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Masiva ola de abortos: hay 219 al día en Honduras

  • 19 junio 2016 /

Una píldora, que es muy popular, se vende sin receta en varias farmacias y pulperías; pero su mal uso puede causar la muerte o daños severos al útero.

San Pedro Sula, Honduras.

De forma masiva y sin ningún control, jóvenes hondureñas están tomando una pastilla que es para el tratamiento de la gastritis. Pero su verdadera intención es provocarse el aborto.

La Cytotec, de bajo costo, fácil acceso y uso, tiene como principal componente el misoprostol usado para tratar los problemas de gastritis. Y aunque se debe vender solo con prescripción médica, algunas farmacias no la piden.

Un equipo de investigación de LA PRENSA pudo constatar que estas pastillas se compran sin receta en varias farmacias del país e incluso se comercializa en pulperías y en grupos de Facebook. Su costo varía entre 250 y 700 lempiras o más.

Foto: La Prensa

Los dueños de varias farmacias y pulperías venden a estudiantes y adultos, sin restricción alguna, la píldora, la cual ha generado un aumento en el número de abortos que registran los centros asistenciales del país.
Especialistas en ginecología coinciden en que desde hace uno o dos años, la Cytotec está acaparando el negocio que tenían los centros clandestinos y las clínicas que se dedicaban a realizar este tipo de procedimientos ilegales.

“Es lamentable, cada vez son más las mujeres que se animan a abortar impulsadas por la facilidad que este medicamento les está proporcionando. Hay que aclarar que el problema no es la pastilla, porque esta sí funciona para curar la gastritis; el problema es el uso irresponsable que le dan algunas personas”, dijo José Jaar, ginecólogo obstetra sampedrano.

Abortos masivos

El uso de la pastilla ha incrementado la cantidad de los legrados que se practican en los centros asistenciales públicos y privados, los cuales llegan a contar hasta 10 procedimientos por día a jóvenes entre 14 y 20 años de edad, reveló Jaar.

La investigación del equipo de periodistas de este diario reveló que en algunos consultorios privados independientes, para evitar problemas legales, sugieren a las jóvenes tomar Cytotec para luego ellos hacer solo el legrado.

“Lo que toman las muchachas ahora es una pastilla que cuesta como dos mil lempiras, ya que un aborto es caro. Lo que nosotros hacemos son los legrados”, sugirió como solución uno de los recepcionistas de una clínica sampedrana al reportero que consultó haciéndose pasar como “cliente” si podían realizar un aborto a una muchacha de 15 años.

Vía teléfono se logró contactar a una enfermera veterana, quien explicó que cobra ocho mil lempiras, y que el procedimiento lo hace en su casa.

Consecuencia de la Cytotec

José Manuel Palomo, ginecólogo obstetra y oncólogo, dijo que usar la Cytotec para inducir a un aborto puede llegar a causar esterilidad o incluso la muerte de una mujer.

“La gente, como lo realiza sin supervisión alguna, utiliza dosis demasiado altas, lo que contrae el útero y puede provocar la ruptura del mismo, poniendo en riesgo la vida de las mujeres”.

Detalló que la Cytotec, además de servir para tratamiento de gastritis, también es usada para agilizar el trabajo de parto, pero en dosis pequeñas. La mayoría de los embarazos se interrumpen durante la semana 12, o sea, a los tres meses.

Foto: La Prensa



Cifras

Cada año se hacen alrededor de 80,000 abortos a nivel nacional, lo que significa que por día se registran unos 219, aseguró Neesa Medina, analista en violencia contra las mujeres del Centro de Derecho de Mujeres (CDM).

“Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Latinoamérica uno de cada tres embarazos termina en aborto”, añadió.

Aseguró que el aborto ocupa la cuarta causa de muerte en el país. “Se debe comenzar a realizar un trabajo profundo en la promoción de educación sexual en las instituciones, si se quieren bajar estas cifras tan preocupantes”, dijo la representante de CDM.

Foto: La Prensa



Vuelven una y otra vez....

Cora Laínez, coordinadora de la Clínica de Promoción de la Salud del hospital Mario Catarino Rivas, dijo que han observado que un alto porcentaje de las pacientes a las que se les practican legrados vuelven dos, tres y hasta cuatro veces en el año por la misma causa. “Vemos las mismas caras. A veces no ha pasado ni un mes cuando ya las tenemos otra vez aquí. Calculamos que se atiende a unas siete mujeres diarias por este padecimiento”. Según Laínez, la mayoría de mujeres llegan solas y, como el tiempo de recuperación solo tarda 24 horas, presumen que esconden a sus familiares que se han ido a practicar los legrados.

“Muchas vienen diciendo que es por causa natural, pero los médicos les encuentran la pastilla de Cytotec aún en la vagina. Nosotros reportamos a la Fiscalía la situación para que ellos investiguen”, agregó.

Explicó que la clínica recoge los casos de estas jóvenes, al igual que las de las adolescentes que dan a luz en el hospital, las cuales hasta mayo sumaban 743, y les imparten charlas sobre planificación familiar con el fin de que no regresen tan pronto por un legrado o embarazo.

Juan Redondo, orientador del instituto oficial Primero de Mayo, contó que han tenido casos de alumnas que han querido practicarse un aborto y que gracias a la alerta oportuna de las mismas compañeras de clases han logrado informar a los padres de la situación, quienes han hecho desistir a las muchachas.

“El problema es que las jóvenes tienen miedo de la reacción de sus padres, y por eso buscan por su cuenta resolver el problema abortando. Las pastillas para provocarse la expulsión de los fetos las venden hasta en las pulperías, y eso hace más difícil poder evitar que sigan pasando estas cosas”, refirió el docente.

Foto: La Prensa