San Pedro Sula, Honduras.
Las altas temperaturas, el desperdicio por falta de medidores y la poca conciencia en cuidar el recurso todavía no pasan factura a los sampedranos.
Sin embargo, los técnicos ambientales advierten que el agua ya no es renovable y que si el desperdicio y descuido sigue, se terminará el vital líquido.
La concesionaria Aguas de San Pedro puso a funcionar ya 10 de los 20 pozos de emergencia de los que dispone, adicionales a los 75 que funcionan normalmente para poder abastecer a los sampedranos. Pero según el análisis del personal técnico de la concesionaria, no solo son las altas temperaturas, la falta de lluvia y los apagones los que causan el problema, sino también los altos voltajes más la manipulación de algunas válvulas en sectores populosos.
Cofradía es el sector que se está llevando la peor parte en este momento. Algunos sitios que están en las partes altas ya están siendo abastecidos con cisternas.
La gerente técnica de Aguas de San Pedro, Verónica Pascua, revela lo que sucede en Cofradía. “Se abastece de las fuentes superficiales Santa Elena, Manchaguala y río Negro. Esos ríos llegan a la planta de Cofradía y en este momento, por el verano, se está trabajando con una producción del 55% de lo normal”.
Afirmó que el problema está sucediendo desde hace un mes, y a ello le suma repercusiones como la manipulación de una válvula en la línea de Santa Elena.
Pascua detalló que las colonias Dos Mil y Altos de Cofradía son las que están siendo abastecidas con cisterna.
No hay agua
San Pedro Sula tiene siete represas o fuentes superficiales que en este momento están en problemas.
El abastecimiento normal en la ciudad es de un 60% de agua subterránea y 40% de aguas superficiales en época de invierno; en este momento se está llegando a 80% de pozos y 20% superficial usando los pozos de emergencia en la ciudad, explicó la gerente técnica.
“Ahorita bajaron las fuentes superficiales considerablemente y ya encendimos los pozos de emergencia y no tenemos problemas de producción, en este momento; pero tenemos inconvenientes con el servicio de energía y en los sectores que abastecemos de pozos se va la energía y el agua, pero el problema adicional es el voltaje lo que agrava la situación”, dijo.
Aguas de San Pedro asegura el suministro de agua hasta el año 2030, tiempo en el que finaliza la concesión, considerando las inversiones y la proyección realizadas.
El gerente de la concesionaria, Mauricio Chiovelli, explica que la ciudad tiene un buen servicio de agua potable. “Un 95% de la población es servida con calidad y continuidad las 24 horas. El 5% que no tiene las 24 horas es por causas ajenas, como la falta de energía, invasiones, falta de medición o porque hay colonias que tienen su propio sistema de suministro como la Tara, Juan Lindo y otras urbanizaciones que no han traspasado sus servicios a la concesionaria”, detalló.
La técnica ambiental Diana Betancur dice que el problema de desabastecimiento es a escala mundial y Centroamérica, por su posición geográfica, se vuelve vulnerable por el cambio climático.
“Desde hace muchos años, el agua dejó de ser un recurso renovable y cada día está más escasa”, dijo.
Betancur explica que la región del Valle de Sula en este momento experimenta una situación bastante crítica, ya que los niveles de la tabla freática del acuífero de la zona han disminuido porque no ha llovido.
San Pedro Sula no es la excepción, porque en este momento las aguas superficiales han bajado su producción y se está haciendo mayor extracción de agua subterránea más allá de la capacidad que tiene el acuífero.
“Hay sectores que siguen desperdiciando el agua y el derroche debe evitarse”, exhortó.
A juicio de la profesional se tendrá que tomar alguna acción en sectores en los que no hay medición para evitar el derroche. La ciudad tiene recursos, pero acciones como haber cambiado los límites de El Merendón tendrán un impacto fuerte en los próximos años.
Las altas temperaturas, el desperdicio por falta de medidores y la poca conciencia en cuidar el recurso todavía no pasan factura a los sampedranos.
Sin embargo, los técnicos ambientales advierten que el agua ya no es renovable y que si el desperdicio y descuido sigue, se terminará el vital líquido.
La concesionaria Aguas de San Pedro puso a funcionar ya 10 de los 20 pozos de emergencia de los que dispone, adicionales a los 75 que funcionan normalmente para poder abastecer a los sampedranos. Pero según el análisis del personal técnico de la concesionaria, no solo son las altas temperaturas, la falta de lluvia y los apagones los que causan el problema, sino también los altos voltajes más la manipulación de algunas válvulas en sectores populosos.
Cofradía es el sector que se está llevando la peor parte en este momento. Algunos sitios que están en las partes altas ya están siendo abastecidos con cisternas.
La gerente técnica de Aguas de San Pedro, Verónica Pascua, revela lo que sucede en Cofradía. “Se abastece de las fuentes superficiales Santa Elena, Manchaguala y río Negro. Esos ríos llegan a la planta de Cofradía y en este momento, por el verano, se está trabajando con una producción del 55% de lo normal”.
Afirmó que el problema está sucediendo desde hace un mes, y a ello le suma repercusiones como la manipulación de una válvula en la línea de Santa Elena.
Pascua detalló que las colonias Dos Mil y Altos de Cofradía son las que están siendo abastecidas con cisterna.
No hay agua
San Pedro Sula tiene siete represas o fuentes superficiales que en este momento están en problemas.
El abastecimiento normal en la ciudad es de un 60% de agua subterránea y 40% de aguas superficiales en época de invierno; en este momento se está llegando a 80% de pozos y 20% superficial usando los pozos de emergencia en la ciudad, explicó la gerente técnica.
“Ahorita bajaron las fuentes superficiales considerablemente y ya encendimos los pozos de emergencia y no tenemos problemas de producción, en este momento; pero tenemos inconvenientes con el servicio de energía y en los sectores que abastecemos de pozos se va la energía y el agua, pero el problema adicional es el voltaje lo que agrava la situación”, dijo.
Aguas de San Pedro asegura el suministro de agua hasta el año 2030, tiempo en el que finaliza la concesión, considerando las inversiones y la proyección realizadas.
El gerente de la concesionaria, Mauricio Chiovelli, explica que la ciudad tiene un buen servicio de agua potable. “Un 95% de la población es servida con calidad y continuidad las 24 horas. El 5% que no tiene las 24 horas es por causas ajenas, como la falta de energía, invasiones, falta de medición o porque hay colonias que tienen su propio sistema de suministro como la Tara, Juan Lindo y otras urbanizaciones que no han traspasado sus servicios a la concesionaria”, detalló.
La técnica ambiental Diana Betancur dice que el problema de desabastecimiento es a escala mundial y Centroamérica, por su posición geográfica, se vuelve vulnerable por el cambio climático.
“Desde hace muchos años, el agua dejó de ser un recurso renovable y cada día está más escasa”, dijo.
Betancur explica que la región del Valle de Sula en este momento experimenta una situación bastante crítica, ya que los niveles de la tabla freática del acuífero de la zona han disminuido porque no ha llovido.
San Pedro Sula no es la excepción, porque en este momento las aguas superficiales han bajado su producción y se está haciendo mayor extracción de agua subterránea más allá de la capacidad que tiene el acuífero.
“Hay sectores que siguen desperdiciando el agua y el derroche debe evitarse”, exhortó.
A juicio de la profesional se tendrá que tomar alguna acción en sectores en los que no hay medición para evitar el derroche. La ciudad tiene recursos, pero acciones como haber cambiado los límites de El Merendón tendrán un impacto fuerte en los próximos años.
