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La violencia y el crimen organizado siguen desplazando a cientos de hondureños

  • 29 agosto 2016 /

El desplazamiento de pobladores es un asunto invisible que pide mecanismos más efectivos.

Tegucigalpa, Honduras

El desplazamiento forzado causado por la violencia y el crimen organizado es un problema que sigue siendo 'invisible' para muchos en el Triángulo Norte de Centroamérica, que requiere atención y mecanismos de protección más efectivos, dijo el representante de Acnur, José Samaniego.

El desplazamiento forzado es 'un fenómeno bastante invisible, las víctimas de alguna manera continúan estando invisibilizadas por el mismo desplazamiento', señaló Samaniego en una entrevista con Efe en Tegucigalpa.

Agregó que la mayoría de los desplazamientos ocurren por la violencia y la inseguridad que prevalece en Honduras, El Salvador y Guatemala, países que conforman el Triángulo Norte centroamericano, y llamó a los Gobiernos a atender este fenómeno.

Refugio
La mayoría de esta personas solicitan refugio en Estados Unidos, Canadá y México, pero el Acnur también detectó una creciente cantidad de solicitudes en Costa Rica y Panamá.
La violencia y la inseguridad propician a 'que un número considerable' de ciudadanos del Triángulo Norte dejen sus lugares de residencia para buscar muchas veces algo tan básico como su integridad física, subrayó el representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) para América Central, Cuba y México.

El desplazamiento 'es un problema regional y extremadamente complejo' causado, principalmente, por los altos niveles de 'inseguridad y violencia', enfatizó.

Samaniego participó la semana pasada en Tegucigalpa en una rueda de prensa con el Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras, Roberto Herrera, en la cual indicó que el número de refugiados y solicitantes de asilo procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala llegó a 110,000 en 2015, cifra cinco veces mayor a la de hace cuatro años.

Foto: La Prensa

Las extorsiones, amenazas y reclutamientos forzosos de las pandillas han provocado un aumento de los desplazamientos internos de familias hondureñas.
Sobre las cifras, el experto aseguró que deben considerarse para medir 'la magnitud de la problemática' y planteó la urgencia de realizar un censo de víctimas de desplazamiento forzado en los tres países centroamericanos.

Además, estimó necesario que los Estados reconozcan que 'hay una problemática' y desarrollen 'mecanismo especiales' para su atención.

Samaniego indicó que el desafío para abordar este tema empieza desde el hecho de que no existe dentro del sistema jurídico de los países una norma que defina el desplazamiento forzado interno o establezca un marco de actuación frente al mismo.

Por ello, el funcionario de Acnur destacó la necesidad de elaborar un diagnóstico nacional que permita conocer la dimensión real del problema, a fin de diseñar políticas públicas para atajarlo.

'Sabemos que (el problema) es muy grave, la dimensión real se irá visibilizando a medida que tengamos un mayor conocimiento a través de estudios y de mecanismos de monitoreo, es un fenómeno muy serio y muy grave', dijo.

Consideró fundamental la asistencia legal y jurídica a la población desplazada para garantizar la investigación de los hechos, restitución de los derechos vulnerados y la defensa de los bienes afectados.

Asimismo dijo que es necesario 'pasar de los planes nacionales a programas más específicos (que ayuden a) reducir los riesgos del desplazamiento y permitan atender a estas personas'.

Según el representante de Acnur, las poblaciones que se desplazan huyendo del crimen organizado y la violencia deben ser reconocidas como personas 'con necesidades específicas de protección', algo que no ocurre en la región.

Otro desafío es 'establecer mecanismos mucho más operativos para brindar protección a las personas' tanto en los países de origen, de tránsito y de destino de los refugiados, añadió.

Enfatizó que una de las prioridades de Acnur es apoyar a los estados y trabajar con la sociedad civil para 'fortalecer la protección' hacia los desplazados.

Centroamérica, en especial el Triángulo Norte, es una de las zonas del mundo más violentas pese a que no se desarrolla una guerra convencional. EFE