y se comprenden muchas cosas de la mitología y política maya”.
Desde que iniciaron los trabajos se han reconstruido más de cuatro edificios, algunos montículos y estructuras han sido preservadas.
En Antropología e Historia ultiman detalles. Los tres conservadores copanecos que trabajan para terminar de reconstruir el edificio 10 están satisfechos con el resultado. Antonia Martínez es uno de ellos. Analizar piedra por piedra es un trabajo que ha requerido mucha paciencia, pero que disfruta al conocer el símbolo que ha revelado para el mundo. “Ha costado muchos años, somos un equipo con vocación y juntos hemos logrado este gran suceso”, dijo. Ella llega a Rastrojón todos los días a continuar esta faena que, sin duda, cautivará al mundo entero.
“No habíamos encontrado algo tan lindo”
“Rastrojón es un sitio defensivo que tiene ocupación desde antes de la llegada del fundador, durante toda la dinastía real, después del colapso dinástico y hay una reocupación posterior, 100 años después”.
La frase es del reconocido arqueólogo norteamericano William Fash en una entrevista que concedió a LA PRENSA.
El famoso investigador agregó que “en este lugar -Rastrojón- hay muchas imágenes que hacen referencia a la guerra y al papel de los guerreros. Encontramos puntas de flechas y de lanzas, artefactos bélicos que evidencian que fue un sitio defensivo”.
Al principio, dijo Fash, “pensábamos que iba a ser un hallazgo pequeño, pero al excavar descubrimos varios edificios muy adornados. Hay una estructura en particular, la número 10; es la más bellamente adornada fuera del recinto real. De todas las excavaciones del valle que he visto, que ya son 34 años, nunca habíamos encontrado algo tan lindo y profusamente decorado como este templo”.
1885: Escalinata de los Jeroglíficos Situada en la cara oeste de la pirámide 26. El investigador británico Alfred P. Mudslay, aproximadamente en 1885, hizo la primera excavación.
1980 Patrimonio mundial La primera mención de Copán se hizo en una carta en el período colonial temprano, el 8 de marzo de 1576. En 1980 fue declarado patrimonio de la humanidad por Unesco.
1989 Templo rosalila Descubierto por el arqueólogo hondureño Ricardo Agurcia Fasquelle. Se utilizaba para diversas ceremonias, entre ellas el culto al rey de Copán, K’inich Yax K’uk’ Mo’.
1992 Disco marcador Debajo del Templo Papagayo, el arqueólogo William L. Fash halla un disco marcador “motmot” con retratos de los reyes K’inich Yax K’uk’ Mo’ y K’inich Popol Hol.
1999 Túneles El Instituto Hondureño de Antropología e Historia abre al público dos túneles, aunque existen más, muchos están cerrados porque se hallan en estudio.
2009 Templo oropéndola Presenta una ornamentación basada en tallados en piedra. El Templo Oropéndola es el segundo descubrimiento más importante desde Rosalila.
2012 Río amarillo Ubicado a 16 kilómetros del parque arqueológico. Río Amarillo era un sitio de paso que los mayas utilizaban en su camino por el Valle de El Florido hacia el Valle del Motagua.
2012 Grupo Núñez Chinchilla Ubicado en el costado norte del parque arqueológico. Se han encontrado cerca de 145 entierros, cuyos restos humanos y ofrendas dan una idea de cómo eran los mayas.