Tegucigalpa, Honduras
El desplazamiento forzado causado por la violencia y el crimen organizado es un problema que sigue siendo 'invisible' para muchos en el Triángulo Norte de Centroamérica, que requiere atención y mecanismos de protección más efectivos, dijo el representante de Acnur, José Samaniego.
El desplazamiento forzado es 'un fenómeno bastante invisible, las víctimas de alguna manera continúan estando invisibilizadas por el mismo desplazamiento', señaló Samaniego en una entrevista con Efe en Tegucigalpa.
Refugio
La mayoría de esta personas solicitan refugio en Estados Unidos, Canadá y México, pero el Acnur también detectó una creciente cantidad de solicitudes en Costa Rica y Panamá.
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El desplazamiento 'es un problema regional y extremadamente complejo' causado, principalmente, por los altos niveles de 'inseguridad y violencia', enfatizó.
Samaniego participó la semana pasada en Tegucigalpa en una rueda de prensa con el Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras, Roberto Herrera, en la cual indicó que el número de refugiados y solicitantes de asilo procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala llegó a 110,000 en 2015, cifra cinco veces mayor a la de hace cuatro años.
Las extorsiones, amenazas y reclutamientos forzosos de las pandillas han provocado un aumento de los desplazamientos internos de familias hondureñas.
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Además, estimó necesario que los Estados reconozcan que 'hay una problemática' y desarrollen 'mecanismo especiales' para su atención.
Samaniego indicó que el desafío para abordar este tema empieza desde el hecho de que no existe dentro del sistema jurídico de los países una norma que defina el desplazamiento forzado interno o establezca un marco de actuación frente al mismo.
Por ello, el funcionario de Acnur destacó la necesidad de elaborar un diagnóstico nacional que permita conocer la dimensión real del problema, a fin de diseñar políticas públicas para atajarlo.
Consideró fundamental la asistencia legal y jurídica a la población desplazada para garantizar la investigación de los hechos, restitución de los derechos vulnerados y la defensa de los bienes afectados.
Asimismo dijo que es necesario 'pasar de los planes nacionales a programas más específicos (que ayuden a) reducir los riesgos del desplazamiento y permitan atender a estas personas'.
Según el representante de Acnur, las poblaciones que se desplazan huyendo del crimen organizado y la violencia deben ser reconocidas como personas 'con necesidades específicas de protección', algo que no ocurre en la región.
Enfatizó que una de las prioridades de Acnur es apoyar a los estados y trabajar con la sociedad civil para 'fortalecer la protección' hacia los desplazados.
Centroamérica, en especial el Triángulo Norte, es una de las zonas del mundo más violentas pese a que no se desarrolla una guerra convencional. EFE