“Viví diez años en el bordo y hoy por fin tengo una casa donde podré vivir con mis hijos sin tener que preocuparme que el río nos llevará las cosas cada vez que cae una tormenta”, dice Maritza Ramírez.
Ella ya habita junto con otras 19 familias del bordo de río Blanco en la residencial La Frontera, en el sector sureste de la ciudad. Esas 20 familias cuentan ahora con una vivienda digna con todos los servicios básicos (agua potable, energía eléctrica y alumbrado público) que les permite tener calidad de vida.
El proyecto fue un éxito gracias al trabajo del consorcio San Pedro Sula Siglo 21 que construye 24 obras en la ciudad, una buena parte en el bulevar del norte, la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep) y la Municipalidad como promotores de buenas obras para el país.
La administradora de proyectos, Melina Martínez, dice que la meta es poder continuar la obra “ampliación del puente sobre el río Blanco” del Proyecto SPS Siglo 21 en esa localidad. “La obra consiste en la construcción del sexto carril para habilitar la tercera trocha del lado oeste del puente que va en dirección de Puerto Cortés hacia San Pedro Sula”, manifestó.
Martínez dijo que con las casas se logrará mejorar la calidad de vida de muchos adultos y niños que ahora tendrán no solo seguridad, sino que un techo digno para vivir, además de beneficios adicionales como cercanía a escuelas y centros de salud.
Proyecto
Esas familias también fueron capacitadas por la Municipalidad a través del Programa de Apoyo a la Microempresas y Artesanos (Pama) para que puedan crear sus propios negocios, explicó el gerente de Servicios Públicos y Participación Comunitaria, Alberto Marín.
Fueron sujetas a un proceso de socialización, motivación y convencimiento y hoy se les está entregando las llaves de sus viviendas con todas las condiciones que se necesita para que se desarrollen, explicó.