De calores extremos que llegaron a dar la sensación de hasta 48 grados centígrados a torrenciales aguaceros que en segundos causan daños e inundaciones. La transición ya comenzó.
El Niño, el fenómeno natural que ha causado la actual escasez de agua en gran parte del país, ha llegado a su fase final y ahora llegó La Niña, la versión opuesta, que trae lluvias.
El centro de predicción del clima de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) de Estados Unidos, en un boletín emitido recientemente, indica que “el consenso de los pronósticos favorece el establecimiento de La Niña durante el verano, mayormente apoyado por los modelos dinámicos y mediante las tendencias observadas hacia condiciones más frías que el promedio”.
“El desarrollo de La Niña es favorecido durante el verano de 2016 en el hemisferio norte, con una posibilidad cerca de 75% de La Niña durante el otoño y el invierno de 2016-17”, vaticina Noaa. En Honduras, el Comité Permanente de Contingencias (Copeco) espera que La Niña comience a manifestarse con un período de lluvias a partir de finales de junio o principios de julio.
“Podríamos ver períodos con excesos de lluvias. Esperamos que estas lluvias vengan a paliar el problema de escasez de agua que hemos tenido”, manifestó Francisco Argeñal, meteorólogo de Copeco.
La Niña, según Argeñal, traerá al menos “un ciclón tropical cerca de las costas nuestras para que venga a favorecer la recuperación de las cuencas hidrográficas”.
Efectos
Un análisis realizado en el primer trimestre de 2016 por el Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) plantea que Honduras junto con Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Haití son los países de América Latina y El Caribe donde El Niño causó severos daños en el sistema productivo agrícola.
Este conjunto está dentro de la categoría de “países de alta prioridad” (compuesto por 23 de todo el mundo). El Instituto de la Tierra estima que “la sequía y la consiguiente inseguridad alimentaria es una de las principales consecuencias para el sureste de Asia, África oriental y meridional, América Central y el Caribe”.
Honduras es un país que, de manera cíclica, experimenta dilatados períodos de sequía, que van de los 12 a 36 meses, porque se encuentra en el llamado corredor seco.
Esa es una zona que inicia en Chiapas, México, y se extiende hacia una franja de la vertiente del Pacífico entre Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y parte de Costa Rica.
En los últimos 60 años, de acuerdo con informes de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (Ccad), esta región ha sufrido los efectos de unos 10 eventos Niño.
El Niño, por neutralizar el régimen de lluvias, afecta la agricultura y la ganadería y las zonas de recarga de los acuíferos de donde toman el agua las poblaciones urbanas y rurales. A diciembre de 2015, Germanwatch ubicó a Honduras en el primer lugar de su Índice Global de Riesgo Climático 2016, ya que en los últimos 20 años junto con Myanmar y Haití han sido los países más afectados por fenómenos climáticos.
El Instituto de Conservación Forestal (ICF) comenzará a reforestar las áreas afectadas por el gorgojo descortezador una vez que inicien las lluvias que traerá La Niña.
Pablo Dubón, director regional del ICF, informó que esa entidad está en la disposición de donar plantas a propietarios de bosques afectados y Municipalidades que tienen responsabilidad sobre tierras ejidales.