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Drásticos cambios al sistema carcelario anuncia Juan Orlando

  • 09 septiembre 2016 /

Tegucigalpa, Honduras.

Hoy les toca el turno de cambio a los centros penitenciarios, aseguró ayer el presidente Juan Orlando Hernández, para evitar que desde ahí se ordenen asesinatos y crímenes.

“Como muchos de los cambios que se han venido impulsando en el país, y lo seguiremos haciendo, hoy les toca el turno a los centros penales de Honduras, al sistema carcelario”, sentenció el Presidente.

“Cuando diseñamos el proceso de cambios en Honduras, iba a llegar este momento y uno de los requisitos para poder implementar los cambios en los centros penitenciarios era tener las instalaciones físicas acorde con la dimensión de las acciones delictivas que está afrontando la sociedad”.

El mandatario señaló que el nivel de peligrosidad, de confabulación y de perversidad de los reos asociado con sus familiares ha aumentado y es por ello que no pueden estar recluidos en las cárceles que han sido construidas hace 60 o 70 años.

Indicó que incluso muchos familiares “no saben el tipo de mensaje que están llevando hacia afuera y en muchas ocasiones llevan órdenes para cometer asesinatos o actos delictivos”.

El titular del Ejecutivo explicó que los cambios tienen que ver con un sistema en el que el privado de libertad, efectivamente esté privado de libertad, “que tenga restricción de la libertad para su propio beneficio, para que no vuelva a delinquir y que no vuelva a ser miembro de un grupo delictivo”.

Lamentó que grupos de derechos humanos del país se opongan a las nuevas medidas de seguridad que implementará el Gobierno en los próximos días en las cárceles. “Yo no sé si los que ahora se oponen a este tipo de cambios en el sistema carcelario saben las dimensiones de lo que allí sucede y se planifica desde ese lugar”, dijo.

Escuelas del crimen

Hernández aseguró que “al bajar el nivel del tráfico de drogas bajó considerablemente el índice de muertes y la ola delictiva del país”, logro que según el mandatario “se ha reconocido dentro y fuera del país, pero sabíamos que esta ola entonces se iba a centrar en la extorsión”.

Insistió en que este es el momento de poner orden en los centros penales y que sería un grave error obviar este asunto de seguridad.

“Los centros penales se han convertido no solo en escuelas del crimen, sino en centros de operación del crimen”.

“Desde allí se ordenan asesinatos, acribillar a las bandas contrarias por pelear territorio; si no se entiende eso, no se va a entender la necesidad de que quien está recluido debe estar privado de libertad”, enfatizó.

Para el mandatario, presidiario no debe tener esas facilidades dependiendo de su peligrosidad.

Reveló que desde las cabinas que hay en las cárceles los reclusos envían mensajes con una serie de códigos “que al ser descifrados se entiende que es una orden de cometer actos delictivos de los más salvajes y sanguinarios”.

“Quiero aclarar algo, yo, por formación personal, creo en los derechos humanos, pero no puedo aceptar que los derechos humanos no protejan los derechos humanos de las víctimas”, refirió, al tiempo que recordó que las víctimas han sido miles y miles de hondureños trabajadores y que hay bandas criminales que operan desde las cárceles en confabulación con los que están afuera.