Nueva York, Estados Unidos.
Seis miembros de la Policía Nacional de Honduras fueron acusados ayer por tráfico de drogas, señalamiento que hizo la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, la cual asegura que ellos trabajaron en alianza con Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa, para llevar varias toneladas de cocaína a los Estados Unidos.
Los acusados son los agentes Ludwig Criss Zelaya Romero (39), Mario Guillermo Mejía Vargas (46), Juan Manuel Ávila Meza (45), Carlos José Zavala Velásquez (44), Víctor Oswaldo López Flores (43) y Jorge Alfredo Cruz Chávez (39).
Contra los seis policías, la Fiscalía de EUA interpuso cargos por conspirar (desde 2004 a 2014, fechas aproximadas) para importar cocaína a los Estados Unidos y conspirar para usar y llevar armas de fuego para la conspiración de importación de cocaína.
En el caso de Zelaya Romero, también está acusado de usar y llevar ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración para la importación de cocaína.
Si el policía Zelaya Romero es declarado culpable, enfrentará una sentencia mínima obligatoria de 40 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua.
Si se declara culpable a los agentes, enfrentarán una sentencia mínima de 10 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua.
“A través de sobornos a funcionarios públicos y filtrando información sobre las investigaciones en curso y puestos de control policiales, estos acusados acordaron garantizar el paso seguro de toneladas de cocaína a través de las selvas de Honduras en su camino a Estados Unidos”, expresó Preet Bharara, Fiscal General del Distrito Sur de Nueva York.
Por ahora, los nuevos acusados siguen en libertad. El proceso en estos casos es que EUA pide la extradición de los seis acusados y se de inicio al proceso en Honduras.
Por su parte, Fabio Lobo, capturado en mayo de 2015 en Haití, está preso en Nueva York acusado de tráfico de drogas. Él se declaró culpable el mes pasado en la Corte de Manhattan y será sentenciado el 15 de septiembre de 2016. Enfrenta una pena mínima de 10 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua.
La trampa
Según EUA, en 2014 Lobo aceptó, a cambio de un pago de un millón de dólares, proporcionar seguridad y apoyo logístico para transportar a Estados Unidos, a través de Honduras, una carga de varias toneladas de cocaína que él creía eran del cartel de Sinaloa de México.
Según EUA, a los seis policías ahora acusados, Lobo les presentó a dos individuos que él creía que eran narcotraficantes mexicanos, pero que en realidad eran fuentes confidenciales (infiltrados) que actuaban bajo las órdenes de la Administración para el Control de Drogas (DEA).
La Fiscalía de EUA informó que en una reunión, que secretamente fue grabada en video, los policías hoy acusados aceptaron sobornos de $100,000 cada uno y a cambio de eso mostraron un mapa de Honduras donde revelaron los puestos de control policiales y planificaron una ruta para la cocaína. Además, acordaron dar seguridad armada para esa droga, ya que pasó por Honduras antes de ser llevada a Estados Unidos.
También aceptaron $200,000 extras para pagar a otros subordinados dentro de la Policía, quienes garantizarían el paso seguro de la droga.
Conforme a EUA, en 2014 muchas organizaciones de tráfico de drogas en Honduras y otros países trabajaron juntos, y con el apoyo de los ahora demandados (Fabio Lobo y los seis policías) y otros, para recibir varias toneladas de cocaína enviados a Honduras desde Venezuela y Colombia, vía aérea y marítima, y para transportar la droga al oeste en Honduras, hacia la frontera con Guatemala y, finalmente, a Estados Unidos.
Seis miembros de la Policía Nacional de Honduras fueron acusados ayer por tráfico de drogas, señalamiento que hizo la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, la cual asegura que ellos trabajaron en alianza con Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa, para llevar varias toneladas de cocaína a los Estados Unidos.
Los acusados son los agentes Ludwig Criss Zelaya Romero (39), Mario Guillermo Mejía Vargas (46), Juan Manuel Ávila Meza (45), Carlos José Zavala Velásquez (44), Víctor Oswaldo López Flores (43) y Jorge Alfredo Cruz Chávez (39).
Contra los seis policías, la Fiscalía de EUA interpuso cargos por conspirar (desde 2004 a 2014, fechas aproximadas) para importar cocaína a los Estados Unidos y conspirar para usar y llevar armas de fuego para la conspiración de importación de cocaína.
En el caso de Zelaya Romero, también está acusado de usar y llevar ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración para la importación de cocaína.
Fabio Lobo está preso en Estados Unidos.
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Si se declara culpable a los agentes, enfrentarán una sentencia mínima de 10 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua.
“A través de sobornos a funcionarios públicos y filtrando información sobre las investigaciones en curso y puestos de control policiales, estos acusados acordaron garantizar el paso seguro de toneladas de cocaína a través de las selvas de Honduras en su camino a Estados Unidos”, expresó Preet Bharara, Fiscal General del Distrito Sur de Nueva York.
Por ahora, los nuevos acusados siguen en libertad. El proceso en estos casos es que EUA pide la extradición de los seis acusados y se de inicio al proceso en Honduras.
Por su parte, Fabio Lobo, capturado en mayo de 2015 en Haití, está preso en Nueva York acusado de tráfico de drogas. Él se declaró culpable el mes pasado en la Corte de Manhattan y será sentenciado el 15 de septiembre de 2016. Enfrenta una pena mínima de 10 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua.
La trampa
Según EUA, en 2014 Lobo aceptó, a cambio de un pago de un millón de dólares, proporcionar seguridad y apoyo logístico para transportar a Estados Unidos, a través de Honduras, una carga de varias toneladas de cocaína que él creía eran del cartel de Sinaloa de México.
Según EUA, a los seis policías ahora acusados, Lobo les presentó a dos individuos que él creía que eran narcotraficantes mexicanos, pero que en realidad eran fuentes confidenciales (infiltrados) que actuaban bajo las órdenes de la Administración para el Control de Drogas (DEA).
La Fiscalía de EUA informó que en una reunión, que secretamente fue grabada en video, los policías hoy acusados aceptaron sobornos de $100,000 cada uno y a cambio de eso mostraron un mapa de Honduras donde revelaron los puestos de control policiales y planificaron una ruta para la cocaína. Además, acordaron dar seguridad armada para esa droga, ya que pasó por Honduras antes de ser llevada a Estados Unidos.
También aceptaron $200,000 extras para pagar a otros subordinados dentro de la Policía, quienes garantizarían el paso seguro de la droga.
Conforme a EUA, en 2014 muchas organizaciones de tráfico de drogas en Honduras y otros países trabajaron juntos, y con el apoyo de los ahora demandados (Fabio Lobo y los seis policías) y otros, para recibir varias toneladas de cocaína enviados a Honduras desde Venezuela y Colombia, vía aérea y marítima, y para transportar la droga al oeste en Honduras, hacia la frontera con Guatemala y, finalmente, a Estados Unidos.