La Ceiba, Honduras.
La falta de lluvias tiene sin agua potable y sin energía eléctrica a miles de habitantes del litoral atlántico.
La ausencia de precipitaciones ha reducido en simples senderos de piedra y arena a muchos ríos y quebradas que abastecen los acueductos de esta región.
Esa es la realidad paradójica que se vive en esta zona, con una gran riqueza hídrica y una tradición verde.
El crecimiento demográfico, la masiva deforestación y el cambio climático son los factores que han provocado la escasez de agua en varios municipios de los departamentos de Atlántida, Colón y parte de Yoro.
Los racionamientos por la falta del preciado líquido son hasta por más de 10 horas continuas en algunos sectores de La Ceiba. En otras comunidades del valle arriba en el Aguán si no llueve en los próximos días dejarán de recibir su servicio de agua por gravedad.
“Actualmente, el río (Danto) tiene un volumen de agua de un 60% para abastecimiento por gravedad. En cuanto a bombeo, estamos trabajando a la mitad. Estos son los dos tipos de sistema que usamos para distribuir el agua a toda la ciudad de La Ceiba”, explicó Alan Espinal, subgerente regional del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa) en el litoral atlántico.
Debido a estas condiciones, muchos barrios y colonias ceibeñas tienen dificultades para recibir este servicio.
“Estamos trabajando de 5:00 am a 4:00 pm; en este horario se le está dando agua al centro de la ciudad, y de 4:00 pm a 5:00 am se le da a la parte alta”, detalló Espinal.
Ante el poco volumen de agua, las bombas impulsadoras no logran hacer llegar este líquido a muchos hogares. “Estamos teniendo casos donde hay viviendas en que el agua les está llegando nueve horas después que hacemos el bombeo”, aseguró el funcionario.
Más racionamientos
De seguir persistiendo la ausencia de lluvias en los próximos días, los racionamientos podrían extenderse por falta de agua en los ríos. “Puede ser que algunas colonias lleguen a tener tres horas de agua cada día por medio. Esperamos que llueva para no llegar a eso”, anunció Espinal.
El sistema de bombeo que tiene el Sanaa para suministrar agua en La Ceiba ya colapsó. Los equipos que tienen más de 30 años de uso se disparan constantemente por el poco volumen de agua, y esto los ha dañado.
La Ceiba tiene una población que supera los 250 mil habitantes y más del 48% del casco urbano depende de los servicios del Sanaa; el resto lo hace a través de redes privadas.
Ya la perforación de pozos para suministrar el agua no es una opción a futuro, puesto que se está teniendo intrusión salina en algunas perforaciones en sectores de la ciudad.
Desierto
En Olanchito, los racionamientos se han extendido por seis horas al día en todo el casco urbano. “Las fuentes de agua han disminuido; uno de los afluentes que nos abastece se secó. Solo estamos con dos, y uno de ellos ha disminuido en un 50%. Estamos atravesando un momento delicado, más en esta ciudad donde desde hace 20 años el Gobierno no ha aportado nada para mejorar y ampliar el sistema de agua”, lamentó Tomás Ponce, alcalde de Olanchito, Yoro.
La escasez de agua y la obsoleta red de distribución en la ciudad no permiten hoy en día un servicio de calidad a los más de 10 mil usuarios que dependen de este sistema.
En la aldea de San Carlos, siempre en este municipio, si no llueve en los próximos días “estaremos quedando sin agua, pues la quebrada que nos abastece se está secando cada día más, y eso significa que unas 150 casas no recibirán este preciado líquido”, anunció Isaías Anariba, presidente de la junta de agua.
Buen ejemplo
Bonito Oriental es el único municipio en el departamento de Colón que ha logrado sanear el 98% de sus microcuencas, lo que significa que sus comunidades tienen garantizado el suministro de agua durante todo el año.
Este es un proceso que la sociedad civil y organizaciones religiosas y no gubernamentales empezaron a promover hace una década.
“Ahora, muchas zonas que antes eran potreros, ahora son bosques. En este municipio se fortalecieron las capacidades locales y lograron que la mayoría de sus microcuencas fueran declaradas zonas productoras de agua a nombre de la comunidad. Este es un proceso que se está llevando en otros municipios de este departamento”, opinó Omar Banegas, promotor de la Pastoral Social de la diócesis de Trujillo.
Vertientes como el río Perla, Corinto, Coloradito, Jimerito en Atlántida y el Pimienta y Uchapa en Olanchito, Yoro, se están secando. Su recorrido ya no logra llegar tierra adentro; sus aguas se pierden al salir de la montaña.
Los ríos Betulia en Santa Fe, Colón, y Ojo de Agua, en San Esteban, Olancho, adonde se han construido hidroeléctricas para generar energía para el departamento de Colón, han disminuido sus caudales. El extremo es tal que no pueden cumplir con su capacidad instalada, provocando racionamientos de energía en esta zona.
La falta de lluvias tiene sin agua potable y sin energía eléctrica a miles de habitantes del litoral atlántico.
La ausencia de precipitaciones ha reducido en simples senderos de piedra y arena a muchos ríos y quebradas que abastecen los acueductos de esta región.
Esa es la realidad paradójica que se vive en esta zona, con una gran riqueza hídrica y una tradición verde.
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El verano largo está afectando los niveles del río Cangrejal; su caudal ha bajado y no se puede hacer ni “rafting”
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Los racionamientos por la falta del preciado líquido son hasta por más de 10 horas continuas en algunos sectores de La Ceiba. En otras comunidades del valle arriba en el Aguán si no llueve en los próximos días dejarán de recibir su servicio de agua por gravedad.
 Muchos sectores de La Ceiba ya sufren la falta de agua.
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La necesidad de agua es mayor en Olanchito. Este año vamos a invertir 10 millones de lempiras en mejoras Tomás Ponce, alcalde de Olanchito
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“Estamos trabajando de 5:00 am a 4:00 pm; en este horario se le está dando agua al centro de la ciudad, y de 4:00 pm a 5:00 am se le da a la parte alta”, detalló Espinal.
Ante el poco volumen de agua, las bombas impulsadoras no logran hacer llegar este líquido a muchos hogares. “Estamos teniendo casos donde hay viviendas en que el agua les está llegando nueve horas después que hacemos el bombeo”, aseguró el funcionario.
 Elementos del Cuerpo de Bomberos suplen con cisternas a pobladores más afectados.
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De seguir persistiendo la ausencia de lluvias en los próximos días, los racionamientos podrían extenderse por falta de agua en los ríos. “Puede ser que algunas colonias lleguen a tener tres horas de agua cada día por medio. Esperamos que llueva para no llegar a eso”, anunció Espinal.
El sistema de bombeo que tiene el Sanaa para suministrar agua en La Ceiba ya colapsó. Los equipos que tienen más de 30 años de uso se disparan constantemente por el poco volumen de agua, y esto los ha dañado.
La Ceiba tiene una población que supera los 250 mil habitantes y más del 48% del casco urbano depende de los servicios del Sanaa; el resto lo hace a través de redes privadas.
Ya la perforación de pozos para suministrar el agua no es una opción a futuro, puesto que se está teniendo intrusión salina en algunas perforaciones en sectores de la ciudad.
 Los niveles de los ríos y quebradas han bajado drásticamente; unos ya se han secado.
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En Olanchito, los racionamientos se han extendido por seis horas al día en todo el casco urbano. “Las fuentes de agua han disminuido; uno de los afluentes que nos abastece se secó. Solo estamos con dos, y uno de ellos ha disminuido en un 50%. Estamos atravesando un momento delicado, más en esta ciudad donde desde hace 20 años el Gobierno no ha aportado nada para mejorar y ampliar el sistema de agua”, lamentó Tomás Ponce, alcalde de Olanchito, Yoro.
La escasez de agua y la obsoleta red de distribución en la ciudad no permiten hoy en día un servicio de calidad a los más de 10 mil usuarios que dependen de este sistema.
En la aldea de San Carlos, siempre en este municipio, si no llueve en los próximos días “estaremos quedando sin agua, pues la quebrada que nos abastece se está secando cada día más, y eso significa que unas 150 casas no recibirán este preciado líquido”, anunció Isaías Anariba, presidente de la junta de agua.
Buen ejemplo
Bonito Oriental es el único municipio en el departamento de Colón que ha logrado sanear el 98% de sus microcuencas, lo que significa que sus comunidades tienen garantizado el suministro de agua durante todo el año.
Este es un proceso que la sociedad civil y organizaciones religiosas y no gubernamentales empezaron a promover hace una década.
“Ahora, muchas zonas que antes eran potreros, ahora son bosques. En este municipio se fortalecieron las capacidades locales y lograron que la mayoría de sus microcuencas fueran declaradas zonas productoras de agua a nombre de la comunidad. Este es un proceso que se está llevando en otros municipios de este departamento”, opinó Omar Banegas, promotor de la Pastoral Social de la diócesis de Trujillo.
Vertientes como el río Perla, Corinto, Coloradito, Jimerito en Atlántida y el Pimienta y Uchapa en Olanchito, Yoro, se están secando. Su recorrido ya no logra llegar tierra adentro; sus aguas se pierden al salir de la montaña.
Los ríos Betulia en Santa Fe, Colón, y Ojo de Agua, en San Esteban, Olancho, adonde se han construido hidroeléctricas para generar energía para el departamento de Colón, han disminuido sus caudales. El extremo es tal que no pueden cumplir con su capacidad instalada, provocando racionamientos de energía en esta zona.
